El jefe de antiterrorismo dice que no sospechó de Koldo ni Aldama y defiende sus medallas
El coronel asegura que «nunca sospechó» de los confidentes ni de su subordinado, el comandante Rubén Villalba
El jefe del servicio antiterrorista yihadista de la Guardia Civil, el coronel Francisco José Vázquez, ha asegurado este martes en el Senado que no supo que Koldo García, Víctor de Aldama y su subordinado, Rubén Villalba, estaban implicados en la trama de presunta corrupción hasta que fueron detenidos en febrero y marzo de 2023. Sobre si tenía conocimiento de que la Unidad Central Operativa (UCO) estaba investigando a los dos primeros, ambos confidentes de su departamento, ha aclarado que los investigadores le advirtieron sobre el exasesor de Ábalos en octubre de 2023, por la relación que podía tener con su unidad; y más adelante, «de forma tardía», en 2024, sobre Aldama. Aun así, ha mantenido que «no sospechó absolutamente nada».
El coronel Vázquez ha admitido que se reunió por última vez con Koldo García a «finales de 2023». En su declaración ante sede judicial afirmó que mantuvo un encuentro en diciembre de ese año con el exasesor del Ábalos y también con Aldama, tal como publicó THE OBJECTIVE. En ese momento, el oficial ya sabía supuestamente que la UCO investigaba a ambos y decidió reunirse con ellos para que «no se extrapolase la intención de la investigación porque, en todo momento, la relación entre el asesor del exministro José Luis Ábalos, Aldama y Rubén Villalba era legítima y normal», señaló ante el juez, según trasladaron fuentes jurídicas a este periódico.
En su declaración ante la comisión de investigación, que debía celebrarse el pasado 22 de noviembre y que el compareciente solicitó aplazar al tener que declarar en la Audiencia Nacional como testigo dos días después, según ha admitido, Vázquez ha defendido además la imposición de las medallas a los dos investigados. «No vengo a defender a ninguna de estas dos personas respecto a los hechos que se le puedan estar imputando en cualquier tipo de actividad que nada tenga que ver con su relación con el servicio, pero sí soy responsable de defender la colaboración y la relación que determinadas personas han tenido en beneficio no de la Guardia Civil y del Servicio, sino de la seguridad», ha dicho en respuesta al PP.
«Nos pidió pegar unos tiros»
En el caso de Aldama, el jefe de la UCE-2 ha señalado que su relación con el Servicio de Información se produjo «a finales de 2017», pero no fue inscrito en el sistema de confidentes hasta junio de 2021, tal como reflejan las pesquisas de la UCO. Vázquez ha enmarcado dentro de lo común estos plazos habida cuenta de que los confidentes deben pasar por distintos procesos hasta consolidarse como tales. Sin embargo, han apuntado desde el PP, desde la Guardia Civil «ya se le dispensaba un trato VIP», como evidencia el curso que Aldama pudo realizar en el centro de entrenamiento del GAR en La Rioja a principios de 2021, con la compañía del coronel jefe.
Respecto a esa visita a las instalaciones del Grupo de Acción Rural (GAR) de la Guardia Civil, el oficial ha situado el encuentro en el marco de un curso de verano con una universidad, al igual que ocurre con otros civiles como periodistas o diplomáticos. Sobre que Aldama pudiese emplear armas, «no quiero normalizarlo», ha aclarado el mando. «Nos refirió su interés por pegar unos tiros», ha dicho, algo que se le concedió «teniendo en cuenta que era una persona de la que se conocía su interés por estas armas y que tenía licencia de uso de armas largas y cortas». En cualquier caso, ha insistido en que Aldama no hizo una instrucción porque en las fotografías publicadas en prensa se refleja que iba «en mocasines, pantalón vaquero y camisa».
Sobre el procedimiento de la medalla a Aldama, ha explicado que la propuesta le llegó de su subordinado, Rubén Villalba, después la avaló y la elevó a sus superiores. No obstante, ha eximido de cualquier responsabilidad a estos últimos, especialmente, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. «El ministro es el que firma las condecoraciones, pero les aseguró que no son pocos quienes deben ratificarla en el itinerario de transferencia. En cualquier caso, el primer responsable de que la proyección siga su curso soy yo, y siempre en atención a cuestiones técnicas y por los actos de relación con el servicio. En los escalones superiores eran poco conocedores de los méritos…», ha indicado. Sobre la ceremonia de entrega, Vázquez ha confirmado que se diseñó en exclusiva para Aldama.
La jornada de Caza
Antes de la medalla en 2022, el coronel ha reconocido que fue Koldo García quien introdujo a Víctor de Aldama como colaborador a finales de 2017. Un extremo que no encaja con las pesquisas de la UCO, en las que se evidencia que ambos se conocieron a mediados de 2018 a través de Rubén de Aldama, escolta de Ábalos en el Ministerio de Transportes y hermano del presunto cabecilla de la trama. También ha dicho que existe una parte de la relación con la Guardia Civil que no podía concretar por afectar al desempeño del Servicio de Información, pero sí ha querido «contextualizar» que se le diera una medalla por fines altruistas: primero por participar en la recogida de fondos para una carrera solidaria y luego por ayudar a una «niñita» con una enfermedad hija de un agente en Zamora.
El mando también ha contestado a preguntas sobre la jornada de caza en la que participó junto a Aldama, agentes del FBI y de la CIA, y, ha revelado, el comandante investigado, Rubén Villalba. Vázquez ha subrayado que este tipo de encuentros entran dentro de las «relaciones ordinarias de conciliación» con servicios de inteligencia extranjeros, pero ha evitado responder, a preguntas del PP, si Aldama pagó la jornada de cacería, así como otros gastos detenidos de la montería.
«Teatralización»
Por otro lado, el coronel ha calificado de «fábula» que Víctor de Aldama y el resto de detenidos dispusiera de teléfonos encriptados, matizando que como colaborador de la UCE-2 Aldama pudo utilizar algún «medio telefónico» pero con «tarjetas prepago» y, por tanto, de uso común. «Ninguna fantasía de medios encriptados o ilocalizables», ha dicho. Sí ha admitido, en cambio, que tuvo constancia de la vigilancia ficticia que los agentes de la unidad de Rubén Villalba realizaron en las oficinas de Víctor de Aldama, en Madrid.
En relación a las conversaciones que el coronel mantuvo con el investigado hasta poco antes de su arresto sobre la preocupación que existía en su departamento tras la detención de sus entonces confidentes, García y Aldama, el coronel ha explicado que se trataba de una «teatralización» dentro de lo que ha calificado como un «proceso de revisión interno» al ser este subordinado el nexo de conexión dentro de UCE-2 con los dos presuntos cabecillas de la trama.