Cinco balas menos por agente: la Guardia Civil raciona la munición por el fin del trato con Israel
El Cuerpo ha dado orden de reducir un 25% los cartuchos en las prácticas de tiro tras cancelar el contrato con Israel

Guardias civiles. | Europa Press
La Guardia Civil ya ha puesto en marcha su plan para ahorrar casi un millón de cartuchos al año en las prácticas de tiro y asegurarse una reserva mínima de munición, tras la cancelación por parte del Gobierno del contrato de compra de 15 millones de balas a una empresa israelí. En la Dirección General de la Benemérita son conscientes de que el próximo suministro de munición de arma corta no llegará hasta el primer trimestre de 2027, como ya contó THE OBJECTIVE. Así que han decidido limitar de 25 a 20 los cartuchos que puede emplear cada agente en los ejercicios de tiro que se hacen de manera semestral. De esta forma, según revelan fuentes de la Guardia Civil, el cuerpo reduce el consumo un 25% y reserva unos 800.000 recambios.
A esta medida se suma, además, la supresión de las prácticas de tiro con arma larga, aunque las fuentes consultadas no detallan desde qué fecha ocurre esto. En cualquier caso, la reducción de la cartuchería ha creado gran malestar en el seno de la Guardia Civil, habida cuenta del aumento de la criminalidad, ya que el plan limita la práctica de los agentes y esto afecta negativamente al personal que actualmente presta servicio», denuncian distintas fuentes del Cuerpo. Esta semana la polémica licitación de armamento israelí ha vuelto a salir a la luz con la dimisión del número dos del Ministerio del Interior, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez.
Aunque distintas fuentes apuntan al conflicto que mantiene el Gobierno con la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil la salida de Pérez, otras también recuerdan su responsabilidad en la compra de munición a Israel, ya que entre sus cometidos estaba supervisar y autorizar la compra de material para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y el contrato que decidió mantener activo Interior, frente a las órdenes explicitas de La Moncloa, llevaba la firma de Pérez. Grande-Marlaska asumió el error en primera persona, pero la supervisión del contrato correspondía a su mano derecha.
Sin suministro hasta 2027
La Dirección General ya asume que no reanudará su línea de suministro de munición de arma corta hasta, como pronto, el primer trimestre de 2027. Así lo asegura en un escrito desvelado por THE OBJECTIVE en el que la Dirección Adjunta Operativa y del Mando de Apoyo responde a una petición de información interna por parte de la asociación Jucil sobre la «posible falta de munición por cancelación de contrato de suministro».
En ese escrito, el instituto armado admite que en enero se dio orden de garantizar una «reserva mínima» de munición, y que ya se aplican restricciones al uso de estos cartuchos en las prácticas de tiro para «reducir los consumos».
Según el documento consultado por este diario, la Guardia Civil está trabajando en un nuevo «expediente anticipado en la presente anualidad». Se tiene previsto reiniciar la compra de munición partiendo desde cero y evitando que esta vez concurra cualquier licitador de origen israelí o que ofrezca material fabricado por firmas israelíes. Este proceso lo está gestionando el Servicio de Armamento y Equipamiento Policial.
«Reservas mínimas»
Al entender que la demora de plazos afectará directamente al suministro, y con ello a la disponibilidad de reservas, la Guardia Civil ya ha puesto en marcha medidas para garantizar una «reserva mínima de munición para arma corta y arma larga». Basándose en una decisión que tomó el Estado Mayor el pasado 23 de enero de 2025, se ha creado una «reserva operacional» en las instalaciones del Servicio de Armamento y Equipación Policial (SAEP), así como una reserva táctica a nivel Comandancia, en la que se guardará una cantidad no revelada de munición para casos de necesidades urgentes.
Tal y como ha venido informando THE OBJECTIVE, la munición adquirida a la israelí IMI Systems -la del contrato vetado- es específica para las pistolas Ramon, también de fabricación israelí. Por cuestiones puramente técnicas, los cartuchos israelíes son los únicos que funcionan plenamente con estas armas. Actualmente, hay cerca de 7.000 en activo en la Guardia Civil, distribuidas por unidades especialmente sensibles como los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) o las Unidades de Seguridad Ciudadana (Usecic). Prescindir de ese contrato supone dejar sin suministro a estas armas de uso común en esas unidades.