España entra en el 'top 10' mundial de los países con más víctimas por ciberdelincuencia
Un estudio internacional elaborado por una empresa holandesa de ciberseguridad incluye por primera vez al país en este ranking
España ya está entre los diez países con más víctimas por ciberdelincuencia de todo el mundo. Es el resultado que arroja el estudio de la empresa holandesa de ciberseguridad Surfshark, que analiza la densidad de delitos informáticos en todo el planeta a partir de distintas investigaciones del FBI. En 2022, este análisis internacional situó a nuestro país en la décima posición. En total, 481 españoles fueron víctimas por este tipo de ilícitos. Esto es, 11 personas por cada millón de internautas.
Pese a que esta cifra ha descendido un 15% respecto al año anterior (560 afectados), España ha escalado dos posiciones en el ranking. Razón por la que esta compañía, una de las más punteras del sector en Europa, alerta de ello y destaca la necesidad «de mejorar y potenciar las medidas de seguridad cibernética en el país». Entre enero y diciembre de 2022, 801.000 personas fueron víctimas de estos delitos en todo el mundo, lo que supuso una perdida de 10.000 millones de dólares, según los cálculos de Surfshark.
Reino Unido encabeza la lista de los países con más afectados por la ciberdelincuencia, con 4.371 víctimas por cada millón de usuarios de internet. La sigue Estados Unidos (1.612); Canadá (156); Australia (106); Sudáfrica (56); Grecia (54); Francia (34); Alemania (19) y México (13). Una clasificación que cierra España con 11 víctimas.
Delitos más comunes
Entre los delitos cibernéticos cometidos en 2022, el phising fue el más frecuente, con 300.000 víctimas globales. Los fraudes por pagos a través de internet ocupan el segundo lugar, con 63.000 personas afectadas. A este último le sigue la extorsión, con 39.000; las estadas de soporte técnico con 33.000 víctimas —esto es cuando el delincuente quiere hacer creer a la víctima que tiene un problema en su ordenador y le pide que pague a cambio de un servicio técnico—, y el fraude de inversiones (31.000).
Este último, no obstante, es el delito que más pérdida financiera supone para la o las víctimas. El fraude por invertir en internet a cambio de rentabilidades desorbitadas se tradujo durante 2022 en el extravío de hasta 3.300 millones de dólares. Le sigue, entre otros, el fraude por confianza o romance, con 736 millones en pérdidas, o la suplantación de identidad del gobierno, con 241 millones.
36.400 millones robados
Los criminales de internet o ciberdelincuentes han robado un total de 36.400 millones de dólares desde 2001, según denuncia esta empresa holandesa. En 2022, según los datos de Surfshark , los ciberdelincuentes sustrajeron 10.300 millones, casi una tercera parte del total. Un dato muy por encima los 6.900 o los 4.200 millones de 2021 y de 2020, respectivamente.
Un tipo de criminalidad al alza, que también evidenció el último informe publicado por el Ministerio del Interior. Entre enero y diciembre del año pasado se registraron 2.325.358 delitos. Un 83,9% del total se correspondió con la categoría de criminalidad convencional, mientras que el otro 16,1% (675.500) estaba relacionado con faltas cometidas en el ciberespacio, es decir, a través de internet.
De acuerdo con la estadística, los delitos que más han crecido respecto a 2021 son las agresiones sexuales (33,9%), lesiones (30,5%), hurtos (30,2%) y la cibercriminalidad (22,9%). Si se comparan con 2019, es decir, antes de la pandemia, lo que más aumenta son las faltas en la red (72%), seguido de las las denuncias por violación (53,2%) y los asesinatos (44,55%). Cabe destacar que este informe cuantifica el número de infracciones registradas, no el de víctimas de las mismas como sí hace el estudio de Surfshark.
‘Alcasec’, el joven ciberdelincuente
En España, uno de los ciberdelincuentes más conocidos es Alcasec. El joven de 19 años, actualmente en prisión provisional, fue detenido en abril por ser el presunto autor del ciberataque perpetrado en octubre al Punto Neutro Judicial (PNJ), una red de telecomunicaciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) conectado a otras instituciones y de la que este madrileño robó datos bancarios de casi medio millón de contribuyentes españoles para después venderlos a través de un servidor online.
Los investigadores acreditaron la existencia de «monederos fríos» en los que Alcasec tenía depositadas importantes cantidades de criptomonedas, que le permitían disponer «de liquidez suficiente para residir en cualquier parte del mundo, eludiendo la acción de la justicia española». Un montante que habría obtenido gracias a la venta de los datos de miles de ciudadanos a terceros a través de internet.