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Bono inyectó 450.000 euros a la ONG de Ábalos para hacer construcciones en Perú

La Junta de Castilla-La Mancha se convirtió en el segundo mayor benefactor de Fiadelso en el país andino

Bono inyectó 450.000 euros a la ONG de Ábalos para hacer construcciones en Perú

José Bono y José Luis Ábalos. | Ilustración de Alejandra Svriz

Castilla-La Mancha aportó durante los gobiernos de José Bono más de 450.000 euros a Fiadelso, la ONG que creó José Luis Ábalos. El destino de los fondos públicos fueron cuatro proyectos de construcción en los que la entidad vinculada al exministro de Transportes actuó como «canalizador» del dinero. El nombre de la organización sin ánimo de lucro, sin embargo, no aparece en los registros de los proyectos solidarios financiados por la Junta castellanomanchega.

Durante los años que Bono estuvo al frente de la Junta de Castilla-La Mancha, la comunidad autónoma se convirtió en el segundo mayor benefactor de la ONG de Ábalos para sus proyectos en Perú. Solo le superó la Generalitat Valenciana, que aportó casi un millón de euros, el 70% del total. Un hecho comprensible porque Fiadelso tenía la sede en esa región y estaba bajo el auspicio del Protectorado de Fundaciones de la Generalitat Valenciana.

De los 2,3 millones de euros públicos que canalizó Fiadelso a Perú, las administraciones gobernadas por el PSOE aportaron 657.993 euros, el 29% del total. Destacan los patrocinios de Castilla-La Mancha durante la etapa de Bono que, entre otros, financió dos proyectos cercanos o superiores a los 100.000 euros en el departamento (provincia) de Cajamarca y la construcción del edificio escriturado a nombre de Ábalos en Chimbote.

Ficha oficial de la AECID sobre una de las obras de Fiadelso en Perú financiada por Castilla-La Mancha.

Apoyo a Ábalos

El apoyo de Bono a la ONG de Ábalos se materializó en cuatro proyectos, todos de construcción. La iniciativa a la que se destinaron más fondos fue la «mejora de la situación sanitaria del AAHH Ramiro Pírale», según los registros de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), organismo vinculado al Ministerios de Exteriores. En la ficha oficial consultada por THE OBJECTIVE consta que con los 162.395 euros aportados «se instalaron 2.023 metros de tubería de alcantarillado y se conectaron 186 domicilios a la red de agua potable y alcantarillado».

Junto a ese proyecto, el Gobierno de Bono financió otros tres por valor de 90.151 euros, 114.995 euros y 83.464 euros, respectivamente. La cantidad total supera ligeramente los 450.000 euros. Cabe recordar que, como ha denunciado en El Debate el antiguo socio del exministro en Perú, Segundo Valle Cortez, esas obras irían acompañadas de comisiones de entre el 20% y 50% a favor del propio Ábalos.

«Proyectos solidarios» a golpe de ladrillo. La lista de las 39 iniciativas que acometió la ONG de Ábalos entre marzo de 1998 y 2010 abarca seis departamentos de Perú. La mayoría del dinero tuvo como destino la provincia de Cajamarca. Esta región montañosa al norte del país fue agraciada con 1,17 millones de euros públicos. El resto del dinero se repartió entre otras cinco provincias, incluida Áncash, donde se desarrollaron más proyectos, 19 intervenciones por un valor de 897.639 euros públicos.

Fiadelso construyó en 2002 en Chimbote un centro social gracias a aportaciones de diferentes administraciones, entre las que destacó Castilla-La Mancha, principal patrocinador. La actuación sufragada con los fondos que aportó el Gobierno de Bono necesitó casi 150.000 euros que a día de hoy han multiplicado su valor por ocho. El edificio se levantó sobre un terreno de 450 metros cuadrados que la municipalidad de Chimbote cedió a la ONG de Ábalos en condiciones ventajosas, apenas 430 euros, para que pudiera desarrollar su labor social.

El terreno en Chimbote

El terreno se registró a nombre de Ábalos y otro colaborador, Manuel Valls Ferrer, ya fallecido, porque la ONG no contaba en ese momento con personalidad jurídica en Perú. El compromiso fue traspasar la propiedad a Fiadelso en cuanto fuese posible, algo que nunca sucedió.

Durante su etapa como diputado, el exministro jamás hizo referencia al inmueble en sus declaraciones de bienes en el Congreso, aunque estaba obligado. En su declaración en el Tribunal Supremo el pasado 20 de febrero, Ábalos explicó que el edificio se encontraba a su nombre de manera «circunstancial», ya que la ONG, en trámites de extinción, no dispone de personalidad jurídica.

La ONG que fundó Ábalos en 1992 emprendió un total de 39 iniciativas en Perú, según la documentación oficial consultada por este diario. Todas son obras públicas y construcciones ejecutadas a través de entidades y empresas de construcción locales. Para semejante empresa, Fiadelso obtuvo más de 2,3 millones de euros procedentes de subvenciones públicas.

El 70% de esa cantidad procedió de administraciones gobernadas por el PP, a pesar de que Ábalos era militante socialista. La Comunidad Valenciana, región en la que se ubicaba la ONG en trámites de extinción, se convirtió pronto en su mayor benefactor. El gobierno regional financió entre 1998 y 2006 una decena de proyectos en el país andino con más de un millón de euros, casi la mitad del total de las ayudas. También aportaron dinero diputaciones y ayuntamientos gobernados por los populares.

Financiados por el PP

El Gobierno de Eduardo Zaplana comenzó a colaborar con Fiadelso en 1998, seis años después de la creación de la entidad. La primera contribución fue de 84.436 euros, casi el importe íntegro para una obra de abastecimiento de agua potable y alcantarillado en Chimbote, el municipio donde el exministro tiene escriturado un edificio de 900 metros cuadrados a su nombre.

La documentación oficial a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE revela que el Gobierno de Eduardo Zaplana financió a Fiadelso en seis programas con 458.000 euros. La colaboración comenzó en 1998, seis años después de la creación de la entidad. La primera contribución fue de 84.436 euros, casi el importe íntegro para una obra de abastecimiento de agua potable y alcantarillado en Chimbote, el municipio donde el exministro tiene escriturado a su nombre un edificio de 900 metros cuadrados.

El sucesor de Zaplana, el también popular Francisco Camps, incrementó las subvenciones, llegando a financiar cuatro proyectos de la ONG de Ábalos en Perú con 573.619 euros. Entre los programas que respaldó se encuentra la mejora del abastecimiento de agua potable de un centro social en el departamento de Cajamarca, que financió con 189.300 euros, y la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales en Celendín, a la que aportó más de 181.000 euros.

La polémica que se cierne sobre Ábalos ha motivado que Exteriores comience a inspeccionar las ayudas públicas que recibió Fiadelso para sus actuaciones en Perú. Fuentes internas explican a THE OBJECTIVE que en los últimos días, los funcionarios han comenzado una ardua tarea para analizar cada uno de los «proyectos solidarios» que desarrolló la ONG en el país andino. Este diario ha intentado ponerse en contacto sin éxito con el departamento que dirige José Manuel Albares. Desde Aecid se han limitado a «tramitar» la consulta.

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