La UE alertó de la solidaridad china tras la donación de Huawei para llegar hasta Felipe VI
Una carta de Borrell advirtió sobre la «política de la solidaridad» del país asiático como vía para influir en los países

José Manuel Ábalos y Josep Borrell. | THE OBJECTIVE
Huawei desplegó en marzo de 2020 lo que en la inteligencia española califican de «operación de influencia» con el objetivo de acercarse al Gobierno de Pedro Sánchez y, especialmente, utilizar la imagen del rey Felipe VI en beneficio de sus intereses internacionales. Lo hizo a través de una donación de un millón de mascarillas. Aquel movimiento, que ha contado THE OBJECTIVE, no pasó inadvertido en Bruselas. La Comisión Europea, a través de un artículo firmado por Josep Borrell, entonces jefe de la diplomacia de la UE, advirtió sobre este tipo de acciones, que calificó como «política de la generosidad». El aviso señalaba que estos movimientos eran estrategias «geopolíticas» de China. El mensaje se produjo sólo 48 horas después de que se anunciase aquella donación a España, tras las que estaba la huella del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
El 23 de marzo de 2020, en uno de los momentos más críticos de la pandemia de la covid y con media Europa rivalizando por conseguir desesperadamente material sanitario proveniente de China, el Servicio Diplomático de la Unión Europea publicó una carta de Josep Borrell en la que se advertía del pulso existente entre China y Estados Unidos por imponer su relato de la crisis.
Una de las herramientas chinas en esa estrategia, señalaba el texto, eran las donaciones de mascarillas y otros materiales que estaban recibiendo países europeos como España, que sólo dos días antes había oficializado una remesa de un millón de mascarillas enviada por Huawei. «Existe un componente geopolítico que incluye una lucha por la influencia mediante la manipulación informativa y la ‘política de la generosidad’», señalaba el Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. «China está impulsando agresivamente el mensaje de que, a diferencia de Estados Unidos, es un socio responsable y fiable», recalcaba Borrell.
Una alerta en plena donación
No fue una advertencia aislada ni cayó en saco roto. El mensaje, según ha sabido TO, llegó entonces con claridad al Gobierno español, inmerso en aquel momento en aquella donación de Huawei —la mayor hasta el momento en Europa— que la firma china había querido canalizar a través de la Casa Real. De hecho, ya había sido anunciada el 21 de marzo, día en que se produjo la primera de las llamadas de Felipe VI al CEO de Huawei en España, Tony Jin Yong.
Un día después de la advertencia del Alto Comisionado, según consta en los registros de transparencia de la Casa Real, se produjo la segunda llamada del rey a un representante de Huawei. En ese caso, el máximo líder mundial de la compañía, Ren Zhengfei.
Según apuntaban fuentes de toda solvencia conocedoras de los detalles de este acercamiento, la operación no fue algo improvisado, sino perfectamente coordinado y orquestado por un «intermediario» político de alto nivel. Lo identifican con José Luis Rodríguez Zapatero, que en aquel momento ya se encontraba en la órbita de Huawei a través del contrato firmado por la empresa china y la compañía de lobby Acento, fundada y dirigida por el exministro José Blanco. Menos de un año después, la tecnológica asiática firmó un contrato con la agencia de comunicación de las hijas de Rodríguez Zapatero. Y lo hizo prácticamente a la vez que con el comisionista Víctor de Aldama. A partir de ese momento, la firma entró con fuerza en contratos públicos de zonas sensibles para el Estado, como el sistema de escuchas policiales Sitel, según reveló TO el pasado mes de abril.
Operaciones de influencia
Según las fuentes consultadas, en ámbitos de la inteligencia se conoce este tipo de acciones como operaciones «de influencia», término en el que —explican— encajaría a la perfección lo sucedido con Huawei y la donación de mascarillas en ese momento de crisis sanitaria sin precedentes.
La RAND Corporation estadounidense, uno de los think tanks más importantes del ámbito militar a nivel global, define las operaciones de influencia como «la aplicación coordinada, integrada y sincronizada de las capacidades diplomáticas, informativas, militares, económicas y de otro tipo de un Estado en tiempos de paz, crisis, conflicto y posconflicto para fomentar actitudes, comportamientos o decisiones por parte de los destinatarios extranjeros que promuevan los intereses y objetivos del actor que las lleva a cabo».
Un año más tarde, Moncloa eligió el stand de Huawei en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona para hacerse la foto oficial de autoridades. Allí, el CEO de Huawei en España, el hombre que coordinó aquella donación a través de los contactos de Zapatero, hizo de anfitrión y saludó tanto a Pedro Sánchez como a Felipe VI. En ese mismo 2021 se produjeron otros hitos importantes para la compañía en España: la entrada de sus servidores en el servicio informático de almacenamiento de Sitel, en Hacienda y en el Ejército del Aire. En ese mismo año también se produjo la contratación de la agencia de las hijas de Zapatero y de Aldama, con una diferencia de 48 horas.
