Todo sobre las saunas del suegro de Sánchez: negocio sexual, Muface y audios de Villarejo
THE OBJECTIVE repasa todo lo que se sabe sobre las empresas de la familia Gómez tras las palabras de Feijóo

Sauna del suegro de Pedro Sánchez. | Ilustración de Alejandra Svriz
«¿Pero con quién está viviendo usted, pero de qué prostíbulos ha vivido usted? Partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución y ahora quiere usted ilegalizar su biografía». Estas palabras, lanzadas por Alberto Núñez Feijóo durante el pleno del Congreso de este miércoles que Pedro Sánchez preparó para dar explicaciones por los casos de corrupción que afectan al PSOE, han sido una bomba que ha vuelto a reabrir un caso que, aunque no había tenido mucha relevancia hasta ahora, en THE OBJECTIVE se ha investigado de forma exhaustiva. Y el asunto no es otro que las saunas de las que fue dueño Sabiniano Gómez Serrano, padre de Begoña Gómez, fallecido en 2024.
Desde 1989 y hasta el 2006, momento en el que Sánchez y su mujer se casaron, Sabiniano Gómez fue copropietario de la sauna Adán, un local ubicado cerca de la Gran Vía madrileña y próximo al Ministerio de Justicia. Y aunque en ese año el padre de Begoña Gómez se apartó de dicho negocio, su socio y hermano, Enrique Francisco, mantuvo la actividad de la misma hasta poco antes de la pandemia, cuando ya había perdido prácticamente toda su clientela. Pero antes de entrar en detalle sobre en qué consistía dicha actividad comercial, un dato: el local era, tal y como adelantó este periódico, propiedad de Muface.
Locales y pisos, propiedad de Muface
Dicho espacio, el local comercial, no era la única ubicación de ese edificio que la familia Gómez alquilaba al organismo público. También tenía arrendado los primeros pisos y el ático, por el que pagaban 850 euros al mes en pleno centro de Madrid. Tal y como pudo comprobar este medio y se publicó en el pasado marzo, todos esos inmuebles aún continuaban arrendados por la familia Gómez. En 2023 el local seguía alquilado a nombre de Sabiniano Gómez y su hermano Enrique Francisco.

En el pasado, esas propiedades formaron parte del mismo negocio: el local y el primer piso eran la sauna (estaban unidos, según el catastro), mientras que el ático era lo que se conoce como picadero, al que iban clientes que acudían al local para pernoctar o pasar un rato. Pero cuando la actividad de la sauna cesó, no se acabó la relación entre la familia Gómez y Muface: el ático, alquilado en su momento solo por el tío de la esposa del jefe del Ejecutivo, se reconvirtió en un hostal centrado en el sector turístico. Pese a ello, en la vivienda, según ha podido saber TO, en la actualidad reside de forma intermitente dicho familiar de Begoña Gómez.
En este caso, llama la atención el último precio que consta de alquiler: 853 euros. Sobre todo, resulta llamativo el hecho de que si se busca en la zona inmuebles para alquilar por ese coste se puede encontrar un estudio interior de 28 metros cuadrados; mientras, el ático alquilado por Muface consta de 139 metros cuadrados, 24 de ellos de terrazas que rodean toda la estancia y que tienen vistas a toda la zona centro y al barrio de Malasaña.

Audios de Villarejo sobre las saunas del suegro de Sánchez
Otro de los ejes fundamentales de esta historia tiene nombre y apellidos: José Manuel Villarejo. El excomisario, que últimamente ha perdido protagonismo mediático, volvió a los titulares con el caso de Leire Díez y los fontaneros del PSOE. Tal y como también publicó este medio, el empresario Javier Pérez Dolset contactó con el PSOE poco tiempo después de que Sánchez accediese a La Moncloa para ofrecerle todo el material que tenía Villarejo respecto a investigaciones sobre las cloacas. Y lo habría hecho con la supuesta intención de obtener beneficios judiciales en causas abiertas contra el empresario en ese momento.
¿Qué había en ese material? Lo que nos interesa para esta información: audios en los que se explicaría cómo se utilizaron las saunas propiedad del padre de Begoña Gómez para grabar a políticos, empresarios, jueces y periodistas y luego extorsionarles. En concreto, tal y como confirmó THE OBJECTIVE, son unos audios en los que el excomisario de la Policía Nacional Enrique García Castaño, alias el Gordo, mantenía una conversación con altos cargos del Ministerio del Interior durante el Gobierno de Mariano Rajoy.
En esas conversaciones, el comisario explicaría con todo lujo de detalles cómo desde algunos círculos policiales se habría recurrido en el pasado a las saunas y locales sexuales propiedad de Sabiniano Gómez para grabar a todo tipo de personalidades influyentes: empresarios, políticos de todo signo, jueces, fiscales, miembros de la Policía o periodistas. También se especificaría el objetivo final de esas grabaciones de índole sexual, que no era otro que la extorsión de sus protagonistas.
El negocio sexual de los Gómez: tres saunas y un prostíbulo
Contextualizada ya parte de esta historia, toca hablar de lo más importante de la misma: el negocio sexual del suegro de Pedro Sánchez. Sabiniano Gómez operaba a través de su empresa San Bernardo 36 S.L. varios locales de encuentros gays y también al menos un club de alterne de prostitución en pleno Paseo de la Castellana. El local más icónico de esta red fue la conocida como sauna Adán, situada en la calle San Bernardo de Madrid, en un local de 344 metros cuadrados y dos pisos que, como ya se ha indicado, son propiedad de la mutua Muface. Además, según la versión de Villarejo en un audio inédito hasta la fecha de la publicación de la noticia por parte de THE OBJECTIVE, Begoña Gómez habría realizado tareas contables para esos negocios.
El padre de Begoña Gómez inició su actividad empresarial en los 80, cuando a principio de esa década compró el llamado Cine Mundial, ubicado en la calle Alcalá, que luego pasó a ser un salón de celebraciones y juegos recreativos. Entonces llegó a Madrid la Movida y la explosión de negocios sexuales. Fue en ese momento cuando se abrió la ya mencionada sauna Adán, un local de dos plantas para una clientela gay y en la que durante un tiempo también se unió el ático del edificio. Frecuentado por trabajadores del sexo, contaba con zonas comunes -como un bar- y también con cabinas privadas y un cuarto oscuro para encuentros.
Junto a la sauna Adán, la familia política de Pedro Sánchez fue desarrollando otros negocios sexuales vinculados a su empresa San Bernardo 36 S.L. Por ejemplo, la sauna Azul, en la calle Concepción Arenal, y la sauna Princesa, muy próxima a la calle que lleva ese mismo nombre en la capital. El tío político de Sánchez, cabeza visible de esta red de locales desde que en 2006 dejase de serlo Sabiniano, se mantuvo al frente de los negocios hasta que en junio de 2013 le traspasó la sociedad a A.P., una persona que, tal y como pudo saber THE OBJECTIVE, trabajó con la familia durante tiempo -especialmente en la gestión de la pensión de San Bernardo propiedad de Muface-.
Testimonios de clientes de la sauna Adán
«Una sauna pequeña pero concurrida, frecuentada principalmente por maduros y chaperos». Este comentario sobre la sauna Adán es uno de los muchos que a día de hoy todavía se encuentra en internet sobre el que fuera negocio de Sabiniano Gómez. Con un horario de 11 a 2 horas, según la hemeroteca, ofrecía instalaciones como «sauna seca, sauna de vapor, sala de vídeo, cuarto oscuro y bar, con una entrada que costaba 15 euros». Sin embargo, las reseñas destacaban que «las instalaciones y la limpieza no están a la altura de lo que se debería esperar», sugiriendo un ambiente algo descuidado.

El lugar era conocido por su clientela diversa, con hombres que ofrecían servicios de masajes íntimos a cambio de dinero, según una descripción que resalta su actividad desde la tarde hasta la noche. Otro comentario explicaba que «negocié con uno de pelo largo: se parecía a Tarzán. Justo cuando nos duchamos para prepararnos, el precio de los 50 euros empezó a subir», relatando una experiencia de presión donde «insistió en que reduciría el precio a 40 por todo. Temiendo que todo se convirtiera en nada, dije firmemente no, después de mucha persecución y ajetreo».

La sauna Adán también tenía una reputación como punto de encuentro con escorts, con reseñas que describen a hombres atractivos, muchos de origen sudamericano, ofreciendo masajes y más en un ambiente festivo, aunque a veces agresivo. Un cliente escribió sobre su experiencia: «Fui aquí en una tarde fría durante la semana, probablemente había entre 10 y 15 hombres allí, en su mayoría acompañantes con algunos de sus clientes». Otro comentó: «Chicos hermosos y musculosos vienen a ti y por tan solo 40 euros (o incluso menos si eres lindo como yo)». Se dejaba muy claro el tipo de servicios que se podía contratar en la sauna.