'Operación Embolsamiento': por qué la Policía encabezó y cerró la marcha en Gran Vía
Se trata de una maniobra que los agentes suelen utilizar para «mantener el orden público» en manifestaciones pacíficas
Una de las imágenes más llamativas que han dejado las sucesivas protestas contra la amnistía en el entorno de la sede socialista y en el centro de Madrid fue la que se registró el pasado martes por la noche en la Gran Vía madrileña. Cuando, instigados por otros manifestantes, cientos de personas atravesaron la Gran Vía caminando, en dirección al Congreso de los Diputados, rompiendo el itinerario establecido, que era concentrarse en la calle Ferraz. Lo más curioso, no obstante, fue ver como agentes del operativo policial se desplazaron junto a ellos, de modo que numerosos agentes iban tanto encabezando como cerrando esa protesta.
Una situación que despertó críticas entre algunos ciudadanos, que no entendían por qué los agentes, lejos de disuadir a los manifestantes, acompañaban a los mismos sin llevar a cabo ningún tipo de acción. Lo cierto, sin embargo, es que los policías llevaron a cabo lo que se conoce como «maniobra de embolsamiento». Una «técnica habitual para mantener el orden público» y que las fuerzas de seguridad realizaron para «proteger al resto de ciudadanos durante la manifestación», explican fuentes policiales a THE OBJECTIVE.
No obstante, se deben de producir una serie de circunstancias para que se active esta maniobra. En este caso, explican las mismas fuentes, los manifestantes cambiaron el itinerario sin previo aviso y ante eso, los agentes tienen dos opciones: disolver a la masa o asegurar la zona lo máximo posible. La primera, en cualquier caso, no es una decisión que puedan tomar los efectivos, sino que debe ordenar la Delegación del Gobierno, quien consideró que la marcha podía continuar mientras se desarrollase de forma pacífica.
Con los ultras de fútbol
Ante esto, los agentes activaron esa maniobra y se colocaron tanto en la cabecera como en el cierre para evitar cualquier tipo de altercado con otros viandantes. En cualquier caso, los antidisturbios van preparados, «con el casco puesto y siempre dando la espalda», por si surge cualquier conato de violencia. Cabe destacar que cambiar el recorrido durante una protesta no supone la comisión de un delito, pero sí puede traducirse, indican las fuentes consultadas, en una infracción administrativa.
Este tipo de técnicas policiales son comunes, por ejemplo, en el fútbol. Según relatan fuentes de la UIP, cuando vienen a Madrid grupos ultra de un equipo de fútbol visitante, se les suele citar en un punto concreto de la ciudad. Una vez programado, los agentes acompañan desde esa localización hasta el estadio en cuestión al conjunto de personas «para evitar altercados con otros hinchas» y «daños en el mobiliario humano». «No es algo anecdótico ni inaudito, es una maniobra que se realiza habitualmente», insisten.
La Policía blinda Ferraz
Ante la previsión de que se produzcan más disturbios y concentraciones por la amnistía, el Ministerio del Interior ha previsto fuertes dispositivos de seguridad en el entorno de la sede socialista y otras zonas concurridas de la capital española durante las próximas semanas, al menos, aseguran fuentes policiales, «hasta la sesión de investidura». Los agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios, extenderán su vigilancia después de que, precisamente, el martes una parte de la protesta se desligará de la zona de Ferraz, y recorriese a pie la Gran Vía, la Plaza de Neptuno o el Congreso de los Diputados, lo que obligó a llevar a cabo la maniobra de embolsamiento.
Esta situación, provocada por dos personas conocidas en las redes sociales, Dani Esteve, líder de Desokupa, y Alvise Perez, que lideraron la marcha hacia el centro madrileño, después de convocar a manifestantes en el Parque del Oeste, obligó además a reforzar el dispositivo policial que había previsto Interior. Varias unidades de UIP que se encontraban desplegadas en el estado Metropolitano por el partido entre el Atlético de Madrid y el Celtic de Glasgow se unieron a sus compañeros después de que finalizase el encuentro.