Así fue la espectacular huida con sábanas de dos presos en la cárcel de Picassent
Los internos, ambos españoles, aprovecharon el alboroto en su módulo por un partido de fútbol para darse a la fuga
Casi un año después de la polémica fuga de Yousef Mohamed Lehrech, alias El Pastilla, que salió andando tranquilamente por la entrada principal de la cárcel de Alcalá-Meco (Madrid) tras colarse por una puerta, aprovechando que los familiares visitaban al resto de reclusos antes de las fiestas navideñas, otros dos reclusos, en este caso de la prisión de Valencia II, en Picassent, volvieron a ser protagonistas de la misma historia en la noche del pasado sábado. Una fuga, si cabe, aún más de película. Los internos se beneficiaron del alboroto que estaba provocando en las celdas un atractivo partido de fútbol, el que jugaban el FC Barcelona y el Atlético de Madrid, para salir de su estancia, ir hasta una ventana, descolgarse con una soga y llegar al exterior sin que ningún funcionario, ni penitenciario ni policial, se diera cuenta.
Según detallan a THE OBJECTIVE distintas fuentes penitenciarias, la fuga se produjo entre las 21.00 horas -cuando los funcionarios comprobaron que ambos, Sergio C. D. y David M. G., de nacionalidad española y con condenas por delitos contra la propiedad, estaban en su celda-, y las 23.00 horas, momento del primer recuento y cuando los trabajadores dieron la voz de alarma sobre su ausencia. Probablemente los dos reclusos ya estaban a kilómetros de allí, teniendo en cuenta que el partido de fútbol había comenzado dos horas antes, revelan las mismas fuentes.
Antes, en cualquier caso, los dos internos sortearon un gran número de obstáculos. Aunque, según detallan fuentes penitenciarias, poco complicados teniendo en cuenta «el deterioro de las instalaciones y de los sistemas de seguridad» del centro. El primer paso fue salir de la celda en el módulo 2, el que alberga a los presos más conflictivos. Después, en medio del barullo, se desplazaron a una ventana, hicieron palanca con una barra para forzar los barrotes y se descolgaron de una altura de dos plantas colgados de una soga que habían fabricado con sábanas, tal como puede advertirse en la imagen que ilustra este artículo.
La «tormenta perfecta»
Una vez lograron bajar el muro, los dos presos se dirigieron a la puerta por la que entran las mercancías al recinto penitenciario y, tras romperla, abandonaron la prisión. Ninguna cámara ni ningún efectivo de la Guardia Civil detectó en ese momento la huida. Por ahora, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha abierto una investigación interna para aclarar los hechos. Tras percatarse de la fuga, el departamento dirigido por Ángel Luis Ortiz dio aviso a las fuerzas de seguridad, que buscan desde la madrugada del pasado domingo a los dos reclusos.
En una primera reconstrucción, distintas fuentes penitenciarias advierten de que las «deficiencias de seguridad» fueron claves para que los internos se diesen a la fuga. «Se trata de una prisión con más de treinta años de antigüedad y muy deteriorada. La carpintería metálica está muy oxidada, prácticamente se deshace. Y los sistemas de seguridad son muy antiguos, están obsoletos». Si a esta situación, prosiguen estas fuentes, «sumas que en partido de fútbol los internos aporrean puertas y ventanas y es muy difícil distinguir ruidos, tenemos como resultado ‘la tormenta perfecta’».
30 años sin reformas en Picassent
En el mismo sentido, fuentes sindicales advierten de que, pese a su deterioro, no se han realizado «reformas significativas» en la prisión. «Hace unos días se recibió la visita del secretario general de Prisiones, Ángel Luis Ortiz, para que viera de primera mano el estado de la cárcel. Al parecer, hay prevista una inversión para remodelar algunos módulos. No obstante, se le expuso que había prioridades, como lo son los barrotes corroídos y en mal estado. Lamentablemente, en unos días lo hemos podido comprobar», señalan desde ACAIP-UGT. La ventana por la que se descolgaron los dos presos presentaba graves deficiencias, como puede advertirse en la imagen.
Este sindicato denuncia que «la prisión de Picassent es el mayor complejo penitenciario de España y requiere de una gran inversión en mejoras de sus infraestructuras. No se puede permitir que los elementos de seguridad pasiva no cumplan su función». Del mismo modo, el sindicato TAMPM insiste en que es más patente que nunca la falta de medios técnicos y humanos y la necesidad de una mayor apuesta por la seguridad. «Solicitamos lo necesario para garantizar que esto no se vuelva a producir en el futuro». Con esta doble fuga, son 24 el número de evadidos en las cárceles españolas en los últimos 20 años, según la estadística oficial. La mayoría de presos se dan a la fuga cuando acuden al médico o tienen un permiso de salida y aprovechan para no volver.