La Guardia Civil de Cantabria detuvo en octubre a otro agente que tenía pinchado el gas
El instituto armado ha evitado por ahora investigar otro caso de un mando que pinchaba la luz en el cuartel de Laredo

Un guardia civil, en una imagen de archivo. | EP
La Guardia Civil de Cantabria ha evitado abrir por ahora una investigación interna al mando que, según ha publicado THE OBJECTIVE, ha pinchado supuestamente la luz durante tres años en su vivienda oficial en el cuartel de Laredo. No obstante, según revelan a este periódico fuentes de la Benemérita, el pasado mes de octubre, el instituto armado sí decidió detener e investigar por un presunto delito de defraudación de energía análoga a un guardia civil por haber pinchado el gas en su vivienda, en el acuartelamiento de Torrelavega. Una situación de «diferente trato entre oficiales y agentes que indigna a los componentes del Cuerpo en Cantabria», critican las mismas fuentes.
En el caso de Torrelavega, prosiguen fuentes del cuerpo, el instituto armado decidió investigar e iniciar acciones disciplinarias contra el agente el mismo día que tuvo conocimiento del impago de sus facturas. Sobre lo ocurrido con el anterior teniente adjunto de la Guardia Civil en Laredo, sin embargo, por el momento no se ha tomado ninguna decisión pese a que la cúpula tiene conocimiento sobre ello desde hace varios meses. De acuerdo con la denuncia anónima, a la que ha tenido acceso este periódico, el responsable policial se aprovechó de que la titularidad del contrato era del instituto armado para no tener que pagar los recibos, pese a que, como dicta la normativa interna, el funcionario debe asumir los citados gastos cuando entra a vivir en una casa oficial.
El citado escrito narra como el teniente adjunto —ahora capitán— entró en la vivienda en marzo de 2022 y no fue hasta agosto de 2024 cuando el instituto armado dio cuenta «de esta ilegalidad, subsanó el error y remitió varios recibos de luz» al mando de Laredo. Sin embargo, este último se negó a abonarlos, habida cuenta de que «había obtenido un nuevo destino en Madrid». La situación ha llegado a tal extremo que la empresa suministradora ha enviado varias veces a empleados con cartas de impago de luz al mencionado teniente adjunto, señala el documento. Por ahora nadie ha pagado esas facturas.
Alarma entre los guardias civiles
La visitas continuas de los trabajadores de la compañía eléctrica al acuartelamiento de Laredo fue lo que hizo que el resto de guardias civiles se enterasen de los impagos de su mando y de que «el contador estaba alterado». Una situación que creo «una gran alarma social entre los componentes del cuartel de Laredo y de Cantabria». El agente que ha denunciado estos hechos de manera anónima, no obstante, revela que el citado medidor eléctrico estaría modificado, es decir, a nombre de la Guardia Civil, al menos desde 2019.
Al parecer, desgrana el documento, ese año se hizo una obra en el cuartel de Laredo para que una dependencia oficial del mismo se convirtiese en la nueva vivienda y domicilio del teniente adjunto de la Compañía de Laredo. Sin embargo, esa «nueva vivienda no se adjudicó a ningún teniente hasta 2022», quedando durante estos tres años bajo responsabilidad del entonces mando de la Compañía de Laredo y ahora jefe de Policía Judicial e Información de Cantabria. En ese momento, concreta el documento, los gastos derivados del domicilio oficial ya se ponen a cuenta de la Guardia Civil.
No obstante, el espacio no queda en desuso, sino que se emplea por parte del instituto armado, pero supuestamente de forma irregular. «De esta manera y bajo la responsabilidad y conocimiento del —entonces— capitán de la compañía, esta vivienda es utilizada» durante ese lapso de tiempo «para diversas cosas particulares entre ellas, ser el vestuario de un oficial de la Guardia Civil que no reside en el acuartelamiento con la presunta ilegalidad de que la Dirección General de la Benemérita es la que está pagando la luz» de la vivienda, reza la denuncia registrada por un guardia civil.
Se negó a cambiar la titularidad
Posteriormente, en marzo de 2022 es cuando se incorpora a Laredo el supuesto mando moroso, a quien se le adjudica como domicilio particular el mencionado bajo izquierda. «Al adjudicarle la vivienda se le comunica dicha ilegalidad en el contador para que la subsane y pague las facturas de la luz, pero este teniente, lejos de regularidad esta situación mantiene el contador de la firma», sostiene el escrito. En otras palabras, pese a que se advirtió al teniente adjunto de que debía cambiar la titularidad de las facturas, este las mantuvo a cargo de la Guardia Civil.
Ante este escenario, la denuncia critica que los altos mandos no hayan iniciado todavía ninguna acción o sanción contra capitán, que podría haber cometido un delito de defraudación de fluido eléctrico. Hace unos meses, esta irregularidad fue denunciada internamente y «llegó a conocimiento de la Jefatura de la Comandancia de Cantabria y de su responsable, el coronel Antonio Orantos, que no ha tomado medida alguna contra ninguno de los oficiales implicados». THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con la Comandancia de Cantabria, pero dice conocer los dos casos y, en concreto, que no tiene constancia de «cuestiones disciplinarias».