The Objective
España

La 'campaña electoral' de la Guardia Civil da el salto a las marquesinas de autobús y metro

Los agentes elegirán la próxima semana a los vocales del Consejo de la Benemérita, órgano de participación del cuerpo

La ‘campaña electoral’ de la Guardia Civil da el  salto a las marquesinas de autobús y metro

La marquesina de autobús con el lema de una asociación. | TO

La campaña de las asociaciones para las elecciones al Consejo de la Guardia Civil suena más fuerte que nunca. Por primera vez, algunas candidaturas para esta institución, principal órgano de participación de los componentes de la Benemérita en el que se debaten cuestiones como el estatuto profesional, las condiciones de trabajo o el régimen retributivo, han salido de puestos, cuarteles y comandancias del Instituto armado para dar el salto a la calle. En ciudades como Madrid, la Asociación Profesional de Cabos (APC) de la Guardia Civil ha aprovechado para anunciarse en marquesinas de autobuses y de la red de metro de la capital española. 

Esta organización de guardias civiles «busca ir a por todas» y «ganar las elecciones», que se celebrarán los próximos 28 y 29 de octubre, para mantener el vocal que actualmente tienen en el Consejo, explican a este periódico. En los carteles que ha distribuido esta asociación, todas ellos próximos a la Dirección General, en la calle de Guzmán el Bueno, se pueden observar las divisas de cabo mayor, cabo primero y cabo, junto al lema: «Avanzamos comprometidos con el empleo». Con esta iniciativa, explican, también buscan que los ciudadanos conozcan el funcionamiento interno de la Guardia Civil y de quienes defienden los intereses de los agentes. 

El Consejo de la Guardia Civil se compone de un vocal por cada una de las escalas del Instituto armado, a los que se añaden uno por cada 6.000 agentes en activo. De esta manera, hay 12 vocales en la escala de Cabos y Guardias; dos en la de Suboficiales; uno en la de Oficiales-Escala Facultativa Técnica, y otro en la escala Superior de Oficiales. El 90% de la financiación de estas asociaciones procede de las cuotas de sus socios, mientras que el 10% restante corresponde a partidas que la Dirección General fija en función del número de afiliados, de las reuniones asociativas o de las publicaciones que considere de interés, explican fuentes del instituto armado.

Un «bombazo» de 8.000 euros

La Asociación de Cabos no es la única que ha presentado una candidatura original. La Unión de Oficiales (UO), la organización que representa a los mandos del cuerpo, ha lanzado durante la campaña electoral un «bombazo» tras una sentencia del pasado mes de junio del Tribunal Supremo por la que, revelan, los oficiales podrían reclamar en torno a 8.000 euros anuales. «Al analizar el fallo, descubrimos que había varias cuestiones que podrían beneficiar a los guardias civiles. Lo hemos lanzado y está corriendo como la pólvora a todos los niveles y empleos», señalan fuentes de la UO. 

La sentencia ha redefinido el cálculo de las pagas extraordinarias en el sector público y declara que los pluses por nocturnidad, festivos, turnos o guardias deben considerarse retribuciones fijas y periódicas, por tanto, deben incluirse en las pagas extraordinarias. Ante esto, explica la Unión de Oficiales, las pagas extras de los oficiales deben incluir el complemento específico íntegro —que actualmente no se abona completo— y las retribuciones fijas y estables, como la productividad estructural. Esto se traduce en hasta 8.000 euros más al año, para los que esta asociación está elaborando modelos de instancia de cara a solicitarlo a la Dirección General. 

Logros en regiones ‘indepes’

Para Justicia Guardia Civil, Jucil, que pelea por la mayoría en la escala básica, la campaña en realidad viene de tiempo atrás, con un sinfín de iniciativas por todo el territorio nacional. Entre ellas, mociones de censura en numerosos ayuntamientos «de todos los colores políticos» por la falta de medios de los agentes. Fuentes de esta asociación profesional destacan lo conseguido en 17 consistorios independentistas de Cataluña, los cuales solicitaron que no se expulsase a la Guardia Civil de Cataluña por la «merma significativa en la capacidad de respuesta ante emergencias ambientales». 

Esta petición al Gobierno, a la que los consistorios añadieron también el refuerzo de más efectivos en la comunidad autónoma, se produjo tras un encuentro entre la comisión de los directivos de Jucil con el presidente del Consell de la Cerdanya, Isidri Chia Trilles, que consideró oportuno extender la acción a la comarca de Pirineos, formada por Alta Ribagorça, Alt Urgell, Cerdanya, Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Val d’Aran y Ripollès. 

Carteles en la calle con el brigada Morata

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) tampoco ha sido menos activa en la recta final de los comicios. Según cuentan a este periódico, en esta ocasión han optado por centrar el protagonismo en «testimonios reales de nuestros compañeros y compañeras» que recibieron el apoyo de la organización en los momentos en que más lo necesitaban, principalmente en asuntos jurídicos. A eso se suman las asambleas informativas «con las que se han recorrido España para acercar a cada afiliado el trabajo que se desarrolla actualmente y resolver las dudas que puedan tener sobre cambios normativos». 

Esta organización, la decana del cuerpo, hizo una pegada de carteles en la Dirección General de la Guardia Civil en la que participó por primera vez José Morata, el brigada que fue expulsado de la Guardia Civil en 1997 por defender el derecho de asociación y que fue readmitido en el cuerpo hace poco más de un año. Una figura relevante en la lucha por los derechos de los guardias civiles y que puso la primera piedra de lo que hoy es la AUGC.



 


Publicidad