Aldama contrataba a potenciales yihadistas para que la Guardia Civil los tuviese controlados
Les daba trabajo en sus restaurantes y facilitaba de esa forma su vigilancia: un papel clave, según las fuentes

El presunto comisionista Víctor de Aldama. | EP
El «nexo corruptor» del caso Koldo, Víctor de Aldama, desempeñó un papel crucial en la lucha antiterrorista a través de su colaboración con la Unidad Central Especial 2 (UCE-2) del Servicio de Información de la Guardia Civil. Hasta el momento no había trascendido qué función cumplía el cabecilla de la trama dentro de esta unidad. De hecho, el coronel Francisco Javier Vázquez se amparó ante el juez en la Ley de Secretos Oficiales para no revelar los motivos por los que condecoró al comisionista en 2022. Pero THE OBJECTIVE ha podido saber en exclusiva cuál era la función que ejerció Aldama dentro de esta unidad especializada en terrorismo internacional. Fuentes cercanas al caso han revelado la clave de su implicación: Aldama fue responsable de reclutar y emplear a individuos sospechosos de radicalización yihadista en sus restaurantes, facilitando de este modo su vigilancia por parte de la Benemérita. Como apuntan las fuentes consultadas, «muy pocos empresarios se atreven a hacer algo así».
La colaboración de Aldama con la Guardia Civil comenzó en 2019, según confirmó el propio coronel Vázquez ante el juez que investiga el caso Koldo, Ismael Moreno. Sin embargo, la vinculación de Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos, data de una década antes. El coronel jefe de la UCE-2 reconoció ante la Audiencia Nacional que tanto Aldama como García colaboraban con su unidad. Durante su declaración como testigo, Vázquez afirmó mantener «conversaciones y encuentros cordiales» con Aldama, a quien condecoró en 2022 con la Orden del Mérito de la Guardia Civil. Sin embargo, al ser cuestionado sobre los servicios prestados por Aldama, el coronel apeló a la Ley de Secretos Oficiales para no profundizar en los detalles.
El coronel también señaló que Koldo García había sido un colaborador activo en la lucha contra ETA. Llegó a comentarle que le seguían agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y que se ponía a disposición de la Guardia Civil, ofreciendo incluso las llaves de su casa.
Un papel clave en la lucha antiterrorista
El papel de Aldama dentro de la lucha antiterrorista era, según las fuentes consultadas, fundamental. A través de sus restaurantes, reclutó a posibles terroristas yihadistas, permitiendo a la Guardia Civil mantenerlos bajo vigilancia constante. «Es más fácil seguir los pasos de alguien que tiene una rutina y un trabajo», aseguran. Además, en algunos casos se les proporcionaba teléfonos móviles intervenidos, una herramienta adicional para el control de los sospechosos. Esta operación, aseguran las fuentes, fue «arriesgada» y «valiente», pues, tal como subrayan, «muy pocos empresarios se arriesgan a contratar a personas vinculadas al terrorismo islamista».

Los reclutados trabajaron en el sector de la hostelería en varios de los restaurantes que Aldama poseía en el entorno de las Cuatro Torres de Madrid, un centro financiero que alberga algunos de los edificios más altos de la capital española. Uno de estos establecimientos, el restaurante Wellow, ahora llamado Tria Restaurante, situado en el Paseo de la Castellana, fue testigo de la estrecha relación que Aldama forjó con Koldo García y el propio exministro Ábalos. En 2019, el Wellow se convirtió en el punto de encuentro habitual de este círculo de poder.
El restaurante Wellow no solo fue un centro de operaciones, sino también el lugar donde Aldama y García organizaron el 60 cumpleaños del exministro Ábalos, celebrado el 8 de diciembre de 2019. La fiesta, organizada como una sorpresa para Ábalos, reunió a amigos, familiares y colegas políticos del ministro. En las fotografías de la celebración, publicadas en exclusiva por THE OBJECTIVE, Aldama aparece como parte del círculo cercano de Ábalos, destacándose en una imagen tomada justo detrás de la exmujer del ministro, Carolina Perles, en el momento en que Ábalos soplaba las velas. Fuentes presentes en la fiesta describen a Aldama como un «amigo cercano» del exministro, un vínculo que se refleja en su participación activa en la celebración.

Apenas dos semanas después de este evento, el mismo restaurante acogió la cena de Navidad del equipo de Ábalos en el Ministerio de Transportes. Una fotografía exclusiva de THE OBJECTIVE muestra a Ábalos, acompañado de su mujer, Carolina Perles, y de sus colaboradores más cercanos, incluyendo a Patricia Ruiz, la esposa de Aldama y empleada habitual del restaurante.

La condecoración y el reconocimiento oficial
Fue en 2019, tras su estrecha relación con Ábalos y Koldo García, cuando Aldama puso sus restaurantes a disposición de la Guardia Civil, ofreciéndolos como herramientas para las operaciones de control y vigilancia. Este gesto de colaboración fue reconocido por la institución, que en 2022, le otorgó la condecoración de la Cruz de la Orden del Mérito con distintivo blanco, una medalla entregada a propuesta de la directora general de la Guardia Civil, tal y como adelantó El Mundo.
Durante la ceremonia de condecoración, el coronel Francisco Javier Vázquez, en representación del Cuerpo, expresó que la medalla otorgada a Aldama no era simplemente una recompensa, sino un reconocimiento a su valentía e implicación en la causa. «No te entregamos esta medalla a título de premio, sino porque te sientes casi guardia civil», dijo Vázquez. En su discurso, destacó los «profundos valores y el altruismo» de Aldama, valorando su disposición a aportar «pequeñas cosas» sin esperar nada a cambio.
Sin embargo, tras los últimos desarrollos judiciales, la Guardia Civil ha prohibido a Aldama el uso de la medalla que le fue concedida. La decisión se basa en un dosier que recopila información sobre los procedimientos judiciales en su contra y justifica la medida por la «alarma social» que ha generado su implicación en el caso.