El delegado del Gobierno multa al impulsor de los rezos en Ferraz por resistencia a la autoridad
José Andrés Calderón se dice «víctima de un atropello» por ser requerido a pagar 3.600 euros, pero seguirá rezando
El delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, ha sancionado con tres multas distintas, que ascienden a un montante total de 3.600 euros, a José Andrés Calderón, el impulsor del rezo del Rosario en Ferraz, por «desobediencia y resistencia a la autoridad». Se le acusa de haber propiciado, junto al resto de feligreses, «el corte de tráfico en la calle Ferraz, viéndose afectada esta calle en su tramo entre Buen Suceso y Marqués de Urquijo».
Los hechos nos remontan al pasado 2 de enero. Entonces, según la descripción detallada de los hechos que hace la Brigada Policial de Seguridad Ciudadana, alrededor de 300 manifestantes, que acompañaban a José Andrés Calderón, «terminan con los actos en relación con el objeto inicial de la concentración y se disponen a cruzar la calzada de Ferraz en masa, lo que les es prohibido por los actuantes, informándoles de que si quieren cruzar deben ir haciéndolo por otro punto para evitar que se colapse la calle». Estos se detendrían en frente de la policía y terminarían cortando la calle Ferraz por una hora.
Sin embargo, el informe de la Unidad de Intervención Policial en el que se fundamenta la denuncia, y al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, admite en referencia al joven católico que «el convocante se desvincula de la (posterior concentración contra el gobierno y la amnistía) en todo momento, siendo que desaparece del lugar nada más terminar el citado rezo».
En el informe policial se dice textualmente que «aun siendo el rezo del Rosario la excusa para la posterior concentración en contra del Gobierno y sobre todo la amnistía, el convocante se desvincula de la misma en todo momento, siendo que desaparece del lugar nada más terminar el citado rezo». Sin embargo, abunda: «Al terminar el citado rezo, el cual se realiza por el convocante mediante un megáfono, el mismo realiza una especie de manifiesto-arenga a los concentrados al terminar el rezo con frases como ‘ni un paso atrás’, ‘no nos callarán’ o ‘a por ellos’».
El denunciado se escuda en que él no se hace cargo de lo que suceda después de la oración: «Yo rezo el Rosario. Yo no respondo de nadie. Yo simplemente vengo a rezar y luego cada cual que actúe como consideren. Yo no soy el padre de nadie».
Más multas
Pero el joven también ha sido multado por los incidentes posteriores al rezo del Rosario que se produjeron los días 3 y 4 de enero, aunque no se acredita su presencia en estas dos jornadas. El joven asegura que se desentendió de lo que sucedía en ambas ocasiones, ya que tenía «planes personales».
De manera casi profética, el 5 de enero el joven ya advirtió en sus redes sociales, tras conversar con un inspector de la UIP, de cómo «el delegado de Gobierno de Madrid está buscando multarme por los cortes de calle que se producen cada día en Ferraz. Está buscando cualquier fallo mío para cargarse el Rosario».
«Seguiré rezando»
En declaraciones a THE OBJECTIVE, el joven denuncia que «las multas son un atropello», y que «pretenden culpabilizarme de algo de lo que no participo». «En todo momento, me he desvinculado de la protesta política. Mi cometido es otro radicalmente distinto. Acudo a las escaleras del Santuario del Inmaculado Corazón de María para rezar por la conversión del pueblo. Para pedir la intercesión de la Virgen María y que el mensaje católico vuelva a estar presente», asevera.
«En ninguno de los vídeos desde que comencé a rezar el Rosario en el Santuario Mariano se me verá en la protesta política. Muchos testigos lo pueden corroborar», asegura Calderón, que acusa al delegado de anticatólico: «De hecho, es conocido por acudir a abortorios para decir que perseguirá a todos los rescatadores que intentan convencer a las madres para que no cometan el mayor error de su vida. En el mismo sentido, pretende achantarme basándose en informes falsos y contradictorios. He avisado siempre de la información que me ha dicho la UIP».
«No van a acallarnos. Vamos a seguir rezando en Ferraz porque España merece muchos rosarios. Los católicos únicamente debemos tener miedo a no vivir en gracia. Ninguna autoridad terrenal de carne y hueso va a impedir que hagamos lo más importante que es rezar a la Madre de Dios», zanja José Andrés Calderón.