Gimnasios

Amar y odiar los gimnasios

Amar y odiar los gimnasios

En una sala enorme, varias hileras de hombres y mujeres sudan y bufan. Corren, pero no avanzan, empujan y nada se mueve. Una música aberrante (un ritmo industrial) marca el compás del ejercicio. El lugar no tiene ventanas sino unos grandes conductos de ventilación. No hay relojes.

Publicidad
Publicidad
Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D