Una asociación de la Guardia Civil alerta del impacto de suspender el contrato con Israel
IGC considera que anular el pedido de munición compromete la formación anual y la operatividad básica de los agentes

Agentes de la Guardia Civil. | Europa Press
La asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC) ha expresado su «profunda preocupación» ante la noticia conocida hoy sobre la rescisión del contrato de adquisición de 15 millones de balas con el Estado de Israel. Esta decisión, calificada como «unilateral y de enorme impacto operativo», podría afectar tanto a los ejercicios formativos como a los recursos disponibles para garantizar la seguridad pública.
«El problema no es solo la munición que no llegará, sino lo que nos costará su ausencia. Hablamos de un gasto de seis millones de euros que, una vez más, no pagarán los responsables políticos, sino que saldrá de los medios asignados a los guardias civiles. Lo próximo será que nos pidan ‘disparar poco, que sale caro’», ha afirmado Daniel Fernández, portavoz nacional de IGC.
La asociación profesional de guardias civiles precisa que la munición no solo tiene un uso operativo, sino que es imprescindible para la formación básica y obligatoria en tiro que todo guardia civil debe cumplir cada año. «Sin esa munición, ¿cómo garantizamos la preparación necesaria para proteger a los ciudadanos?», se pregunta Fernández.
IGC critica además que esta decisión ahonda en la ya insostenible brecha de medios y de condiciones laborales que sufren los guardias civiles frente a otros cuerpos policiales. «Parece que no basta con que los guardias civiles tengamos menos derechos y peores sueldos. Ahora también podemos ser los únicos a los que se les mide la eficacia… por el número de cartuchos que queden sin usar», concluye el portavoz.