Este es el tramo de los encierros donde hay más heridos en San Fermín
Todo el recorrido cuenta, desde 1941, con un doble vallado para garantizar mayor seguridad
Encierro llegando a la plaza de toros de Pamplona | Eduardo Sanz (Europa Press)
Hay muchos que consideran los sanfermines como el pistoletazo de salida de las fiestas de verano. El chupinazo de hoy, 6 de julio, dará inicio a una semana de festejos, música y, sobre todo, encierros. Entre el 7 y el 14 de julio un cohete marcará el inicio de esta carrera a las 8:00 horas de la mañana. Es entonces cuando abrirán las puertas de los corrales de Santo Domingo, donde seis toros y seis cabestros esperan para salir disparados hacia la plaza de toros. Junto a ellos, cientos de personas corren con emoción esos 875 metros, pero también con peligro.
Los famosos encierros son una de las señas de identidad y tradición de los pamploneses. Aunque implican un gran riesgo, las cifras del último año no fueron muy malas: de 533 urgencias que tuvo que atender el Servicio de Salud, sólo 92 tenían como causa estas carreras. Además, en total, desde 1910 hasta la fecha sólo han fallecido 16 corredores. Sin embargo, esto no significa que haya que olvidar el peligro que suponen y, sobre todo, en algunos tramos concretos.
Estos son los puntos más peligrosos del recorrido
«El tramo donde hay estadísticamente más riesgo de heridas graves o cornadas es cuando el recorrido desemboca en la plaza de toros», ha explicado el subdirector de Urgencias de Navarra, Kiko Betelu, a RTVE. Otra parte en la que el recorrido es más escabroso es la curva de la Estafeta, en mitad del recorrido, ya que es muy cerrada y vertiginosa. A esta parte los toros suelen llegar con tanta fuerza que, en muchas ocasiones, embisten contra el vallado del encierro.
Aunque en este punto no hay riesgo de cogidas, Betelu indica que sí que puede ocurrir que un animal se separe de la manada. Esto condicionaría la segunda parte del recorrido: «Este tramo puede derivar en un toro suelto y eso determina que pueda haber cogidas más adelante». El especialista asegura que los servicios de emergencia cuentan con 15 puestos sanitarios distribuidos en los tramos donde hay vallado, así como ocho unidades móviles. Cuatro de ellas están situadas en el tramo de desembocadura en la plaza de toros que, como ya ha señalado, es en uno de los que hay más riesgo.
El toro parado es de los más peligrosos
Las cogidas más peligrosas suelen tener lugar cuando el toro está parado, separado de los demás cabestros y en las zonas donde el recorrido se estrecha. En estos casos, el subdirector de Urgencias de Navarra explica que «una primera intervención es crucial porque puede llegar a salvar vidas».
Es cierto que pueden ocurrir cornadas graves, pero en muchos casos suelen ser leves, en el muslo o en el glúteo. «Este tipo de cornadas se dan por alcance y no afectan a órganos vitales», ha explicado Betelu a RTVE. Además de las cogidas, también hay que tener en cuenta los daños que pueden provocar las caídas.
Los servicios de emergencias también atienden, durante el encierro, a personas con fracturas o esguinces provocadas por resbalones o caídas durante el recorrido. La situación es más complicada cuando esta es grave o hay golpes en la cabeza, porque puede dar lugar a un traumatismo craneoencefálico. En estos casos, la evolución es más incierta, pudiendo incluso provocar una hemorragia interna: «Estas caídas nos preocupan mucho, porque pueden llegar a ser incluso más peligrosas que una cornada».
El vallado del recorrido: imprescindible en los encierros
El vallado es la guía y protección para mozos y toros desde los corrales de Santo Domingo, donde están los animales, hasta la plaza de toros. Pero también es necesario para el público que está a pie de calle: sirve de refugio para profesionales (periodistas, sanitarios y policía) que tienen autorización del Ayuntamiento para permanecer entre las dos vallas y poder actuar rápido si ocurre una emergencia.
El recorrido de los encierros es el mismo desde 1922. Fue un año antes cuando tuvo lugar la inauguración de la nueva plaza de toros, cuya ubicación obligó a girar a la izquierda al finalizar la calle Estafeta. Hasta ese momento, el giro era a la derecha. Las vallas, según recoge la página web del Ayuntamiento de Pamplona, tienen su origen siglos antes. En concreto, las instalaron por primera vez en San Fermín en 1776, «como sustitución de las mantas que a modo de telón cerraban las bocacalles».
Cómo es y preparación del vallado
Las vallas de la doble barrera están hechas con madera de pino silvestre que procede de los bosques del valle del Roncal, en el norte de Navarra. Esto es por su resistencia y aguante para estar a la intemperie durante tantos días. En cuanto al tamaño, el vallado mide unos 180 centímetros de altura y lo forman 900 postes, 2.700 tablones y 2.500 cuñas cuyo montaje tiene lugar hasta el 6 de julio entre los Corrales del Gas y la plaza de toros. Además, cuenta con unas 70 puertas de diferentes tamaños para usarlos de evacuación y cierre del recorrido.
El jefe de carpinteros de la empresa Hermanos Aldaz, Íñigo Aldaz, ha explicado a EFE que «cada pieza va en su sitio, tanto tablones como postes y puertas están numerados de tal forma que cada pieza tiene que ir en su sitio y en su posición». Esta empresa es la instaladora de las vallas en la capital navarra desde 1992.
Antes de instalarlas, las vallas pasan por una revisión y cambian las que estén deterioradas, sobre todo los postes. Estos son los que más estropea la humedad, ya que están introducidos en el suelo, dentro de cajetines de hormigón. Esto hace que haya «postes que tendrán 40 años y otros diez». En concreto, hay que renovar cada año alrededor de un 2% de todo este material debido al deterioro; los elementos nuevos son de silvestre autóctono y con certificado PEFC.
Un vallado doble
Esta barrera es doble desde 1941 debido a un suceso que tuvo lugar en los sanfermines del 8 de julio de 1939. Un toro embistió contra las tablas, consiguiendo romperlas. Pertenecía a la ganadería salmantina de Sánchez Cobaleda y consiguió salir al exterior del vallado en el último tramo del encierro.
El toro hirió de gravedad a una espectadora del encierro y tuvo que ser abatido por la Guardia Civil junto a la puerta principal de la plaza. Es por ello que, desde entonces, decidieron hacer el vallado doble. Además, tiene un espacio de dos metros entre la primera y la segunda valla.
¿Cuáles son las normas para correr el encierro?
Debido al riesgo que supone el encierro, el Ayuntamiento de Pamplona establece una serie de normas para los corredores:
- Preparación física: la persona debe tener reflejos, serenidad y una buena forma física.
- Sólo un tramo: hacer todo el encierro es imposible, por lo que hay que elegir el tramo que sea más adecuado.
- Mayor de edad: los menores de 18 años no pueden correr.
- Vestimenta adecuada: por seguridad, tanto el calzado como la ropa deben ser los adecuados para correr.
- Sin estorbos: los corredores deben participar sin objetos que entorpezcan la carrera, como mochilas, cámaras o teléfonos.
- Límite para acceder: el acceso al recorrido cierra a las 7:30 horas. El día 7, el sábado y el domingo, a las 7:15 horas.
- Espacio delimitado por la Policía: las personas que vayan a participar en el encierro tendrán que situarse en los espacios delimitados por las barreras de la Policía Local, además de respetar sus instrucciones en todo momento.
- Rincones y portales: no está permitido resguardarse, antes de la salida de los animales, en rincones, ángulos muertos, portales o establecimientos situados a lo largo del recorrido, debido al peligro que suponen.
- Línea recta: hay que correr siempre en línea recta, sin cruzarse ni pararse delante de otros corredores ni los toros.
- No tocar: no hay que llamar la atención, citar o tocar a los toros en ningún punto del recorrido.
- Prevenir la salida: los corredores deben prever el punto en el que van a salir, por los laterales del recorrido. No puede pararse de forma súbita ni quedarse en el vallado, portal o espacios similares. Esto entorpecería la carrera y las posibilidades de defensa del resto de participantes.
- Ruedo despejado: al entrar en la plaza de toros tendrán que refugiarse rápido tras el vallado, dejándolo libre para quienes lleguen detrás y despejando el ruedo para la intervención de pastores y dobladores.
