Estupor en la Guardia Civil por el silencio de Marlaska y su nueva 'número dos' sobre la UCO
El instituto armado fue el gran ausente en los discursos de ambos durante la toma de posesión de Aina Calvo

El ministro del Interior y la secretaria de Estado de Seguridad. | Europa Press
La Guardia Civil fue la gran olvidada este jueves en la puesta de largo que organizó el Ministerio del Interior para dar la bienvenida a la nueva secretaria de Estado de Seguridad, Aina Calvo, tras la dimisión de su antecesor, Rafael Pérez. El instituto armado no recibió mención alguna en el discurso del ministro Fernando Grande-Marlaska ni en el de la recién estrenada número dos del departamento en un momento de máximo malestar en el Cuerpo por una supuesta operación del entorno del PSOE para desprestigiar y atacar a investigadores y mandos de la Unidad Central Operativa (UCO) a cargo de distintas pesquisas que afectan al Gobierno.
En un comunicado, horas antes de la toma de posesión de Calvo, las siete asociaciones profesionales más representativas de la Guardia Civil denunciaron la «indignación» que existe entre el personal de la Benemérita por «el silencio» de Interior y de la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, ante los audios publicados de personas afines al partido socialista en distintos medios, entre ellos THE OBJECTIVE, que buscaban enturbiar las pesquisas de la UCO en el caso Koldo o el caso Begoña. En este contexto, resultó llamativo que el ministro y la secretaria de Estado eludiesen dar ese respaldo público a los agentes en la aproximadamente media hora que hablaron ante decenas de asistentes y mandos, entre los que estaban los directores de la Policía y de la Benemérita.
«La Guardia Civil debe estar por encima de intereses espurios, es urgente proteger su independencia a toda costa y esa tarea atañe tanto al ministro del Interior como a la directora general. Les recordamos que la Guardia Civil es una de las instituciones más valoradas por los ciudadanos, por su rigor, solvencia y profesionalidad. En un Estado de derecho no deben existir distinciones, sea cual sea la persona sobre la que recae una investigación. La igualdad en la aplicación de la ley exige de forma absolutamente inequívoca que todos los ciudadanos sean tratados en igualdad de condiciones sin distinciones ni favoritismos», firmaron las citadas organizaciones de la Benemérita el pasado miércoles.
«No es un buen momento nacional»
Para referirse, en teoría, a la polémica, Grande-Marlaska señaló durante su discurso que «no era un buen momento nacional para el entendimiento de la política nacional»[sic], pero sin citar en ningún momento a la Guardia Civil, ni mucho menos a la Unidad Central Operativa. Tampoco lo hizo Aina Calvo, que en declaraciones a los medios advirtió después «que la gestión pública siempre era complicada». En su speech destacó su experiencia con las fuerzas de seguridad tras su etapa al frente de la Delegación del Gobierno en Baleares y del Ayuntamiento de Palma.
De hecho, agradeció la asistencia al acto de distintos mandos de Policía y Guardia Civil de Baleares. «Con vosotros acrecenté mi reconocimiento hacia la función policial y pude confirmar que la seguridad apuntala los derechos y libertades de todos y todas», señaló la nueva secretaria de Estado, que también destacó la importancia de «la justicia social y la igualdad para construir una sociedad democrática» y agradeció al ministro su «confianza por brindarle la oportunidad de fortalecer un servicio público imprescindible».
Aina Calvo será una figura clave ahora para destensar las relaciones entre el Ministerio y la Guardia Civil. Aunque el máximo responsable del departamento es Grande-Marlaska, como secretaria de Estado de Seguridad, Calvo es la encargada directa de la coordinación operativa tanto de Policía Nacional como de Guardia Civil, por encima de los directores de los cuerpos. Y con ello, de equilibrar la presencia de ambos en la cúpula de Interior, un asunto que siempre provoca recelos entre los mandos.
«Un equipo solvente»
El ministro, que alabó sus «capacidades personales y profesionales» para el puesto, también agradeció a Aina Calvo haber aceptado el cargo en un departamento «nada sencillo, sino complejo y con muchas vicisitudes». Fue en ese momento cuando destacó que «no era el mejor momento nacional en el entendimiento de la política, pero ojalá avancemos en la política como encuentro». Marlaska aprovechó para lanzar un homenaje al ex secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, que también estaba presente en el acto, después de haber estado siete años en su área.
«No sabíamos dónde veníamos -señaló-. Conocíamos a la Policía y Guardia Civil por nuestras responsabilidades, pero había mucho más. Política Interior, la Oficina de Asilo y Refugio, Protección Civil, Tráfico…. Y todo eso lo hemos enfrentado en distintos ámbitos, también la lucha contra la criminalidad organizada y algo que para nosotros era muy importante: el plan contra las violencias sexuales. Ahí has tenido un papel fundamental y te lo agradezco», apuntó el ministro sobre Pérez. Por otro lado, quiso zanjar la polémica respecto a su salida, asegurando que había sido voluntaria. «Después de siete años, me ha pedido cuentas y un poco de tranquilidad».