Los socios de Aldama retoman el negocio de gimnasios que dejaron tras saltar el 'caso Koldo'

Los socios del comisionista de la trama Ábalos, Víctor de Aldama, han retomado el negocio de gimnasios que dejaron tras estallar el caso Koldo. Algunos de sus colaboradores se han hecho recientemente con el control de Solid Studio Latam, una compañía que se dedica a la explotación de centros deportivos.

Esta sociedad —de acuerdo con los datos del registro mercantil a los que ha accedido THE OBJECTIVE— ha dejado de tener una única administradora y ha pasado a tener un consejo más amplio. Entre los miembros, destaca el colombiano Alejandro Restrepo Posada, el hombre del que se sirvió para figurar en la empresa con la que Aldama adquirió un dúplex lujo en Madrid a la familia del venezolano Omar Farias, conocido como el zar de los seguros, y que ya ha sido liquidada.

A mediados de este mes de octubre, la firma dedicada a los gimnasios también dio cabida en su órgano rector a Cecilio Serrano Lorente, Víctor Moreno García y Alejandro Rey Suañez, manteniendo a Clara Catalina Álvarez Vadillo. El primero, que actúa como presidente de la misma, es apoderado de algunas de las mercantiles de la trama, como de Serviserco, de la que es administrador único. Javier Serrano Costumero, uno de los denominados mosqueteros, en alusión al grupo de WhatsApp que crearon para comunicarse durante las supuestas irregularidades cometidas, podría haber participado en blanqueo de dinero en República Dominicana vía Miami, entre otros países.

Víctor Moreno García, por su parte, traspasó antes de la red de comisiones la firma Segunda Opinión Médica a César Moreno García, otro de los integrantes del mismo grupo de WhatsApp, que ha sido clave para que la UCO desentrañe parte de los presuntos delitos de la trama Ábalos, y que sigue bajo investigación en el Tribunal Supremo y en la Audiencia Nacional.

Solid Studio Latam, que también tiene por objeto la intermediación y adquisición de inmuebles, fue constituida a mediados de 2024 por Ángel Bermejo Miñambres, que ha tenido cargos en algunas de las empresas de la red de corrupción liderada por Aldama, como Recovery Centaurea Assets, que tiene su sede en el despacho del comisionista de las mascarillas y que está administrada en la actualidad por Luis Alberto Escolano, otro de los mosqueteros. Miñambres, según los datos registrales, dio entrada en el negocio de gimnasios en febrero de este año a Clara Catalina Álvarez.

Antes de la creación de esta sociedad y de que estallara el escándalo, en febrero de 2024, la trama contaba con una compañía especializada en la explotación de gimnasios, Studios Raven, además de otras actividades como un centro de estética. La primera operaba con la marca Solid Studio. La red se desvinculó a los meses de que saltara el caso de ambas, que pasaron a socios que, al parecer, no tienen nada que ver con las investigaciones.

Aldama y sus socios no han dejado de traspasar y vender sociedades que crearon a raíz de las supuestas comisiones ilegales cobradas por contratos públicos, como el de las mascarillas de la pandemia, sobre todo en España. Otras fueron formalizadas en países como en República Dominicana, donde dispusieron de hasta una quincena, o Portugal, donde, a juicio de las pesquisas de la Guardia Civil, desviaron parte de los fondos recaudados.

El cabecilla de la trama estuvo encarcelado de manera temporal debido al caso del fraude de los hidrocarburos por el que se pudieron desfalcar 182 millones de euros. Su salida de prisión se produjo como consecuencia del trato alcanzado con la Fiscalía para colaborar con la justicia. Aldama puso en el punto de mira a diferentes miembros y exmiembros del Gobierno, no solo a José Luis Ábalos, a los que acusó de haber participado en delitos por los que se investiga y de haber recibido comisiones. En la actualidad tiene en el foco al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a su antecesor, José Luis Rodríguez Zapatero.

Desde entonces, el caso ha escalado de nivel y tiene vías alternativas que se investigan judicialmente. Por ejemplo, el ex número tres del PSOE, Santos Cerdán, entró en prisión por haber participado en la trama a través de adjudicaciones de obra pública en Navarra y otros territorios. Además, sigue en curso las pesquisas sobre el tráfico de influencias de Begoña Gómez en el rescate de Air Europa, aerolínea para la que trabajó por entonces Aldama.