Choque inédito en Defensa: una general abre un expediente disciplinario contra otra
Polémica en el cuerpo de Intervención por este posible castigo que trastoca futuros ascensos

La general de división María Teresa Gordillo (i) y la general de brigada María Luis Manzanera (d). | Ministerio de Defensa
Choque sin precedentes en el escalafón más alto de las Fuerzas Armadas. Por primera vez, una general abre expediente disciplinario contra otra. En este caso, se trata de la tercera general en llegar al generalato contra la quinta, pues la iniciativa la ha tomado la actual interventora general de la Defensa, la general de división María Teresa Gordillo, mientras que la afectada es la jefa de Intervención del Cuartel General del Aire, la general de brigada María Luisa Manzanera, según desvelan fuentes militares a THE OBJECTIVE.
Entre generales es completamente inusual que se abran expedientes disciplinarios y hay muy pocos precedentes en las últimas décadas. Las Fuerzas Armadas cuentan en la actualidad con 11 mujeres que han conseguido el fajín rojo de general. El cuerpo de Intervención es el que mayor número de mujeres tiene en el generalato, con un total de tres: las citadas Gordillo y Manzanera junto a María Dolores Sánchez Medrano.
La apertura del expediente de Gordillo contra Manzanera es de carácter leve. En concreto, por inobservancia de las órdenes recibidas, lo que antaño se denominaba desobediencia militar. Pero si finalmente termina en la hoja de servicio de la segunda, dejará con toda probabilidad a la jefa de Intervención del Cuartel General del Aire sin opciones de ascender a general de división cuando la interventora general y el jefe de la división de Control Financiero y Auditorías, Carlos Castejón, pasen a la reserva a mediados de 2027.
El choque entre ambas generales se ha debido a que Gordillo pidió a Manzanera que justificase su última propuesta de concesión de condecoraciones en el Ejército del Aire, si bien esta última consideró que era suficiente hacerlo dentro del ejército en el que está destinada. Tras varios avisos, la interventora general firmó esta semana el expediente disciplinario y se lo entregó en sobre lacrado a Manzanera, que ahora tiene la posibilidad de hacer alegaciones para intentar revertir el previsible castigo. Este periódico preguntó al Ejército del Aire si podía confirmar la información, si tenía conocimiento de ello la cadena de mando y si había tenido alguna consecuencia en el trabajo que realiza la general, pero no obtuvo respuesta.

Las citadas fuentes consideran una «chiquillada» el paso dado por Gordillo y critican su «estilo autoritario» en la cúpula del cuerpo de Intervención. La aludida se convirtió en diciembre del año pasado en la primera mujer en dirigir uno de los cuerpos militares que forman las Fuerzas Armadas, así que rompió otro techo de cristal en la milicia. La ministra de Defensa, Margarita Robles, llevó su nombramiento al último Consejo de Ministros de 2024 con la venia del Ministerio de Hacienda, que también participa en todo el proceso de elección.
La elección de Gordillo puso fin a otro choque que duró varias semanas entre la secretaria de Estado, Amparo Valcarce, y la subsecretaria, Adoración Mateos, las números dos y tres de Robles, por la elección del sucesor del entonces interventor general, el general de división José Luis Gómez Corral, quien pasó a retiro justo hace un año.
Castejón era el favorito para ocupar la vacante. Estaba bien visto entre sus compañeros de Intervención y Mateos propuso su nombramiento. Sin embargo, Valcarce no lo tuvo claro y fueron pasando las semanas sin que saliese el sucesor de Gómez Corral. Este hecho desató los nervios en varios despachos de Defensa porque había dos candidatas con opciones que empezaban a sonar en las quinielas: Gordillo y Manzanera, quienes llevaban respectivamente el control de la gestión económica de los cuarteles generales de la Armada y el Aire. Finalmente, fue la primera de las dos quien resultó elegida.
Codazos para ser general interventora
Previamente, Gordillo se convirtió en julio de 2023 en la tercera mujer general en las Fuerzas Armadas españolas siguiendo los pasos de Patricia Ortega, quien consiguió el fajín rojo en julio de 2019 y de Begoña Aramendía, que lo obtuvo en 2021. Pero incluso ese paso fue polémico, ya que Mateos planteó a Robles que el honor de ser la primera general interventora recayese en la entonces coronel Manzanera. Al final, tuvo que cambiar de opinión ante la amenaza de dimisiones entre varios generales que formaban parte de la junta de evaluación, quienes defendieron que la más idónea para dicho ascenso era Gordillo, tal y como desveló THE OBJECTIVE.
El Cuerpo Militar de Intervención es el encargado de controlar la gestión económico-financiera, auditoría pública y el ejercicio de la notaría militar dentro de las Fuerzas Armadas. Está encuadrado dentro de los Cuerpos Comunes junto a las ramas jurídica, sanitaria y musical. Por lo tanto, depende orgánicamente de la Subsecretaría del Ministerio de Defensa.
La subsecretaria venía de solventar un polémico concurso de ascenso a coroneles dentro de la rama jurídica tras varias noticias de El Confidencial Digital y THE OBJECTIVE sobre la inusual ampliación del frente de candidatos —como se dice en la jerga militar— para las vacantes de ese año, entre los que estaba el teniente coronel auditor José Vázquez Pedreño, uno de los aspirantes a conseguir la tercera estrella de ocho puntas cuando, en principio, no le correspondía este año por escalafón.
Pedreño había sido persona de máxima confianza de Mateos durante más de cinco años y estaba en el punto de mira por el llamativo sobresueldo recibido en 2021 —que desveló este periódico— en su calidad de jefe del órgano de dirección de la Dirección General de Personal que ella dirigía en aquel momento dentro de Defensa, si bien produjo mayor malestar la posterior exclusiva de THE OBJECTIVE de que este oficial había recibido en apenas dos años cuatro cruces al mérito, una ordinaria y tres extraordinarias, con las que aumentaban notablemente sus opciones de ascenso a coronel. Tal número de recompensas, en tan corto espacio de tiempo, no tenía precedentes ni parangón dentro de las Fuerzas Armadas.

En este escenario de codazos para promocionar a coronel jurídico, el asunto de las medallas era determinante cuando los incluidos en la lista fuesen examinados por la junta de evaluación que debía analizar el expediente de cada candidato. Los méritos, los destinos y la experiencia suelen ser muy parecidos entre los militares, de ahí que las recompensas iban a desnivelar la balanza en muchos casos.
Finalmente, no fue así porque Mateos pidió a la junta de evaluación, presidida en aquel entonces por el asesor jurídico general de la Defensa, Antonio Afonso, que no hubiese mejora discrecional de puntos entre los aspirantes tras la polémica de su subordinado y por «presiones» de Robles, que no quería otro escándalo mediático a las puertas de las elecciones generales del 23-J. La número tres de Defensa intentó luego aplicar la misma regla en la evaluación de ascenso a general del cuerpo de interventores para así evitar agravios comparativos con los jurídicos. Pero la jugada no le salió como ella esperaba.
En cada evaluación de ascenso dentro de las Fuerzas Armadas hay un resultado inicial que lo otorga «la máquina», el sistema informático de cada ejército que vuelca el currículum militar de cada candidato. Dicha puntuación puede ser luego aumentada o rebajada en un máximo de un 15%, si así lo consideran los miembros de la citada junta de evaluación que analizan los expedientes.
La puntuación de «la máquina» colocó a Manzanera por delante de Gordillo, pero los generales que formaban parte de la junta evaluadora «se plantaron» ante la subsecretaria y exigieron que se aplicase el baremo corrector que ellos habían consensuado. El órdago llegó a tal punto que pidieron a Mateos que, en caso contrario, se les cesase. De aquel inédito pulso vivido salió beneficiada Gordillo, pero su relación con Manzanera quedó muy deteriorada desde entonces, según coinciden las citadas fuentes.
