La precariedad de la lucha contra el narco: un barco prestado, servicios limitados, averías...
Cincuenta días después de la tragedia en Barbate, las embarcaciones de la Guardia Civil en Cádiz siguen bajo mínimos
Una embarcación prestada de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, otra que solo da un servicio limitado, la que sigue averiada después de meses… Casi cincuenta días después del suceso en el que una narcolancha embistió mortalmente una zodiac de pequeñas dimensiones del Instituto Armado en el recinto portuario de Barbate, y de la polémica que suscitó esa intervención policial al no haber embarcaciones aptas para ello, la flota del Servicio Marítimo de la Benemérita en Cádiz sigue estando bajo mínimos, según atestiguan distintas fuentes de esta unidad de vigilancia a THE OBJECTIVE.
Tal como reveló este periódico, ninguna patrullera de la Guardia Civil, encargadas de velar por una extensión costera de más de 120 millas náuticas, pudo intervenir en el recinto portuario, donde seis narcolanchas se refugiaban del temporal que azotaba la costa, porque todas ellas estaban averiadas o fuera de servicio. Siete días más tarde de la tragedia la situación era idéntica en el parquin náutico. Ahora, que han transcurrido dos meses, solo hay una embarcación operativa de la flota puesto que la otra se ha traído de la demarcación de Algeciras y una tercera solo puede salir al mar durante un periodo de horas limitado.
Sobre las cuatro restantes, la lista de averías que presentan hacen todavía imposible que puedan operar en el litoral gaditano. Una de ellas fue comprada por el Ministerio del Interior hace tan solo ocho meses. Un escenario que no se resolverá a corto plazo, según señalan las fuentes del Instituto Armado consultadas por este periódico. Pueden ser días, meses o incluso años los que se tarden en volver a tener operativa la flota. Todo depende del tipo de daño que presente cada embarcación, aseguran estas fuentes.
Colisiones con narcolanchas
Problemas de refrigerante, en los motores o por desperfectos tras haber colisionado con narcolanchas son algunos de los inconvenientes que han provocado que estén varadas. La Río Agueda, por ejemplo, está averiada desde principios de este mes, después de que fuese embestida por una goma en la desembocadura del río Guadalquivir, en Sanlúcar de Barrameda, durante una persecución. Un operativo en el que resultó muerto el piloto de la lancha, amigo de ‘El Cabra’, y que justificaría, según la investigación, que este último hubiese embestido mortalmente a los agentes fallecidos por un ajuste de cuentas.
Un vídeo, sin embargo, podría dar un giro de 180 grados al caso de los dos guardias civiles. Se trata de una filmación telefónica que ha sido aportada por uno de los investigados a la causa que instruye el Juzgado de Instancia número 1 de Barbate y que situaría tanto al principal implicado, Francisco M.P., más conocido como ‘Kiko El Cabra’ y quien tripulaba supuestamente la embarcación, como al resto, todos ellos en prisión provisional, (José Israel A.B.,Mustafá C., José Jairo P. G, José Antonio G.C. y David G.N.) en otra neumática distinta a la que embistió a los agentes. Un archivo que están analizando los investigadores con el objetivo de identificar a los autores y geolocalizar la grabación.
Retrasos en reparación de la flota
Cabe destacar que el principal inconveniente en la reparación de los barcos están en los retrasos en la adjudicación del contrato que permitiría hacerlos operativos. Seis meses después de la licitación del pliego para el mantenimiento de los cascos y de los elementos metálicos de los buques y embarcaciones del Servicio Marítimo de la Guardia Civil (SMGC), las rectificaciones, las ampliaciones y errores han sido protagonistas.
La resolución del contrato, valorado en siete millones de euros y al que tuvo acceso este diario, no se prevé inminente. Así, la apertura de las ofertas económicas se producirá el 12 de marzo y a partir de ahí será necesario analizarlas y designar el adjudicatario. Eso en el mejor de los casos y si no se producen reclamaciones.
Esta trascendental adjudicación debería haberse producido a finales del año pasado, ya que la vigencia del anterior contrato de mantenimiento era hasta 2023. La empresa elegida en aquella ocasión fue la ferrolana Gauzon Ibérica. El pasado 29 de agosto se produjo el anuncio de este contrato. Sin embargo, el 25 de enero, cuando ya debería haberse resuelto, se amplió el plazo de presentación de oferta. El motivo fue que no se publicó en el BOE, algo imprescindible en estas tramitaciones. Finalmente, cinco días después, rectificó el anuncio de licitación y el pasado 15 de de febrero fue publicado en el BOE.