El Ejército llevará a la Fiscalía el sorteo de una prostituta entre militares del cuartel del Bruc
Unos militares del cuartel de El Bruc de Barcelona presuntamente sorteaban los servicios de una prostituta para recaudar fondos para las fiestas de la compañía
El Ejército de Tierra llevará a la Fiscalía el chat de unos militares del cuartel de El Bruc de Barcelona en el que presuntamente se sorteaban los servicios de una prostituta para recaudar fondos para las fiestas de la compañía.
Fuentes del Ministerio de Defensa han asegurado que no tienen constancia formal de las conversaciones contenidas en ese grupo de Whatsapp, del que ha informado el periódico Ara, porque no es un chat oficial de la unidad.
En concreto, la información revela que en ese chat, del que formarían parte cerca de 70 militares del regimiento 1/63 del cuartel de El Bruc, se hicieron comentarios sobre la propuesta de un sargento y un cabo de participar en un sorteo para pasar un rato con una «dama de compañía». El objetivo de ese sorteo anunciado en el chat, que según Ara derivó en comentarios machistas y vejatorios hacia la prostituta, era recaudar fondos para las fiestas de la compañía, que se celebran precisamente hoy, Día de la Inmaculada, según señala EFE.
En el grupo de Whatsapp no figuraría ningún sargento, tampoco el que propuso el sorteo de la prostituta, y los mandos de mayor empleo que forman parte de él son cabos.
Las fuentes del Ministerio de Defensa consultadas han asegurado que el Ejército pondrá «de forma inmediata» los hechos en conocimiento de la Fiscalía de Cataluña, al entender que el contenido del chat puede atentar «contra los valores de la institución».
Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha expresado su «indignación» por la información sobre el sorteo de la prostituta y ha exigido al Estado «una investigación urgente» que permita depurar responsabilidades por lo sucedido.
Como «mujer y alcaldesa de una ciudad orgullosamente feminista», Colau ha reclamado un «cambio profundo (a nivel educativo, con formaciones regulares y con reglamentos actualizados) para que ese tipo de actitudes no tengan cabida en ninguna institución pública, ya que lo mínimo exigible es que se respeten los valores democráticos que nos han de representar a todos y todas».