La OCDE denuncia la falta de equidad entre comunidades a la hora de tratar un cáncer
Un informe señala que no se cumple el principio de equidad en el acceso a medicamentos en los distintos centros de oncología de las 17 comunidades
Las tasas de incidencia y mortalidad por cáncer en España se encuentra entre las más bajas de la Unión Europea, por detrás de países como Dinamarca, Irlanda, Países Bajos o Alemania. Para 2023, la estimación del número de nuevos casos de cáncer en España es de 279.260, según el informe Las cifras del cáncer en España 2023, presentado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). No obstante, un reciente estudio de la OCDE dentro de su Plan Europeo Contra el Cáncer alerta de que en nuestro país no se cumple el principio de equidad en el acceso a medicamentos en los distintos centros de oncología de las 17 Comunidades Autónomas.
En España, el camino desde la aprobación de un medicamento oncológico por las agencias oficiales (EMA y AEMPS) hasta su prescripción efectiva en el hospital es complejo. Antes de la primera prescripción debe fijarse el precio de reembolso. Por desgracia, no existe inmediatez entre el establecimiento de las condiciones de precio y su llegada a los hospitales. La variabilidad en este tiempo de espera dependiendo las autonomías es notable.
Según los datos del estudio sobre los Perfiles de Cáncer de países de la UE de la OCDE, el tiempo medio que transcurre hasta el acceso final es de cinco meses para Palbocilib (tratamiento para el cáncer de mama) y 13 meses para Olaparib (para el cáncer de ovarios). Para Ribociclib (para el cáncer de mama), la media fue de seis meses, pero el mínimo fue 3,5 semanas en Valencia mientras que en Murcia y Cataluña tuvieron que esperar hasta siete meses. En cambio, para Nivolumab (para el cáncer de pulmón), la mediana fue de 17 meses, pero el mínimo fue de un mes en Extremadura y el máximo de 33 meses en la ciudad autónoma de Ceuta. Es decir, los hospitales y centros ceutís no recibieron este medicamento para tratar tumores pulmonares hasta casi tres años después.
Para evitar esta situación, la oncóloga y directora de OncoLAB, Candela Calle, propone un modelo en red «donde el terciarismo [prestaciones altamente especializadas] trabaje con los hospitales más alejados del centro de las ciudades». «No estamos garantizando que el terciarismo llegue de la misma forma a la población con los modelos organizativos sanitarios que tenemos», señala a THE OBJECTIVE la médica, que recalca en la importancia del tratamiento temprano. «No es lo mismo coger un cáncer en un estadio que en otro. Disponer de estos medicamentos de la forma más rápida posible afecta en el pronóstico y evolución del tumor».
Cinco provincias y Ceuta y Melilla sin unidades de radioterapia
El 60% de las 279.260 personas que van a recibir un diagnóstico de cáncer este año, según las previsiones de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), tendrán que someterse a sesiones de radioterapia. En 2019, España contaba con 236 equipos de radioterapia en hospitales y centros de nuestro país, un 15% más que en 2010 y el segundo nivel más alto de la UE después de Italia (445).
Si bien la disponibilidad de estos equipos es alta, la distribución es desigual. Ávila, Huesca, Palencia, Soria, Teruel y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla aún no cuentan con unidades de radioterapia, siendo este el segundo tratamiento más común tras la quimioterapia. Además, en 18 provincias solo disponen de una unidad.
Este escenario supone que cientos de personas tengan que desplazarse más de dos horas al día –las sesiones son diarias– para recibir radioterapia en un hospital público, con los gastos que ello conlleva (transporte, alojamiento, dietas...), constituyendo una barrera sustancial para el acceso a estos tratamientos en los grupos vulnerables.
La Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) estima en 60 minutos el tiempo de viaje por trayecto máximo a partir
del cual podemos hablar de un problema de inequidad entre los pacientes de cáncer de los diferentes territorios nacionales. En este sentido, la AECC denuncia que cerca de un 30% de los pacientes que acuden a su tratamiento en vehículo propio tardan más de una hora. Porcentaje que aumenta al 60% de los que tienen que trasladarse en ambulancia.
Con datos extraídos del observatorio de la AECC, el tiempo al hospital en vehículo privado de aquellos pacientes oncológicos que viven en provincias que no disponen de unidades de radio es de 84 minutos en Ávila, de 105 en Huesca, de 70 en Palencia, de 130 en Soria, de 105 en Teruel de 105, de 211 en Ceuta (se tienen que desplazar hasta Granada) y de 304 en Melilla (se tienen que desplazar hasta Málaga).
Estancia hospitalaria, desigual entre las distintas autonomías
El informe de la OCDE, que identifica tendencias y desigualdades entre los Estados miembros, destaca también la disparidad de médicos entre comunidades y la escasez de enfermeras (6,1 por cada 1.000 habitantes, frente a la media de 8,4 de la UE).
Si bien señala que en 2015 España tenía 4,6 médicos oncólogos por cada 1.000 habitantes, una tasa muy superior a la media europea (3,9), la distribución de los recursos humanos entre comunidades está desequilibrada. Por ejemplo, mientras que en Castilla y León contaba con 1,12 médicos de atención primaria por cada 1.000 en 2019, las Islas Baleares tenían 0,62.
Una situación que provoca menos atención en pacientes con cáncer en las distintas autonomías. Y es que la duración media de la estancia hospitalaria de una mujer con cáncer de mama en Cataluña duplica la de la estancia en Valencia: seis días frente a tres. Las diferencias son aún más llamativas para los cáncer de próstata. En 2019, la duración media del ingreso de los hombres con este tipo de tumor fue de 11 días en La Rioja frente a los cuatro días en Navarra.
No obstante, la OECD señala que el tiempo medio de ingreso hospitalario es más bajo en España que en la media de la UE. Para mama (4 frente a 5,1 días), próstata (5,8 frente a 6,7 días), vejiga (5,2 frente a 5,5 días) y útero (6,2 frente a 6,9 días) cánceres.