Otra traición en Podemos: el diplomático de confianza de Iglesias organiza la gira de Díaz
Santiago Jiménez trabajó con Iglesias y después obtuvo la embajada en Uruguay, pero en Podemos creen que ayudó a Díaz para verse con Pepe Mujica
El diplomático de cabecera de Podemos, Santiago Jiménez, a quien Pablo Iglesias dio un cargo gubernamental mientras estuvo en el Ejecutivo, es el encargado de organizar una parte importante de la gira de Yolanda Díaz por América Latina. El pasado 10 de diciembre, la ministra de Trabajo se reunió y charló con el expresidente de Uruguay Pepe Mujica en su residencia. Detrás de ese encuentro, que sirve a Díaz para afianzarse como «candidata» del espacio de Unidas Podemos sustrayendo a los morados su histórico vinculo con el subcontinente americano, se halla Jiménez. Para algunos en Podemos representa una traición en plena regla.
Jiménez salió el Ejecutivo poco después de Iglesias. En un primer momento, fue reubicado en el ministerio de Ione Belarra, aunque después pidió al Ministerio de Exteriores una embajada, tal y como adelantó en exclusiva este diario. Jiménez estudió con Iglesias en la facultad de Derecho de la Complutense. Los dos hablaron ante los estudiantes poco después de la firma del pacto con Pedro Sánchez, tras el nombramiento de Iglesias en su departamento para asesorarle en política internacional.
En Podemos sostienen que, a pesar de todo, la dedicación de Jiménez fue bastante escasa. Añaden que el partido tuvo que pedir a otro miembro de su equipo que le acompañase en sus tareas del Ejecutivo. Con el paso atrás de Iglesias, Jiménez había perdido estatus: pasó de ser mano derecha en asuntos internacionales de un vicepresidente a miembro del equipo de la ministra de Asuntos Sociales. Aun así, conservaba el título de jefe de gabinete, aunque la actual secretaria general de Podemos acabó eligiendo para el cargo a una persona de su confianza.
Embajador en Montevideo
Con la salida de Iglesias, Jiménez aprovechó para reubicarse en una sede destacada en el exterior. Pidió un país de América Latina, a pesar de tener sobre todo experiencia en el segmento de Oriente Medio. Logró que el ministro socialista José Manuel Albares le entregara la disputada embajada de Montevideo.
Jiménez es un diplomático considerado cercano también a José Luis Rodríguez Zapatero. El expresidente del Gobierno está ahora trabajando en la sombra para pacificar a Díaz con Iglesias, tal y como adelantó THE OBJECTIVE. Amigo personal del exsecretario general de Podemos, con quien compartió los estudios jurídicos, le acompañó en las principales misiones diplomáticas durante su año en la Vicepresidencia. El viaje más sonado fue el de la investidura del nuevo presidente de Bolivia, Luis Arce, en el que Jiménez formó parte de la delegación de Iglesias para dicha toma de posesión.
Es por ello que ahora en Podemos culpan a Jiménez de estar interesado en acercarse al PSOE, y de paso respaldar a Yolanda Díaz en su operación de lanzamiento de Sumar. La ministra de Trabajo viajó hace dos semanas a México para presentar la Feria del Libro de Guadalajara y reunirse con sus homólogos en ese país. Después tenía prevista una gira por Argentina, Uruguay y Brasil. En Argentina la ministra de Trabajo ya ha defendido a Cristina Fernández de Kirchner, intentando penetrar en el Grupo de Puebla del que todavía no forma parte.
Díaz charla con Pepe Mujica
El pasado lunes se reunió con el presidente argentino Alberto Fernández, mientras que el día anterior estuvo con el expresidente de Uruguay Pepe Mujica. Las fotos en la casa de Mujica son de notable impacto simbólico para la izquierda de América Latina y los votantes de Unidas Podemos. Mujica es considerado un referente y anteriormente el expresidente se había reunido con líderes del calibre de Pablo Iglesias.
Después de su encuentro, Díaz escribió en las redes sociales que «Pepe Mujica es un ejemplo para la gente progresista en todo el mundo. Nos enseñó que la buena política es la que mejora la vida de la gente y que el diálogo y la honradez vencen siempre al ruido». Díaz mantuvo una agenda que le ha llevado a mantener sendas reuniones con la vicepresidenta del país, Beatriz Argimón, y con el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, lo que deja entender que toda la gira de la vicepresidenta se ha financiado con fondos públicos, cuya cuantía queda todavía por conocer.
Voto en el exterior
La operación tiene, no obstante, el sello de Jiménez, según afirman en Podemos. El diplomático de cabecera de los morados en el Gobierno es quien está trabajando en la trastienda para que la gira de Díaz tenga éxito. Y en el caso concreto de Uruguay, es quien se ha encargado de lograr para la vicepresidenta segunda un encuentro de notable impacto simbólico.
La vicepresidenta también está aprovechando su gira por América Latina para tomar contacto con la comunidad española en Uruguay. En México hizo lo mismo, lo que demuestra el interés de la lideresa de Sumar de presentar su plataforma y proyecto a los centenares de miles de residentes en el exterior. Se trata de una operación política en toda regla, centrada, según explican fuentes conocedoras de la misma, en la importancia que tienen para Díaz los gallegos y el resto de miembros de la comunidad española en el exterior.
Este acercamiento a Díaz, no obstante, abre heridas en el partido morado, donde consideran que ayudaron a Jiménez a escalar posiciones en la carrera diplomática, hasta obtener una embajada. Y ahora entienden que el diplomático de carrera ya se ha decantado por Díaz, favoreciendo una operación que consideran dirigida a debilitar a Irene Montero y Podemos en el exterior, sustrayendo su habitual relación privilegiada con los mandatarios de la región.