Montan un 'club de la lucha' en Mallorca y suben las peleas a TikTok: «¡Métele un puñetazo!»
La Policía investiga los combates, protagonizados por adolescentes y organizados por miembros de un grupo criminal
En presencia de decenas de jóvenes, entre gritos, risas… y a plena luz del día. Así es como una banda latina que la Policía Nacional creía desaparecida desde hace un año se había reorganizado para montar combates al estilo ‘club de la lucha’ entre chavales, algunos de ellos menores, en distintos puntos de la isla de Mallorca, en Baleares. Distintos miembros de este grupo criminal, denominado Caserío 24/7 y desmantelado en marzo de 2023, convocaban las peleas y después subían los vídeos de los encuentros a sus cuentas en redes sociales, en concreto, a Instagram y TikTok, donde cuentan con miles de seguidores.
En una de las quedadas, tal como ha avanzado Última Hora, se advierte cómo, en una explanada de tierra, bajo un puente de carretera, decenas de jóvenes se arremolinan en torno a los dos combatientes y comienzan a grabarles con sus teléfonos. Mientras ambos comienzan a darse golpes, el público, entre el que se advierten niños, les arenga, aunque también se escuchan insultos de fondo. «¡Miguel, grábalo bien!», dice una de las asistentes. La cámara continua grabando: «¡Ay, ay! ¡Métele un puñetazo; sigue, sigue, ahí, ahí! ¡Maricón!».
El vídeo, en manos de la autoridad judicial y policial, que investiga estos hechos, muestra una pelea violenta en la que los dos jóvenes se dan continuas patadas y puñetazos por todo el cuerpo, mientras son filmados constantemente por decenas de adolescentes. El combate cuenta incluso hasta con un ‘árbitro’, que separa a los dos ‘jugadores de boxeo’ en determinados momentos. Según ha publicado el citado medio local, los agentes sospechaban que integrantes de la banda latina podían haber vuelto a la actividad desde hace meses.
Desarticulada en 2023
En marzo del año pasado, la Policía Nacional y la Policía Local de Palma asestaron un duro golpe a Caserío 24/7 en una operación que se saldó con ocho personas detenidas, dos de ellas menores, en Palma, y desmanteló sus principales centros de actividad: dos antiguas sucursales bancarias y una pizzería abandonada. El historial delictivo de la banda era amplio: robos con violenta, riña tumultuaria, lesiones robos con fuerza, pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas. Una serie de delitos que, según los investigadores, la banda habría cometido hasta en una treintena de ocasiones.
Antes de desarrollar esta operación, la Policía Nacional había detenido también innumerables veces a miembros del grupo, incluso previamente a que se constituyese el grupo criminal. Utilizaban una violencia extrema para asegurar el control de su zona, su «territorio», advertían. Durante sucesivas operaciones policiales contra la banda, los agentes intervinieron todo tipo de cuchillos y machetes que los jóvenes utilizaban para los robos o en riñas tumultuarias, en las que se enfrentaban con sus principales adversarios: los trinitarios.
Jerarquía
La investigación policial determinó que se trataba de un grupo totalmente jerarquizado. Tenía una estructura definida en la que cada miembro tenía roles y labores concretas. Liderados por cinco jóvenes, la banda se dedicaba a la okupación de locales. Una vez allí, posaban en las redes sociales con armas y sustancias estupefacientes.
Todos ellos actuaban de manera coordinada y planificaban sus acciones con carácter previo. Para ello formaban tríos o cuartetos y se iban intercambiando entre ellos. A través de redes sociales o en institutos captaban a los nuevos integrantes, muchos de ellos menores de edad. Tal vez el mismo modus operandi que esta banda utilizaba hasta ahora para conseguir jugadores para las peleas.