Radiografía del hachís en Cataluña: crecen los desembarcos y las incautaciones se triplican
Las redes criminales han buscado nuevas rutas hacia esta región para evitar la presión policial en el sur de España
Una intervención de 500 kilos de hachís en la costa. | EP
Lo relataba el propio responsable de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d’Esquadra, el comisario Ramon Chacon, hace unos días. Cuando su departamento preparaba un operativo nocturno junto a Vigilancia Aduanera para interceptar un desembarco de hachís, de pronto se encontraron con que en la misma cala y a la misma hora coincidieron dos organizaciones de traficantes para hacer el mismo trabajo. ¿Se trataba de una casualidad o era el fiel reflejo de lo que ocurre en esta región, donde el volumen de desembarcos es ya tan elevado que es cada vez más fácil que coincidan?
Aquella anoche, los agentes mataron dos pájaros de un tiro —contaba Chacon—: decomisaron 8.500 kilos de droga, una narcolancha, y tras diez meses de intensa investigación desmantelaron la principal red criminal que introducía de hachís, procedente de Marruecos, por vía marítima en Cataluña con narcolanchas. Un operativo en el que se detuvo a 40 personas, de las cuales 26 están en prisión provisional, y se intervinieron más de 18 toneladas de droga valoradas en 36 millones de euros. Esta organización, según revelan fuentes policiales, había realizado 19 desembarcos en la costa catalana durante los últimos nueve meses.
Un éxito policial sin precedentes en la comunidad autónoma pero que, como desvelaba el comisario jefe de la DIC, solo muestra tal vez la punta del iceberg. Los últimos datos oficiales sobre narcotráfico en Cataluña hablan por sí solos. Los Mossos d’Esquadra han casi triplicado las incautaciones de hachís en solo un año. Durante 2023, las autoridades catalanas confiscaron cerca de 18 toneladas de hachís, lo que representa un incremento del 134,8% respecto a las 7,5 toneladas decomisadas en 2022. En lo que llevamos de año, en cualquier caso, ya se han superado estas cifras de incautaciones, advierten las mismas fuentes.
Territorio de entrada a Europa
Como territorio de paso de la droga hacia el resto de Europa, la Policía autonómica ha detectado dos principales vías de entrada del hachís a Cataluña: por mar y por tierra. El 70% del hachís que se interviene entra por mar y se produce en calas y playas, riberas de ríos y canales, y en infraestructuras portuarias. El transporte terrestre, por otro lado, se realiza mediante varias modalidades: con vehículos de gran potencia, transporte de mercancías y paquetería postal.
Durante el año pasado se registraron trece desembarcos en las costas catalanas respecto a los cuatro del año anterior. Es decir, tres veces más. En cualquier caso, en los seis primeros meses de 2024, solo con el operativo policial que ha tumbado la mayor organización de tráfico de hachís ya se han superado esas cifras. Las descargas de droga por vía marítima en Cataluña se producen, prácticamente, de manera semanal, según advierten fuentes de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d’Esquadra. «Estos son los datos de intervenciones, imagina los que no detectamos», advierten.
Además de las rutas marítimas desde el norte de África hasta la costa mediterránea, también se han detectado rutas terrestres que utilizan vehículos de gran potencia y servicios de paquetería. Las autoridades han desmantelado 22 redes criminales en 2023, más del doble que las diez redes desmanteladas en 2022. La intensificación de las operaciones, por otro lado, también ha llevado a un incremento del 24% en el número de detenciones, alcanzando un total de 1,339 personas arrestadas en 2023. En el nuevo curso, no obstante, se ha detenido ya a 468 personas, un 8% más que en el mismo periodo de 2022.
Nuevas ‘rutas del hachís’
Las intervenciones de hachís, según reza un informe de los Mossos d’Esquadra, se mantuvo relativamente constante hasta 2021, año que marca el punto de inflexión y en el que empieza a dibujarse un incremento aritmético que se mantiene hasta la actualidad. Cabe recordar que hasta junio, la cantidad de droga decomisada ya supera a la que se intervino en todo 2023. Este cambio de tendencia, explican fuentes policiales, se debe a que las redes criminales han adaptado sus rutas debido a la creciente presión policial en el sur de España. En la zona del Estrecho de Gibraltar basta con que los narcotraficantes recorran 15 kilómetros para trasladar sus cargamentos a la costa española.
Ahora, sin embargo, para evadir la vigilancia de la Policía y de la Guardia Civil las organizaciones utilizan vías más largas y complejas, como la ruta del Sahel que pasa por varios países africanos antes de llegar a Europa a través de Grecia o Albania, o la del Mediterráneo hasta Cataluña. El modus operandi es el siguiente. Los grupos criminales cargan las narcolanchas en el norte de África, bien aprovisionados de combustible, y, tras recorrer cientos de kilómetros, las dejan en puntos ubicados en zonas de mar adentro de la costa.
Cuando deciden que es hora de desembarcar, las gomas se acercan a la cala catalana pactada y descargan la mercancía con la ayuda de toda una infraestructura de la que se valen las redes criminales en la región catalana. Esta vía conlleva todo un aparato logístico de las organizaciones que se traduce en almacenes o guarderías para el hachís, aprovisionamiento de gasolina para el retorno, empresas que montan y fabrican estas embarcaciones de alta velocidad, o transportistas que mueven la droga hacia Europa. Los Mossos creen que esta ruta ha crecido, no solo por la presión policial en el sur, sino también por su cercanía a Francia.
