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España

El número de detenidos por conducir sin carnet se ha incrementado un 31% desde 2018

En el año 2024 se ha arrestado a 141.182 personas por este motivo en España

El número de detenidos por conducir sin carnet se ha incrementado un 31% desde 2018

Agentes de la Guardia Civil efectúan un control de tráfico. | Guardia Civil

El número de personas detenidas por conducir sin carnet se ha incrementado desde el año 2018, tal y como indican los datos aportados por el Ministerio del Interior en una resolución del Portal de Transparencia a partir de una solicitud de THE OBJECTIVE. En esta fecha, los arrestados por este motivo fueron 107.609, mientras que en el año 2024, la cifra ascendió a 141.182, lo que supone un aumento del 31,21%.

Respecto a los años comprendidos entre estas dos fechas, la tendencia fue generalmente creciente (a excepción del año 2020), y la cantidad de detenidos por llevar vehículos sin permiso de conducir fueron las siguientes: 108.264 en 2019, 91.750 en 2020, 127.159 en 2021, 138.326 en 2022 y 135.573 en el año 2023.

Para poder conducir en España es necesario tener al menos 18 años y la licencia de conducir, distinta en función del tipo de vehículo; en el caso de los coches, se trata del permiso tipo B. El procedimiento para obtenerlo pasa por unas pruebas médicas y dos exámenes: uno teórico y otro práctico. Además del carnet, para circular es obligatorio llevar el DNI o NIE, la ficha técnica con ITV vigente y el seguro obligatorio del vehículo.

Para comprobar que los conductores poseen su permiso de conducción y/o si este cuenta con puntos, se hacen controles en las carreteras, que pueden ser rutinarios o por infracción. Estos son llevados a cabo por los agentes de tráfico, pertenecientes a diferentes cuerpos policiales. La Guardia Civil de Tráfico opera principalmente en vías interurbanas, mientras que la Policía Local lo hace en las urbanas. Además, la Policía Nacional puede participar en controles siempre que sea necesario, aunque no se dedica a ello directamente.

El organismo del Gobierno de España encargado de expedir los carnets de conducir es la Dirección General de Tráfico (DGT), que depende del Ministerio del Interior. Esta institución gestiona los exámenes, emite y renueva los permisos, y controla el registro de conductores. Además, se encarga de regular, vigilar y garantizar la seguridad vial en las carreteras españolas.

Sanciones

Conducir sin carnet supone un grave peligro para la seguridad vial, puesto que sin él no está demostrado que se poseen los conocimientos ni la habilidad práctica necesarios para manejar un vehículo de manera segura. En consecuencia, conducir sin el permiso necesario aumenta el riesgo de provocar o sufrir accidentes, poniendo en peligro no solo la vida del conductor, sino también la de otros usuarios de la vía.

En España, conducir sin carnet constituye una infracción muy grave, según el artículo 384 del Código Penal, que establece que se trata de delito cuando se esté al volante en los siguientes casos: sin haber obtenido nunca el permiso de conducción, tras haber perdido todos los puntos del carnet y/o tras haber sido privado, cautelar o definitivamente, de la licencia por decisión judicial.

Las penas previstas para este delito son prisión de tres a seis meses, multa económica de 12 a 24 meses y/o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Estas sanciones se aplican independientemente de si el infractor ha sido previamente condenado por delitos similares y, en caso de reincidencia, las sanciones pueden ser más severas. Además, en caso de que el incumplidor cuente con un permiso de conducir válido, puede implicar la pérdida de puntos.

Del mismo modo, contar con esta infracción en el historial puede ser perjudicial para la reputación personal y profesional, afectando por ejemplo al acceso a ciertos empleos, especialmente en los relacionados con la administración pública o en trabajos en los que es necesario no tener antecedentes penales. Igualmente, puede afectar negativamente a la hora de contratar un seguro de coche, ya que las aseguradoras consideran al conductor un riesgo elevado, lo que puede desembocar en primas más altas o en la denegación de cobertura.

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