La red de narcos desmantelada en Valencia controlaba personal y turnos de los estibadores
Se han incautado 4,5 toneladas de cocaína, además de inmuebles, vehículos, armas, objetos de lujo y dinero en efectivo

Furgones de la Policía Nacional entrando al puerto de Valencia. | Ana Escobar (EFE)
La corrupción en los procesos de acceso a la estiba del Puerto de Valencia dio cobertura a la red de tráfico de cocaína que ha sido desmantelada por la Policía Nacional y que se ha saldado con la detención de 81 personas, entre ellos varios líderes sindicales de este sector, un médico y otros trabajadores portuarios.
La Policía Nacional ha informado este viernes en una rueda de prensa del desarrollo de la operación ‘Spider’, mediante la cual se ha desarticulado una organización criminal dedicada a la introducción de cocaína en el Puerto de Valencia y se han incautado 4,5 toneladas de esta droga, además de inmuebles, vehículos, armas, objetos de lujo y dinero en efectivo.
Además de la red de narcotráfico, con conexiones internacionales, los responsables del operativo han destacado el arraigo en la organización criminal de procesos corruptos de selección de personal en el Puerto de Valencia, lo que permitía a los narcos un control minucioso de los turnos de trabajo para dar cobertura a las operaciones delictivas.
Entre los detenidos hay un agente de la Guardia Civil, tres miembros del cártel de los Balcanes, 17 trabajadores portuarios, nueve camioneros y 17 responsables de cinco empresas, entre otros. Desde el pasado lunes se han desarrollado 59 registros -53 de forma simultánea- en la provincia de Valencia y la isla de Ibiza, con la intervención de más de 450 agentes de policía de diversos grupos, además de personal judicial, todos ellos coordinados por el Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia.
En el operativo se han incautado 4,5 toneladas de droga, 365.000 euros en efectivo, relojes de lujo valorados en dos millones de euros, 53 coches de alta gama, diamantes, lingotes de oro y un barco valorado en unos 400.000 euros, además de varias armas de fuego.
«Hombres araña»
La trama contaba con «hombres araña», que se dedicaban a escalar por los contenedores del puerto para acceder hasta la mercancía (cuya labor ha sido grabada por los drones de la policía), así como colaboradores en empresas de transporte y concesionarios de vehículos industriales y transitarias. La investigación se ha desarrollado en los últimos 18 meses, si bien una parte importante de la misma, la dirigida a desentrañar la red de blanqueo internacional, sigue abierta y sobre la misma no se han dado detalles.
Tampoco se ha informado sobre el origen de la investigación policial y la labor de los agentes infiltrados. Los mandos policiales que han sido consultados al respecto en la rueda de prensa se han limitado a apuntar que la investigación del narcotráfico es una de las más dificultosas y que en este operativo «se han usado todas las técnicas de investigación, avaladas siempre por el juzgado y con el informe positivo del fiscal».
El acceso a la estiba, clave para los narcos
La organización, en palabras de uno de los mandos policiales que ha dirigido la operación, tenía «pleno dominio sobre los procesos de selección de estibadores. Amañaba exámenes y falsificaba los test de drogas de los aspirantes». En el Centro Portuario de Empleo había, según ha asegurado, una «lucha soterrada por introducir a sus miembros en la estiba, de modo que una vez dentro controlaban las jornadas laborales para colocar los contenedores ‘contaminados’ en determinados sitios y podían controlar los movimientos de la Policía».
Este centro de empleo actuaba a modo de «escudo» para los delincuentes, pues «algunos de sus componentes falsificaban incluso los documentos necesarios para que, en caso de que algún miembro fuese detenido, hacer constar que había pedido una excedencia antes de su detención, de modo que pudiese volver a trabajar en la estiba al salir de la cárcel».
«Con total sigilo, la Policía Nacional ha penetrado en la organización y ha subido escalones en una estructura delincuencial con varias organizaciones, que compartían sinergias cuando les interesaba. Se autodenominaban ‘la llave’, pues se consideraban a sí mismos la puerta de entrada de la cocaína en Europa», han explicado en la rueda de prensa. «Esperamos que esta operación suponga un punto de inflexión, pero seguimos con el foco puesto en el Puerto de Valencia», han señalado los referidos mandos policiales, cuyo nombre prefieren no difundir.