Un equipo de 25 psicólogos de los ejércitos atiende a los más de 8.000 militares en Valencia
La teniente coronel Pilar Bardera lidera la intervención de la sección de psicología de la UME en la zona
Un equipo de 25 psicólogos y psiquiatras de las Fuerzas Armadas se encuentra actualmente en la Comunidad Valenciana, proporcionando apoyo a la salud mental tras la devastadora DANA. La teniente coronel Pilar Bardera, jefa de la sección de psicología de la Unidad Militar de Emergencias (UME), lidera este grupo que inicialmente contaba con 16 profesionales. A estos se han sumado recientemente nueve más, en su mayoría psicólogos, pero también incluyen psiquiatras.
El grupo ha empezado a colaborar desde este jueves en el Punto de Atención Psicológica para Familiares de Víctimas y Desaparecidos, una iniciativa de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana. La importancia de la intervención psicológica en situaciones de catástrofe es crucial y va más allá de la reacción inmediata. Según la teniente coronel, es esencial adoptar un enfoque también preventivo, mientras el principal esfuerzo del equipo se centra en los más de 8.000 militares trabajando en la zona, su labor se extiende también al apoyo a la población civil y en tareas organizativas.
Para maximizar su eficacia, el equipo ha establecido cuatro células de trabajo, incluyendo equipos móviles que detectan necesidades y se desplazan con los militares donde más se requiere su asistencia. Un ejemplo claro es en situaciones de rescate donde se anticipa el hallazgo de fallecidos, proporcionando soporte emocional a los allegados. «Con este trabajo emocional se atiende a los afectados, pero también a los intervinientes», explica Bardera, destacando la dureza de las situaciones a las que se enfrentan incluso con preparación previa.
La magnitud del desastre es abrumadora. «No se trata solo de una inundación. La gente ha perdido absolutamente todo, su familia, su casa, su negocio, su coche, en diez minutos», declara Bardera, subrayando la extrema gravedad de la situación. Esta realidad refuerza la necesidad de un apoyo psicológico robusto y bien coordinado para ayudar a las víctimas a procesar el trauma.
Atención integral en crisis
Además de la atención a los afectados, se ha establecido un centro de atención específico para los intervinientes de las Fuerzas Armadas en la Base ‘Jaime I’, en Bétera. Este centro busca ofrecer un espacio de soporte para aquellos que están en primera línea de la respuesta a la emergencia.
La teniente coronel Bardera enfatiza la importancia de normalizar este tipo de apoyos y desestigmatizarlos para facilitar una intervención adecuada. En situaciones de catástrofe, el apoyo psicológico se convierte en un pilar fundamental no solo para la recuperación individual, sino también para la resiliencia comunitaria.