Crean el primer sindicato de policías trans con estética varonil pero sexo registral femenino
Trans No Normativos busca acabar con la «brecha salarial, pues los mossos y ertzainas cobran más por el mismo trabajo»
![Crean el primer sindicato de policías trans con estética varonil pero sexo registral femenino](https://theobjective.com/wp-content/uploads/2024/03/MARCOS-TRANS-0103-1-2.webp)
Ilustración de Alejandra Svriz.
Trans No Normativos (TNN) sigue expandiéndose. Impulsada por un grupúsculo de militares, policías nacionales y guardias civiles, la asociación, que representa a personas con estética masculina pero que son mujeres gracias a la ley trans, ya cuenta con un sindicato policial, el primero de esta índole. Este martes la vicepresidenta de TNN, Daniel Gallardo, ha presentado la solicitud para la creación del sindicato, con el objetivo de «canalizar las reivindicaciones del colectivo trans no normativo dentro de la Policía Nacional».
«La falta de criterio a la hora de tomar decisiones en diversos ámbitos respecto al régimen de vida, vestuarios y aseos con respecto a este colectivo ha creado una barrera y unos problemas entre compañeres que deberían ser ajenos al colectivo», explican fuentes de TNN, que denuncian también «la ridiculización del personal trans no normativo por parte de diferentes medios de comunicación, políticos e incluso personal de la judicatura». Ahora celebran que ya están «sindicades».
Desde que este medio anunció la constitución de la asociación TNN, en febrero del año pasado, los ataques contra sus miembros se han sucedido de manera descarnada. Los trans no normativos han sido acusados de cometer «fraude de ley». La FELGTBI+ llegó a solicitar que la Fiscalía actuase «con contundencia y rigor» contra los miembros de TNN por «hacerse pasar por trans de manera grotesca», a lo que estos replicaron denunciando su «odio transexcluyente».
«Brecha salarial»
También han calentado las tertulias televisivas cuando han aparecido en ellas, siendo increpadas, sobre todo, por feministas radicales. Es decir, que una gran parte de los medios y del colectivo LGTBI no los habría aceptado como trans, lo cual, dicen, «nos afecta gravemente». Por eso han decidido crear un sindicato: para comenzar a defender sus derechos. Entre ellos, acabar con la «brecha salarial», ya que los mossos y ertzainas cobran más que ellas por el mismo trabajo.
Además, entre sus próximos objetivos está el comenzar a denunciar por «transfobia» a quienes nieguen su condición y organizar una carrera popular. Para ello se plantean comenzar a cobrar una cuota anual a sus socios.
TNN
Las integrantes de la asociación Trans No Normativos son ya alrededor de 1.500 personas que han cambiado su sexo registral de varón a mujer. Su razón de ser es ofrecer asesoramiento legal a quienes desean realizar la misma transición, así como «ayudar y dar visibilidad a personas trans que no tienen una expresión de género acorde a lo que la sociedad entiende como mujeres, para que el feminismo tradicional y excluyente no nos borre de la sociedad».
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Su presidenta es Juanjo, la militar que se ha propuesto «acabar con el patriarcado», mientras que el asesoramiento jurídico corre a cargo de la abogada Javier Sanz. «Desde casos de violencia de género hasta procesos de divorcio y asuntos relacionados con menores, contarás con el respaldo de una profesional comprometida con la comunidad transgénero», anuncia TNN en su página web.
La asociación, constituida el 22 de febrero de 2024, no cobra cuotas anuales, pero lo hará en un futuro. Su logo es una versión algo machirula del ínclito cartel feminista que reza We can do it! («¡Podemos hacerlo!»), utilizado como propaganda para los soldados norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial, pero resignificado por el feminismo para sostener que las mujeres pueden realizar cualquier actividad –incluso las que implican fuerza física– igual o mejor que los hombres.
Son críticas con el feminismo clásico, de raigambre marxista, ya que «es contrario a esta ley e intenta por todos los medios demonizar a las personas transgénero que hacen uso del derecho adquirido gracias a ella. Para ello, no dudarán en tildarnos de locas por nuestros ‘desvaríos’ o ‘provocadoras’, por acudir a diversos medios para darnos visibilidad». Se dicen seguidoras de la teoría queer, pero el colectivo LGTBI tampoco las representa. Son mujeres, dicen, «libres y empoderadas».