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El gestor eléctrico turco apunta a un exceso de renovables como causa del apagón de España

El operador apreció oscilaciones de frecuencia en la red dos horas antes del apagón en nuestro país

El gestor eléctrico turco apunta a un exceso de renovables como causa del apagón de España

Informe del operador de la red eléctrica de Turquía. | THE OBJECTIVE

Un segundo operador extranjero apunta al exceso de energías renovables como causa del apagón eléctrico que tuvo lugar en España el pasado 28 de abril. Tras las advertencias del operador francés, la compañía turca de transmisión de electricidad TEIAS (el equivalente a Red Eléctrica en España) emitió el mismo día un informe en el que apuntó a una «falla inminente» en el sistema, por una elevada proporción de recursos renovables. Según el documento del operador turco al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el origen del ‘cero eléctrico’ fue «debido a que la proporción de recursos renovables en la producción en el sistema de transmisión español era de alrededor del 83% y en el sistema portugués alrededor del 92% justo antes del colapso del sistema. Se observa que el número de máquinas rotativas que pueden aportar inercia al sistema es bastante limitado».

El gestor eléctrico turco, que se encuentra interconectado indirectamente con el sistema español a través del área sincrónica de Europa continental, pone de relieve que el Gobierno español «aún no ha anunciado oficialmente» la causa del incidente, pero refiere la existencia de «algunos indicadores» que la explican. Junto a un mapa de la red de conexión eléctrica de la Península Ibérica (España y Portugal) y Francia, el documento refleja la problemática derivada de los «riesgos de inercia» provocados por la irrupción de las renovables. «El hecho de que la potencia instalada de plantas solares y eólicas en España haya alcanzado los 66 gigavatios (GW) y que el consumo base sea casi la mitad de esto (33 GW) ha traído consigo riesgos de inercia», expone.

Asimismo, señala que «se ha experimentado dolorosamente que aumentar la producción de plantas solares y eólicas y disminuir la producción de máquinas rotativas sin desplegar suficientemente los inversores formadores de red y observar sus contribuciones a la inercia, estabilidad de voltaje y frecuencia del sistema, conlleva graves riesgos para el sistema y puede tener consecuencias serias». De hecho, el escrito hace referencia al proyecto de Inercia de Entso-e en su apelación a que «como objetivo a corto y medio plazo, todos los operadores de sistemas de transmisión deben actuar lo antes posible para alcanzar gradualmente la constante mínima de inercia». «Al examinar la tasa de disminución de la frecuencia en el momento de la falla, se puede decir fácilmente que la inercia del sistema estaba muy por debajo de este límite», incide.

El documento del operador del sistema eléctrico turco.

Avisos dos horas antes del apagón

Es destacable que el gestor eléctrico turco observa que «antes del incidente, las oscilaciones de frecuencia interregionales comenzaron alrededor de las 10.03 horas», dos horas antes del inicio del apagón a las 12:33 horas del 28 de abril. A esa hora de inicio de los avisos en el sistema, «la producción solar empezó a aumentar, con baja amplitud y continuaron unos cinco minutos sin interrupción, luego las oscilaciones comenzaron de nuevo alrededor de las 10.18 horas con el aumento de la producción solar y su amplitud aumentó hasta 170 milihercios (mHz). Dos horas después, «alrededor de las 12.00, se observa que la producción de energía renovable alcanzó el nivel máximo y la producción de máquinas rotativas que pueden proporcionar soporte disminuyó al nivel mínimo».

Parte del informe del gestor turco.

Una situación que, a juicio del operador turco, «refuerza la posibilidad de que los revés de protección en las líneas de conexión con Francia se abrieran debido a la oscilación interregional, ya que ni había suficientes máquinas rotativas para aportar la inercia necesaria para suprimir la oscilación en el sistema. Parece bastante posible que los sistemas español y portugués se volvieran más inestables debido a esta apertura y que algunos recursos de producción quedaran fuera de servicio y se produjera una caída del sistema».

Por último, el operador turco subraya la importancia de contar con tecnologías que den estabilidad al sistema español. «Ambos incidentes muestran que garantizar la estabilidad de la frecuencia en la integración de fuentes de energía renovable a la red es de gran importancia. Para evitar tales apagones, el desarrollo e implementación de inversores de inercia sintética, sistemas de almacenamiento de energía y mecanismos avanzados de control de frecuencia de cargas son de gran importancia. Además, la modernización de la infraestructura de la red y una gestión más eficaz del equilibrio entre producción y consumo de energía contribuirán a prevenir apagones similares en el futuro».

El diagnóstico francés

El otro operador de la red eléctrica que se ha pronunciado es el francés RTE. En este informe, el gestor de la red no descarta que un exceso de las renovables provocase el apagón en España y subraya que «en el momento del apagón, la producción de electricidad en España procedía de la energía eólica y solar». Según la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, señalar a las energías verdes como las causantes es «irresponsable y simplista». No obstante, en el sector energético existe un consenso generalizado de que si hubiese habido tecnologías estables en el mix energético (sobre todo hidráulica y gas) se hubiese podido detectar y aislar el desequilibrio entre la producción y la demanda.

Este escenario, con dos informes tanto de Francia como de Turquía, compromete el papel del gestor español, Red Eléctrica (participado por el Estado en un 20%), que continúa sin publicar un diagnóstico concluyente 12 días después del apagón. El Gobierno, que a través de un comité especial se ha puesto al mando de la crisis de electricidad que sufre el país, continúa protegiendo al gestor de la red sin dar nuevos detalles que expliquen cómo se quedó España sin luz durante diez horas.

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