La seguridad y la convivencia hunden a Cataluña en el índice de calidad de vida del INE
La región catalana cae por primera vez por debajo de la media nacional desde que en 2008 se realiza esta medición
Cataluña ya no es una de las mejores regiones para vivir en España, sino de las peores. Por primera vez desde que existen cálculos, la región catalana ha caído por debajo de la media española en el Indicador de Calidad de Vida (IMCV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente a 2022. El desplome se debe, sobre todo, a dos indicadores: el de seguridad y el de ocio y relaciones sociales, que es el que hace referencia a la convivencia.
Desde que el INE realiza esta medición, 2008, la región catalana nunca había tenido una calidad de vida inferior a la media española. Del índice del instituto se extrae que las condiciones materiales, la salud y el medioambiente están a la par que la media nacional, pero la educación, la gobernanza y los derechos básicos, amén de los dos indicadores antes mencionados, están significativamente por debajo.
Para el sociólogo Rubén Tamboleo este índice es «rompedor» porque va en «dirección contraria al discurso político y mediático dominante»: «Este demuestra que la región que se ha presentado con una mejor convivencia, la del seny catalán, ha fracasado como sistema por todas las dinámicas que se han impuesto y que prometían a sus ciudadanos que los iban a enviar a Ítaca y al gran paraíso».
Pero la realidad es que la criminalidad está disparada en Cataluña, que es la región que más infracciones penales ha registrado en lo que va de año. Durante el primer trimestre del 2023, se registraron un total de 120.516, en contraste con las 108.283 del mismo período del año anterior. Entre los delitos que han experimentado un mayor aumento se encuentran los homicidios, los hurtos y las agresiones sexuales.
«La ciudadanía retrocede, y retrocede en variables muy importantes. Vamos en dirección contraria al progreso, y eso que quienes nos dirigen se presentan como progresistas, pero son quienes están impulsando un retroceso social que sólo tiene precedentes en momentos de guerra o crisis internacional», expone Tamboleo.
La convivencia en Cataluña
Además, la convivencia sigue envenenada por el separatismo. El 51,6% de los delitos de odio de corte ideológico que se cometen en la región son hispanófobos (80 de 155 el año pasado). Los constitucionalistas son hostigados con frecuencia, bien sean los jóvenes de S’ha Acabat! o las formaciones políticas de derechas.
La vicepresidenta de la organización estudiantil S’ha Acabat!, Andrea Llopart, confiesa que desde 2017 ha vivido «años muy duros» en Cataluña, habiendo perdido amistades del colegio e incluso habiendo recibido insultos y amenazas por su activismo constitucionalista: «La convivencia es dura, está todo muy enfrentado. Yo soy de derechas y católica, que es una mezcla a batir para muchos».
Y el portavoz de VOX en el Parlamento de Cataluña, Joan Garriga, declara a este medio que «el separatismo no sólo incumple la legalidad, traiciona nuestra historia o rompe nuestra unidad», sino que «con su existencia y activismo político está perjudicando nuestra convivencia y la prosperidad del conjunto de los catalanes».
Las mejores y peores regiones
No sólo Cataluña retrocede, sino que la media nacional también cae. El IMCV se situó en 101,44 puntos en 2022, frente a los 101,64 del año anterior. Pero es que si se amplía la perspectiva temporal, se observa que la calidad de vida ha registrado un descenso aún mayor desde 2019, momento en el que arranca el actual mandato de Pedro Sánchez, cuando rozaba los 102 puntos.
Según la estadística, que analiza la evolución con datos existentes desde 2008, la calidad de vida de los españoles bajo el Gobierno de PSOE y Podemos ha empeorado más que durante la crisis financiera de 2009. Todas las dimensiones analizadas descienden entre 2019 y 2022, a excepción de Trabajo y Educación.
La principal conclusión es que el nivel de vida de los españoles lleva bajando desde 2020 y ya está más bajo que en 2018, pero sigue habiendo regiones privilegiadas. El INE sitúa la Comunidad Foral de Navarra, La Rioja y Aragón como las regiones con unos niveles más elevados de vida en 2022, al igual que el año pasado, mientras que los registros más bajos se dan en Canarias, Andalucía y Galicia.
Si se analizan las nueve dimensiones por separado, Navarra destacó en Ocio y relaciones sociales, Entorno y medioambiente y Experiencia general de la vida. Y, País Vasco en Condiciones materiales de vida y Educación. Por su parte, Aragón destacó en Trabajo, Comunidad de Madrid en Salud, Cantabria en Seguridad física y personal, y Comunidad Valenciana en Gobernanza y derechos básicos.