Las academias de opositores se preparan para un convocatoria «histórica» en 2023
El año electoral y el envejecimiento de los funcionarios crean el caldo de cultivo perfecto para un récord de la oferta de empleo público
En los últimos años, los altos índices de precariedad que viene arrastrando el mercado del trabajo en España están haciendo de la Administración Pública uno de los destinos profesionales más codiciados. Un puesto de funcionario dota de una estabilidad poco habitual en otros sectores, así como de una mayor posibilidad de conciliación, por lo que cada vez son más los que se plantean las oposiciones como el perfecto itinerario laboral.
Esta tendencia no tiene visos de moderarse, más bien todo lo contrario. La Oferta Pública de Empleo (OPE) para este 2023 se prevé histórica por dos factores que confluyen al mismo tiempo. El primero, oh sorpresa, es que hablamos de un año electoral, momento en que tradicionalmente los distintos gobiernos aprovechan sus últimos meses para sacar más plazas de funcionarios como reclamo de cara a las urnas. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha sido especialmente cumplidor con esta regla, ya que hizo de 2022 el año con la OPE más masiva de la historia, con nada menos que 42.515 plazas que salieron a concurso. La cifra supuso un incremento del 12,17% respecto al año anterior y del 84% sobre la de 2018, el año en que el gobierno de Mariano Rajoy más plazas convocó de los siete que el expresidente gallego pasó en La Moncloa.
El segundo elemento que invita a pronosticar una gran OPE en 2023 es el de la edad cada vez más alta de los trabajadores de la Administración (según el INE, el 44,58% tiene 50 años o más). En este sentido, la responsable de Oposiciones en MasterD, institución educativa con casi treinta años de experiencia en formación de opositores, Asun Caballero, aporta otro dato: las tasas de reposición que han impuesto algunos ministerios están en torno al 120%, lo que revela que «muchos funcionarios están a punto de jubilarse» y, por tanto, «se necesitan muchos profesionales para cubrir estas plazas».
En conversación con THE OBJECTIVE, Caballero confirma que el año electoral hace «muy probable» que el número de plazas ofertadas sea todavía superior al de 2022: «Estamos hablando de una oportunidad única para conseguir una plaza». Además, añade otra variable, el «reto para la Administración de acabar con la temporalidad de su plantilla», lo que pasa por más procesos selectivos en los que se puedan llenar definitivamente esos puestos ocupados por personal temporal.
Este boom del empleo público ha derivado en un aumento considerable de personas interesadas en opositar. En MasterD, ya van notando ese mayor volumen de alumnos, ya que las matrículas han aumentado un 15% en los últimos meses hasta un total de más de 75.000 estudiantes, lo que les ha llevado a pertrecharse mejor como empresa. Por ejemplo, han incrementado la contratación de profesionales expertos en preparación, tanto personal experto en legislación y competencias docentes como de áreas específicas, tales como las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, la educación, la justicia o la sanidad. Asimismo, han abierto dos nuevos centros de enseñanza, en Logroño y Albacete, que suman a los 35 con que ya contaban repartidos por toda España.
Por otra parte, desde el Centro de Estudios Financieros (CEF) animan a escoger con cuidado el tipo de examen que se prepara. Ángela de las Heras, su directora del área de Oposiciones, apunta a que en ocasiones es preferible preparar una prueba de los subgrupos de funcionarios A1, A2 o C1 a pesar de que el temario es más extenso y, por tanto, llevan más años de estudio. El motivo, explica, tiene que ver con que el número de solicitudes es proporcionalmente inferior para estas oposiciones, con la menor competencia que eso conlleva. «Hay que analizar muy bien», insiste De las Heras, «nos creemos que sacar plaza puede ser más difícil [en las oposiciones más altas] y es todo lo contrario». Los subgrupos en apariencia más complicados, además, están recompensados con más responsabilidades y más retribución.