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La Rioja revela una factura de 45.658 euros por el ingreso por covid de Brahim Ghali en 2021

La acogida del líder del Frente Polisario en España desató una grave crisis diplomática y migratoria con Marruecos

La Rioja revela una factura de 45.658 euros por el ingreso por covid de Brahim Ghali en 2021

El secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali. | EFE

El ingreso por coronavirus del secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, en un hospital de La Rioja en 2021 estuvo marcado por su secretismo, si bien ahora sabemos un nuevo dato que se había mantenido oculto hasta este momento: el coste de su hospitalización, que fue de 45.658 euros. Su estancia sanitaria en España, que se prolongó del 18 de abril al 1 de junio de hace tres años, desató una grave crisis diplomática con Marruecos resuelta con el inesperado giro sobre el Sáhara del Gobierno de Pedro Sánchez, que reconoció los planes de soberanía de Rabat sobre la excolonia española.

Según una resolución del Portal de Transparencia del Gobierno de esa comunidad, que adelantó La Razón y a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el Hospital San Pedro de Logroño emitió una factura por la estancia de Brahim Ghali de 45.658 euros, que el centro sanitario reclamó al líder independentista saharaui y que este nunca ha llegado a abonar. En el momento de estos hechos, gobernaba en La Rioja la socialista Concha Andreu, y al frente del Ministerio de Exteriores estaba Arancha González Laya, que acabó imputada por el caso, si bien su causa fue archivada.

La resolución sobre esta petición de información se resolvió el pasado 23 de noviembre de 2023, cuando ya gobernaba el Partido Popular, y en ella la dirección del Servicio Riojano de Salud aporta algunos detalles sobre el desarrollo de los acontecimientos. En primer lugar, revela que, pasado algo más de un mes desde que Ghali había recibido el alta sanitaria, el 7 de julio de 2021, el centro hospitalario emitió una factura con la citada cifra a nombre de Mohamed Benbatouche, identidad falsa con la que había entrado en España a través de la base aérea de Zaragoza. De allí fue trasladado a Logroño, intubado y gravemente enfermo por covid-19, donde fue tratado de la enfermedad.

El 2 de septiembre de 2021, agotados los trámites administrativos ordinarios, y como no se había satisfecho la deuda adquirida, el hospital remitió la factura a la Dirección General de los Servicios Jurídicos. Es en ese momento cuando el centro sanitario advierte que la persona que recibió la atención sanitaria pertinente no respondía al nombre que constaba en la factura, y que su verdadera identidad era la de Brahim Ghali.

Un nuevo intento de reclamo del cobro

Al no identificar domicilio conocido de Ghali, que reside en los campos de refugiados de Tinduf, en el Sáhara Occidental, el centro procedió a recabar dichos datos «a través de los organismos estatales competentes», sin precisar más. Una vez obtenidos, se emitió una nueva factura con fecha 28 de diciembre de 2022, ahora sí, a su nombre por idéntica cifra: 45.658 euros.

Finalmente, en marzo de 2023, como el hospital logroñés seguía sin recibir el cobro requerido por los servicios prestados, remitió también la nueva factura a los servicios jurídicos para que «se inicien las actuaciones tendentes a reclamar el cobro de la misma». A este respecto, en la resolución de transparencia fechada a finales del año pasado no se recoge que la factura haya sido satisfecha, por lo que se deduce que la cifra nunca se cobró.

La acogida del líder saharaui desató una crisis diplomática y migratoria sin precedentes con Marruecos, teniendo en cuenta que el país africano reclama su soberanía sobre la excolonia española del Sáhara Occidental. El incidente también provocó la imputación de la ministra de Exteriores de entonces, la socialista Arancha González Laya, por un delito de prevaricación y falsedad documental en la entrada y posterior ingreso de Ghali, si bien la causa fue finalmente archivada. El Gobierno atribuyó su decisión de recibirlo en España, tras una petición de Argelia, a razones «humanitarias», y justificó su «discreción» para no perjudicar las relaciones con los vecinos Marruecos y Argelia.

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