Un militar estalla contra el Gobierno: «24 horas en Valencia y no nos dejan hacer nada»
El militar E.S ha abandonado el puesto para el que fue desplazado y ha comenzado a ayudar como voluntario
Imágenes inéditas. Un militar, en un acto valiente y arriesgado, denuncia públicamente que el Gobierno, a pesar de haber enviado tropas a la zona afectada por las inundaciones en la Comunidad Valenciana, les ha impedido realizar labores de ayuda humanitaria. La semana pasada, la provincia de Valencia fue gravemente afectada por una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que cubrió de lodo y agua gran parte del territorio, causando más de 200 muertos y dejando a un número indeterminado de desaparecidos. Varias localidades quedaron arrasadas y la nación entera quedó en shock ante la magnitud de la catástrofe.
En medio de esta situación desesperada, los ciudadanos de diversas partes del país se movilizaron para ayudar a los afectados, ante lo que percibían como una falta de acción por parte del Gobierno autonómico y del Ejecutivo central de Pedro Sánchez. Aunque inicialmente el despliegue de los militares fue mínimo, la presión mediática provocó que el Gobierno enviara a 5.000 militares y otros 5.000 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil para intervenir en las zonas más afectadas por las lluvias torrenciales. Sin embargo, el testimonio de este militar denuncia una realidad muy distinta en el terreno: «Nos tienen parados, sin hacer nada», asegura.
En un vídeo grabado en directo desde la zona de las inundaciones, el militar, identificado como E.S., expresa su frustración por lo que considera una situación incomprensible. «Llevamos 24 horas en Valencia sin hacer absolutamente nada», afirma con contundencia. A su lado, uno de sus compañeros responde con igual descontento: «Una puta vergüenza. Podíamos estar ayudando a la gente, pero estamos aquí parados». E.S. continúa relatando la situación con evidente malestar: «Nos asignan zonas donde no hay absolutamente nada que hacer y, mientras tanto, hay gente que necesita ayuda urgente. Podríamos estar utilizando vehículos 4×4 para sacar coches de las carreteras, podríamos estar llenando camiones de escombros y depositarlos en lugares donde no molesten, podríamos dar paladas de barro y ayudar a la gente que están en sus casas o simplemente dando apoyo psicológico a aquellos que lo necesiten».
Deja su puesto en el Ejército
A lo largo de su denuncia, el militar subraya que los recursos y medios están disponibles para actuar, pero que el personal está siendo utilizado para «intereses políticos» que nada tienen que ver con el bienestar de los afectados. Critica duramente la falta de acción por parte de los responsables políticos, a quienes acusa de no saber cómo gestionar la emergencia de manera eficaz. «Nos usan como herramienta política para los intereses espurios de unos cuantos burócratas que no saben hacer absolutamente nada».
La frustración de E.S. llega a su punto máximo cuando decide tomar una decisión drástica: abandonar el puesto para el que fue desplazado por el Ejército. En un gesto que pone de manifiesto su determinación, el militar pide a los ciudadanos de la zona que lo vayan a recoger para poder ayudar de forma efectiva. «Voy a echar un cable en lo que podamos, como si es a apalear el barro, mover coches o lo que sea necesario».
A continuación, en un tono sarcástico, E.S. muestra cómo se encuentra la zona afectada por las inundaciones. Mientras recorre las calles cubiertas de barro y escombros, señala un coche mal aparcado y una grúa que parece estar fuera de lugar. «Todo perfecto», dice, con ironía. «Ese coche aparcado en batería, esa grúa es del vecino del tercero…», comenta mientras filma las escenas que ilustran la desorganización del lugar.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el militar ahora se encuentra trabajando en la zona afectada al lado de varios voluntarios en las tareas de rescate. Junto a ellos, está inmerso en una labor que ahora es primordial: sacar el fango acumulado de las casas y locales, colaborando en la limpieza de los escombros y ayudando a los afectados a recuperar algo de normalidad. Esta escena contrasta con la inacción de los días anteriores, cuando los recursos y el personal estaban a la espera, sin poder intervenir.
Posibles sanciones
En España, los militares están sujetos a un régimen jurídico disciplinario específico, regido principalmente por la Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la carrera militar y el Código Penal Militar. El abandono de un puesto o la desobediencia a órdenes directas puede conllevar sanciones severas. Según expertos consultados por este periódico, el militar podría enfrentarse a un delito de abandono de puesto recogido en el artículo 101 Código Penal Militar, desobediencia a cumplir órdenes y revelación de secretos al hacer pública esta denuncia en redes sociales.
Sin embargo, el hecho de que el militar haya abandonado el puesto por motivos relacionados con la inacción ante una emergencia humanitaria (como podría ser la no participación en labores de socorro tras una DANA) podría ser considerado un atenuante si el juicio considera que la acción fue motivada por un sentido de responsabilidad social o ética. No obstante, el marco disciplinario militar sigue primando sobre los posibles valores personales.
La pena específica dependerá de las circunstancias y de si se considera que la divulgación en internet compromete la seguridad nacional o el buen funcionamiento de las Fuerzas Armadas. En cualquier caso, el militar podría defenderse argumentando un interés superior por la emergencia humanitaria, pero las autoridades competentes, ya sean militares o judiciales, evaluarían esta justificación en función de la legislación vigente.