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Arroyo dimitió de jefe de campaña de Maroto por enfrentamientos con su jefe de gabinete

En Ferraz y Moncloa lamentan que la ministra haya respaldado a Bidart frente a Arroyo perdiendo la oportunidad de tener una «campaña profesional»

Arroyo dimitió de jefe de campaña de Maroto por enfrentamientos con su jefe de gabinete

Luis Arroyo. | Flickr PSOE

Se conocía su salida, pero no el motivo. El pasado lunes por la tarde, el líder del PSOE madrileño, Juan Lobato, anunciaba en la Ejecutiva regional que el politólogo y presidente del Ateneo de Madrid, Luis Arroyo, abandonaba la dirección de la campaña de Reyes Maroto. «Tira la toalla ante de comenzar», se comentaba en círculos socialistas. Pero la realidad es que Arroyo, gurú de comunicación del PSOE, llevaba ya varias semanas diseñando la campaña de la ministra de Industria y se encontró con un principal obstáculo insalvable: su jefe de gabinete, Juan Ignacio Díaz Bidart.

Según ha podido saber THE OBJECTIVE, las fricciones iniciales entre ambos surgieron por la reticencia del hombre de confianza de la ministra a delegar la dirección de la campaña a Arroyo: «No ha querido soltar amarras, no le ha dejado, hasta el punto que llegó incluso a negarse a pasarle la agenda de Maroto». Ha sido un enfrentamiento constante, un tira y afloja que han sufrido los allegados a ambas partes, y que definen varios espectadores como «unas Navidades moviditas».

Las fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE relatan la existencia de varias reuniones celebradas a finales de año para preparar la campaña, informar a la ministra de las peculiaridades de la capital, la forma de trabajo con los medios, los periodistas que seguirían su actividad y los primeros actos que deberían realizarse para la puesta de largo de su campaña. Reuniones que describen estas fuentes como de una «tensión extrema» en la que Bidart contradecía y replicaba todas y cada una de las propuestas de Arroyo e incluso menospreciaba sus afirmaciones». Fuentes presenciales describen una beligerancia unilateral por parte del jefe de gabinete de la ministra, en contraste con la actitud «conciliadora de Arroyo, que incluso prefirió hacer oídos sordos a algunas de sus afrentas». 

La ministra Reyes Maroto en un acto reciente. | Europa Press

Según desvelan en exclusiva fuentes socialistas a este periódico, la última de esas reuniones se celebró el miércoles 28 de diciembre en la sede de la Agrupación de Madrid Centro, con la intención de utilizarla como base de operaciones para la campaña de Maroto, alejándose de Ferraz y Buen Suceso para evitar el lastre de una campaña teledirigida por la dirección, como ocurrió en el caso de Ángel Gabilondo. «Bidart estaba nerviosísimo y decía a todo que no», pero aceptó la celebración de un primer acto de Maroto previsto para el pasado lunes 9 de enero. Pese a las tensiones, los presentes, comandados por Arroyo y Bidart, se repartieron tareas de coordinación para los días venideros. Pero todo saltó por los aires al día siguiente, cuando la propia Maroto canceló el acto previsto por recomendación de su jefe de gabinete. 

La renuncia de Arroyo en Nochevieja

Fue la gota que colmó el vaso. Apenas 24 horas después, Arroyo presentó a Lobato su carta de renuncia, el 31 de diciembre, según adelantan las citadas fuentes a este diario. Forzaron a Lobato a coordinar con Ferraz un ‘plan B’. Fue precisamente Lobato quien tomó la «decisión personal» de nombrar a Enma López como sustituta en la dirección de la campaña, y así lo comunicó él mismo en la reunión de la Ejecutiva regional. Según fuentes de su entorno, la intención es seguir dandole a Enma López la proyección como una apuesta de futuro en Madrid. 

Sin embargo, desde Moncloa y Ferraz lamentan lo sucedido porque «Reyes ha perdido una gran oportunidad de tener a un gran profesional que eleve su nivel de conocimiento y que dé a conocer el perfil humano que tiene la ministra y que la gente desconoce». Un error que atribuyen no solo al carácter «difícil», «especial» y «complejo» de Bidart, sino al respaldo de la propia ministra Maroto, quien «tenía que haber sido clara desde el principio y decir que no iba a prescindir de él porque le daba seguridad». En el partido y el Gobierno describen esa relación de confianza como un «tándem inseparable» que se ha soldado a fuego y ha logrado que Maroto «solo se fíe de él porque le da tranquilidad y confianza». Por ello, estas fuentes atribuyen a Maroto haber forzado su renuncia porque «ha elegido a Bidart». «No quería a Arroyo, no estaba cómoda con él», aseguran.

Inicialmente, «Arroyo estaba cabreadísimo con las formas y el trato recibido por Bidart», pero las aguas se han calmado y sigue colaborando con el PSOE, con el que mantiene una relación contractual permanente a través de una «iguala». Se trata de un servicio fijo de colaboración por diferentes tipos de asesoramiento al requerimiento del PSOE que, en esta ocasión, le solicitó la dirección de la campaña por Madrid. Las malas expectativas de la candidatura socialista por la capital tras la imposición de Reyes Maroto ‘a dedo’ por parte de Pedro Sánchez no despertó excesivo entusiasmo por parte del sociólogo Luis Arroyo, quien ahora, según explican fuentes cercanas, ha acogido con alivio el abandono, por razones bien fundadas.

La solución, personificada por Enma López, es por tanto, un parche. «Por muy buena comunicadora que sea -que lo es-, ella no es una profesional, no sabe dirigir la estrategia de una campaña electoral», opinan en el Gobierno y en el partido. Y coinciden además en una cuestión más: «Tarde o temprano, va a haber enfrentamientos entre ambas» por el carácter de López y Maroto, y porque también entrará en colisión con su hombre de confianza, Juan Ignacio Díaz Bidart. 

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