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Las dos mentiras del CNIO: los ingresos para arte no cubren los gastos y sí compra obras

Solo recibe para arte 85.000 euros de una fundación y 100.000 de un donante, pero gasta casi un millón

Las dos mentiras del CNIO: los ingresos para arte no cubren los gastos y sí compra obras

Ilustración de Alejandra Svriz.

El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), organismo público dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, es protagonista de una polémica en torno a sus actividades artísticas en la que las versiones oficiales sobre su financiación y el uso de recursos incurren en varias contradicciones. Según la institución, el dinero destinado a proyectos artísticos proviene de fuentes externas, no de fondos públicos destinados a la investigación científica. Sin embargo, un informe emitido por el Portal de Transparencia al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE desmiente estas afirmaciones: las cifras oficiales no concuerdan con la realidad de los gastos y las compras de obras de arte realizadas por el centro.

En primer lugar, el CNIO ha insistido en que los gastos relacionados con sus actividades artísticas, a pesar de no estar directamente vinculados con su misión principal —la investigación oncológica—, se financian con los ingresos obtenidos por esas mismas actividades artísticas. Según la versión oficial, el centro recibe donaciones de entidades externas y el arte se presenta como una forma de facilitar que la sociedad conozca la labor científica de la institución, en particular la investigación contra el cáncer. Además, se asegura que las obras de arte son donadas por los artistas, lo que implica que no existe un gasto por parte del CNIO en la compra de estas piezas.

Sin embargo, la información obtenida por THE OBJECTIVE a través del Portal de Transparencia muestra una realidad diferente. De acuerdo con el informe de dicho portal, entre 2018 y 2023, el CNIO ha invertido cantidades significativas en actividades relacionadas con el arte, que incluyen la compra de obras y otros gastos asociados. En total, el centro ha destinado casi un millón de euros en un solo año y cerca de tres millones de euros entre 2018 y 2023 para este tipo de actividades. De este total, 291.979,35 euros corresponden específicamente al coste de «las obras elaboradas». A estos gastos se deben sumar los costes derivados de los sueldos del personal de la Oficina de Imagen Institucional, que gestiona las actividades artísticas del CNIO. Entre 2018 y 2023, estos costes laborales han ascendido a 585.106 euros, lo que eleva el total de los gastos relacionados con las actividades artísticas a 877.788 euros.

El CNIO sostiene que «sus proyectos artísticos se financian mediante fondos procedentes de una fundación que colabora expresamente con la institución para crear obras de arte inspiradas en la ciencia, con el objetivo de dar a conocer al público la investigación de excelencia que se lleva a cabo en el centro». Además, aseguran que el centro «recibe una donación anual superior a los 100.000 euros para su programa artístico».

Sin embargo, el informe oficial firmado por Eva Ortega, secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, revela una cifra diferente sobre los ingresos de CNIO-Arte entre 2018 y 2023. Según este documento, los ingresos obtenidos son los siguientes: una donación de 85.000 euros por parte de la Fundación Banco de Santander, contribuciones a través de la plataforma Amigos del CNIO que suman 600.000 euros, y los 13.216 euros obtenidos por la venta de fotograbados en 2019. Además, se detalla que los 100.000 euros anuales mencionados corresponden a una aportación de un único donante, cuya contribución es asignada a discreción de la directora del programa a través de la plataforma Amigos del CNIO.

Si los ingresos procedentes de las donaciones anónimas para la lucha contra el cáncer se han destinado, como asegura el CNIO, a la contratación de ocho investigadores postdoctorales, entonces resulta evidente que el gasto generado por las actividades artísticas, que asciende a casi un millón de euros al año, no puede ser cubierto por los 85.000 euros que dona la Fundación Banco de Santander ni por los 100.000 euros anuales aportados por un donante anónimo, ya que estos ingresos son casi cinco veces inferiores al coste total de las actividades artísticas. Según fuentes internas del CNIO, esto ha llevado a la utilización de recursos del propio centro, que se encuentra actualmente en una situación financiera crítica, con un déficit de 4,5 millones de euros. Esta crisis ha sido tan grave que el CNIO no dispone ni siquiera de los fondos necesarios para adquirir equipos esenciales, como los microscopios confocales, vitales para su labor investigadora.

Por otro lado, el CNIO ha afirmado que las obras de arte son «donadas por los artistas, con un valor de mercado que ronda los 30.000 euros», lo que implicaría que el centro no adquiere las piezas. Sin embargo, esta afirmación tampoco es correcta. En el citado informe del Portal de Transparencia, emitido por el Ministerio de Ciencia, reconocen que los gastos de este proyecto «incluido los importes de las obras elaboradas y excluidos los correspondientes a personal» han sido de 201.979,35 euros entre 2018 y 2023. Lo que demuestra que el CNIO ha realizado un gasto considerable en actividades artísticas, incluyendo la compra de obras, a pesar de las afirmaciones contrarias.

Viajes a Mozambique y Washington

Además de los gastos directos en la compra de obras de arte, el CNIO ha hecho viajes internacionales para la promoción de sus actividades artísticas y para la elaboración de las obras, lo que ha supuesto un gasto adicional. Según los informes, se han organizado desplazamientos a destinos como Mozambique (con un coste de 5.542,06 euros), Oslo (6.503,78 euros), Chicago (4.523,83 euros) y Washington (4.177,74 euros), entre otros. Estos gastos han sido justificados dentro del marco de las actividades artísticas del centro, pero también generan cuestionamientos, ya que en los estatutos del CNIO no se contempla la promoción del arte como una de sus funciones principales.

Este periódico también ha revelado que el CNIO ha contratado a personal ajeno al ámbito científico, específicamente a un galerista y otros dos empleados dedicados a la promoción y gestión de actividades artísticas. El coste anual de sus sueldos asciende a 200.000 euros, lo que ha suscitado inquietud entre algunos miembros de la comunidad científica del ente, que consideran que estos gastos resultan una anomalía en una institución cuya función principal es la investigación científica. Estos tres empleados no tienen formación científica ni están vinculados de manera directa a los objetivos del centro, lo que hace aún más cuestionable la asignación de recursos para mantenerlos en plantilla.

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