Lío entre la Guardia Civil y la Policía por la seguridad del carnaval en el puerto de Tenerife
La Benemérita denuncia que fue «expulsada» pese a tener las competencias tras imponerlo el delegado del Gobierno

Un festejo del carnaval de Santa Cruz de Tenerife. | EP
Lío entre la Guardia Civil y la Policía Nacional por la seguridad del carnaval de Santa Cruz de Tenerife (Canarias). Según denuncian distintas fuentes del instituto armado, los agentes de la Benemérita fueron expulsados el pasado de 20 de febrero del puerto de capital tinerfeña, donde estaba ubicada la feria del citado evento y en la que estaban prestando labores de patrullaje y vigilancia. Una serie de funciones que habían sido previamente acordadas en una junta local de seguridad con motivo del carnaval, pero que el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, decidió cambiar en favor de la Policía Nacional ese mismo día y sin avisar previamente a los mandos de la Guardia Civil. La decisión que ha generado indignación y malestar en el cuerpo.
Dieciséis días antes, el pasado 4 de febrero, la Junta de Seguridad se reunió para diseñar el dispositivo de los festejos y las autoridades policiales y políticas presentes en la misma, entre ellas el subdelegado del Gobierno en Tenerife, Javier Plata, acordaron que fuese el instituto armado quien se encargase de la seguridad ciudadana del evento, al tener encomendadas esas funciones en el recinto portuario. Sin embargo, sobre las 20.00 horas del primer día de la feria, un grupo de 15 agentes de Policía llegó al espacio y afirmó que debían que hacerse cargo de los citados trabajos por orden de sus superiores.
Según señalaron estos funcionarios al mando de la Guardia Civil y responsable del operativo, «acudían para hacerse cargo de la seguridad, ya que —a su juicio— el recinto portuario pertenecía a su demarcación territorial, por ser parte de la ciudad, y tenían órdenes de sus superiores». Ante esto, el jefe del dispositivo informó a la cadena mando que la Policía se había presentado para hacerse cargo del servicio, ya iniciado desde hacía unas horas por el instituto armado, pese a lo acordado hacía tan solo dos semanas en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
La Guardia Civil, expulsada
Una vez comunicado el incidente, el delegado del Gobierno comunicó a los guardias civiles que debían abandonar el puerto, habida cuenta de que la Policía Nacional se haría cargo de esas funciones. Una decisión «insólita» y que ha generado gran enfado en el instituto armado de Canarias tan solo días después de conocerse que Interior baraja la posibilidad de sacar de la comunidad autónoma al Grupo de Respuesta y Reserva (GRS) de la Guardia Civil, según denunciaron todas las asociaciones profesionales del Cuerpo en un comunicado. Cabe destacar que este último incidente se enmarca en el conflicto histórico que mantienen ambos cuerpos por las competencias en los puertos marítimos. La Policía defiende que si el recinto está en una capital de provincia, la competencia de seguridad le pertenece; y la Guardia Civil defiende que es la única con competencias definidas en los puertos.
La Unión de Oficiales, organización que representa a la mayoría de mandos en la Guardia Civil, califica lo ocurrido en la feria de «sinsentido». En primer lugar, porque «el servicio en cuestión se enmarcaba dentro de la coordinación y colaboración en Junta Local de Seguridad con el fin de conseguir la mayor seguridad posible a través de un uso eficiente y eficaz de los recursos que todas las administraciones aportan con motivo del carnaval». Y, en segundo lugar, porque el recinto portuario es el ámbito donde la Guardia Civil desarrolla sus competencias todos los días (…) en consonancia con la actual legislación y con la demarcación policial propia, en la que el cuerpo desarrolla los cometidos de custodia, protección y vigilancia del citado puerto».
Además, advierten desde la Guardia Civil, durante los últimos meses, en los cuales se han celebrado distintos eventos culturales con aforos de hasta 30.000 personas en la misma zona del puerto, ha sido este cuerpo el que se ha encargado de garantizar «con éxito» la seguridad, «siendo la institución felicitada por diversas autoridades en relación al trabajo realizado». En ningún momento, la Policía Nacional ha ejercido funciones de seguridad ciudadana en el recinto portuario, porque saben que no es su demarcación territorial», denuncian fuentes del instituto armado.
Una «gestión ineficiente»
La asociación profesional califica de «asombrosa» y «lamentable» «que después de acordarse en una reunión con las autoridades el diseño de un servicio de seguridad, este se modifique unilateralmente, con absoluto desprecio a quienes ya lo estaban prestando». Lo que, «además, supone una ineficiente gestión de los servicios públicos, enviando efectivos que deberían estar prestando seguridad en otras partes de la ciudad, para sustituir a los guardias civiles que ya estaban allí cubriendo la seguridad del evento».
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) también ha mostrado su indignación y enfado y culpa directamente al «alto mando» de la Policía que, según su versión, ordenó la retirada del instituto armado del dispositivo de seguridad en el recinto portuario. «Exigimos explicaciones inmediatas de la Delegación del Gobierno y rectificación de esta medida injustificable, que atenta contra la coordinación policial y la seguridad ciudadana. No podemos tolerar que se tomen decisiones unilaterales que socaven el trabajo de la Guardia Civil y perjudiquen a la ciudadanía, que merece un dispositivo de seguridad eficiente y bien organizado».