Vox sigue sin candidatos en cinco regiones y podría no presentar a Monasterio contra Ayuso
El partido que preside Santiago Abascal continúa sin encontrar cabezas de lista en Navarra, Extremadura, Baleares y Cantabria, y ahora también duda en Madrid
A ritmo de cuentagotas, Vox sigue deslizando los nombres que componen su lista de candidatos a las próximas elecciones autonómicas y municipales, que se celebran en mayo. Pero tal y como adelantó THE OBJECTIVE, los prebostes de la madrileña calle de Bambú, sede nacional del partido, están teniendo problemas en la confección de las listas, que debían haberse cerrado antes de Navidad, y así se evidencia en que sigan sin tener escogido su líder hasta en cinco regiones importantes: Baleares, Cantabria, Extremadura, Madrid y Navarra.
Especialmente llamativa es la situación en la Comunidad de Madrid, donde Vox aún no ha confirmado si Rocío Monasterio continuará como lideresa en la región. Esto está generando sospechas. Cuando se anunció que Javier Ortega Smith, tras ser cesado como secretario general, volvería a ser el candidato a la capital, todo el mundo dio por hecho que repetiría el tándem electoral de 2019. Sin embargo, la tardanza a la hora de desvelar al rival de Isabel Díaz Ayuso ha disparado las especulaciones.
Rocío Monasterio no era la apuesta inicial. Originalmente, la intención de la cúpula era presentar a la arquitecta de profesión por la capital, donde entendían que fagocitaría parte del electorado de José Luis Martínez-Almeida. Los de Santiago Abascal creían que Monasterio era una candidata con mayor capacidad de movilización que Ortega Smith, y no querían desperdiciarla en una batalla perdida contra la baronesa popular, que estaría rozando la mayoría absoluta según todas las encuestas. Pero la reestructuración interna tras la marcha de Macarena Olona desdibujó esos planes.
Aún podría haber un último bandazo, no obstante, que explique la demora: que Monasterio se presente como candidata a las próximas generales o europeas, y sea sustituida por alguno de sus portavoces adjuntos, Íñigo Henríquez de Luna o Ana Cuartero. Esto debería interpretarse como una renuncia de Vox a cualquier opción de ser relevantes en la próxima legislatura en la región madrileña.
La segunda comunidad autónoma por orden de importancia es Extremadura. Ahí podría haber un cambio de Gobierno, y así lo admite hasta el CIS de José Félix Tezanos. El ínclito militante socialista, en su último sondeo, otorgaba la victoria al Partido Popular con una horquilla de entre 26 y 35 escaños, por lo que los populares podrían obtener una mayoría absoluta (33) o necesitar de Vox, que oscilaría entre los cero y cinco diputados, para descabalgar a Guillermo Fernández Vara.
En las Islas Baleares, todo apunta a que la dirección del partido en Madrid apostará por que Jorge Campos y Fulgencio Coll repitan como candidatos al Parlamento y al Ayuntamiento de Palma, respectivamente. Ahí la tesitura es parecida a la extremeña: el PP roza la mayoría absoluta en las encuestas, pero es probable que necesite al partido a su derecha para arrebatar el Govern a la socialista Francina Armengol.
La situación es aún más incierta en Cantabria y Navarra, donde Vox es el único de los grandes partidos que aún no ha presentado a sus cabezas de lista para mayo. Una tesitura que evidencia que están teniendo problemas a la hora de encontrar a los candidatos, pues la intención inicial era presentarlos con mayor anticipación y que así puedan adquirir rodaje. Sea como fuere, las expectativas no son muy elevadas en las regiones del norte, donde son el cuarto y sexto partido en intención de voto, respectivamente.
Vox despejará las incógnitas en estas cinco regiones antes de aclarar quién es su candidato a la moción de censura. Tal y como informó THE OBJECTIVE, la intención de Santiago Abascal es la de presentar a toda costa la iniciativa para descabalgar a Pedro Sánchez, incluso si eso supone que él mismo tiene que dar el paso. Y es que, tal y como admitió el dirigente vasco, esta no solo serviría para «retratar» a los socios del Gobierno, sino también al Partido Popular, que no parece dispuesto a apoyarla.