Un lío de Koldo con los 'flyers' de un prostíbulo obligó a actuar a los Tedax en Pamplona
La Guardia Civil activó el protocolo antiterrorista después de que García dejase una caja en la entrada de un cuartel militar

Koldo García. | Europa Press
Los líos del que fuera hombre de confianza de Jose Luis Ábalos, Koldo García, con los clubes de alterne no solo se remontan a la época en que formaba parte del Ministerio de Transportes, sino que vienen de lejos. Al menos en el caso de García. Si bien es conocido que durante la década de los 90 y principios de los 2000 desempeñó distintos trabajos como escolta, vigilante de seguridad e incluso portero de un prostíbulo en Pamplona, lo que se desconoce es que Koldo también hacía en ocasiones labores de relaciones públicas para el local de chicas de compañía en el que trabajaba como segurata, el pub Rosalex.
Y aún menos que lo hacía entre algunos de los cuarteles militares de la comunidad autónoma, lo que en una ocasión desencadenó un grave problema de seguridad en un acuartelamiento próximo a la capital navarra, según revela a THE OBJECTIVE un soldado que fue testigo de estos hechos en el año 2005.
«Os dejo un regalito»
Ocurrió en el cuartel de Aizoáin, a las afueras de Pamplona. De acuerdo con el relato de este militar, una vez allí, Koldo García llamó al portero automático del perímetro exterior para avisar de que «dejaba un regalito» en una caja y «que lo pasaríamos muy bien». Unas palabras que, en máximo nivel de alerta por la banda terrorista ETA, el cabo de la Guardia Civil que estaba en la garita de seguridad interpretó como una amenaza. «Es lo que hubiese pensado cualquiera ante ese escenario, más cuando era una caja cuatro veces más grande que una caja de zapatos», explica el testigo.
Los responsables del acuartelamiento decidieron dar aviso de lo sucedido y el instituto armado activó el protocolo antiterrorista ante la aparición de bulto sospechoso en la entrada de las instalaciones militares. En cuestión de minutos, se desalojaron las inmediaciones, se clausuró el cuartel y se presentaron en la zona decenas de agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) y de los TEDAX de la Guardia Civil, los especialistas en explosivos, que finalmente abrieron el paquete.
«Koldo quería captar clientes»
En su interior, claro está, no había ninguna bomba. Lo que había dejado Koldo García en la puerta era una caja con cientos de flyers de las ofertas que había en el club de alterne Rosalex, habida cuenta de que justo enfrente del cuartel de Aizoáin había otro club de alterne «que le hacía la competencia», revela la misma fuente.
«Era un personaje de cuidado, lo único que quería era captar clientes. Tuvo una iniciativa empresarial, pero ni siquiera pensó lo que podía desencadenar. Con esa publicidad nos regalaban una copa, ponía en el papel. En el cuartel Koldo se hizo famoso por la liada de los flyers porque tuvieron que venir hasta los Tedax», recuerda este soldado.