La Policía confirmó en Instagram que los 'becarios' de Nacho Cano eran irregulares
Los bailarines y la cuenta del propio musical subieron vídeos a redes donde se veía a los primeros trabajando en el ‘show’
El productor Nacho Cano, junto a los supuestos becarios de 'Malinche' | EP
La red social Instagram resultó clave en la investigación policial contra el productor Nacho Cano por presuntamente emplear de forma irregular a una veintena de jóvenes mexicanos en el musical Malinche. A través de vídeos publicados por los supuestos becarios, así como de la propia productora del espectáculo, todos ellos en cuentas abiertas al público, los agentes confirmaron que, lejos de estar ensayando o formándose, los supuestos estudiantes actuaban en la obra musical e incluso trabajaban en la fiesta postshow por las noches sirviendo copas.
También a través del perfil oficial de Malinche, donde reconocieron a algunos de los seleccionados «bailando, cantando o tocando algún instrumento en la actuación, totalmente caracterizados, maquillados y vestidos con ropa del musical o camisetas con el logo, y público tras el escenario». Evidencias captadas por los investigadores, del grupo de Policía Judicial-Extranjería de la Comisaría del Distrito Centro de Madrid, que ahora se han incorporado a la causa judicial, en la que figuran como imputados Nacho Cano y otras tres trabajadoras de su empresa por delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y delitos contra los derechos de los trabajadores, según reza el auto, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Estas presuntas irregularidades fueron denunciadas por una de las bailarinas seleccionadas, Lesly G., que, tras ser expulsada del espectáculo por sus continuas quejas acerca de las condiciones laborales y de estancia, según su versión, acudió a la citada comisaría en distintas ocasiones para aportar pruebas sobre cómo habían llegado los estudiantes desde México y cómo era su día a día en la escuela de formación. Tras distintas pesquisas, la Policía acreditó que los investigados habían ayudado a los jóvenes a entrar al país de forma irregular como turistas, cuando, en realidad, venían a formarse como bailarines y a participar en el musical Malinche para supuestamente aprenderse el show y estrenar el mismo espectáculo al año siguiente en México, tal como contó este periódico.
El grupo de WhatsApp
Todo, al parecer, comenzó en un grupo de WhatsApp, creado por una de las trabajadores investigadas, Roxana G, a partir del cual fue proporcionando a los seleccionados información sobre las condiciones del viaje, horarios y documentación necesaria, así como la forma en que debían actuar para acceder irregularmente a España. Para ello, reza el escrito judicial, debían entrar sin portar ningún tipo de documentación corporativa de Malinche, ni ninguna otra que hiciera presuponer que su intención era la de quedarse en España. Tampoco podían viajar todos juntos, sino de forma escalonada, y, siempre, aparentando no conocerse. Solo debían indicar que viajaban por turismo, para lo que les recomendaron portar una guía turística.
Del mismo modo, se les facilitó un billete de ida y otro de vuelta, fechado este último en distintos días de enero, así como una reserva en un hostal, que finalizaba en ese mismo mes. En caso de que tuviesen problemas en la frontera, desde la compañía les dijeron que debían indicar su intención de viajar por el resto de España antes de regresar a México. Tras llegar en diciembre y asistir a un evento de la Embajada de México en España por la celebración de estas supuestas becas, los estudiantes comenzaron al día siguiente a ensayar coreografías, según se desprende de sus declaraciones en sede policial.
Todo, señala la juez, «antes incluso, no solo de hacer obtenido la correspondiente autorización administrativa, sino de haberla solicitado, por lo que estas personas ya estaban actuando en la compañía Malinche The Musical SL de forma irregular». De modo que los migrantes accedieron a España con unas intenciones diferentes a las declaradas. «Todo todo ello favorecido por tres trabajadoras de la compañía, siendo el responsable último de las actividades de la empresa su administrador, presidente y director del musical, Ignacio de la Macarena Cano Andrés».
Estancia por estudios
Un mes más tarde, el 27 de enero, los bailarines mexicanos presentan una solicitud de autorización de estancia por estudios mediante un documento que acredita supuestamente la matrícula de estas personas con la academia Jana Producciones SA. No obstante, señala la magistrada, los bailarines continúan en la misma situación anterior de estancia irregular. En ese momento, según las declaraciones de las víctimas, los bailarines empezaron a actuar en el musical oficial, en Ifema, donde formaban parte del elenco.
Una solicitud que el 21 de mayo de 2024 la Delegación del Gobierno en Madrid deniega, alegando como motivo que «no ha quedado acreditado que los estudios objeto de la solicitud conduzcan a la obtención de un título o certificado de estudios». Una resolución que se remite al abogado de los afectados, que tienen, desde ese día, dos semanas para abandonar el país. Un plazo que no se cumple en el caso de ningún supuesto alumno de la academia, habida cuenta, según informó el abogado de Nacho Cano, de que se han recurrido todas esas denegaciones de visado.
No tenían ninguna beca
Por otro lado, en cuanto a las condiciones de las prácticas, según queda acreditado en las conversaciones de WhatsApp, así como en las declaraciones de los bailarines, los seleccionados percibían una retribución por las actividades realizadas en la empresa. Una suerte de beca, que según la investigación, no lo era, tras analizar distinta documentación aportada en todos los expedientes de solicitud de visa. En los mismos, se aporta un certificado y una carta de abono de un banco para justificar los medios de vida.
Lo que, en teoría, es la beca aportada por la empresa Malinche The Musical Spain SL. Sin embargo, advierte la juez, Inmaculada Iglesias, en la documentación se observa como ordenante Malinche The Musical Spain SL, y como beneficiario la misma empresa, «constando como observaciones asignación de gastos de estancia, alojamiento y manutención alumno». Un documento que «acreditaría que los bailarines presuntamente becados nunca tenían disponibilidad de la supuesta beca con la que los investigados intentan justificar el traslado de los bailarines a nuestro país (…) al ser la propia asociación que transfiere el dinero la que resulta recibirlo como beneficiaria».
No cumplen requisitos para el visado
Un hecho que viene reforzado por los pagos que realiza la organización a los bailarines, cuyo importe total es de 4.700 euros, divididos en pagos mensuales de 500 euros, y dos de 300 y 400 euros, los primeros meses. Una cantidad que, señala la juez, tampoco alcanzaría a justificar los medios económicos exigibles para este tipo de trámite.
Los requisitos para que un extranjero consiga una autorización de estancia por estudios en España para un periodo de seis meses son extensos. Entre ellos, según reza en su página web el Ministerio de Migraciones, está haber sido admitido en un centro de enseñanza autorizado en España para la realización de un programa a tiempo completo, que conduzca a la obtención de un título o certificado; que tengas los medios económicos suficientes para sufrir los gastos de estancia y regreso a tu país o contar con un seguro público o privado de enfermedad convertido con una entidad asegurada autorizada para operar en nuestro país.
El Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid, encargado del caso, ha acordado una serie de diligencias y su titular ha anunciado que citará a los cuatro investigados para su declaración. Antes, no obstante, prevé llamar como testigo a la denunciante de estos hechos, Lesly G., ofrecer acciones a otros supuestos perjudicados, así como pedir a la Inspección de Trabajo copia del acta a la inspección que realizó en junio a la academia y que informe sobre si los 16 bailarines hallados en situación irregular estaban participando en el espectáculo Malinche.
