Mandos de la Guardia Civil minimizan el relevo en la UCO: «La máquina está bien engrasada»
Enmarcan el ascenso de Rafael Yuste en la normalidad y aseguran que el funcionamiento de la unidad está blindado

Un agente de la UCO, en una imagen de archivo. | EP
La salida forzosa del coronel Rafael Yuste como responsable de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil tras su ascenso a general de brigada ha abierto la puerta a numerosas interpretaciones. La mayoría ha visto en la promoción de Yuste una maniobra del Ejecutivo para apartar de la dirección de este departamento a quien hasta ahora había frenado con éxito las injerencias del Gobierno en los casos de corrupción que investiga, y que afectan al PSOE y al entorno directo del presidente Pedro Sánchez. Mandos del Instituto Armando, sin embargo, minimizan el relevo en la UCO y aclaran que se enmarca en la normalidad de los ascensos que se producen en el Cuerpo.
En el caso del exjefe de la UCO, explican estas mismas fuentes, el ascenso vino motivado por el pase a reserva de dos mandos que habían cumplido cuatro años en el empleo de general de brigada, tiempo máximo fijado por la ley. De este modo, se puso en marcha el proceso para su sustitución, al que podían optar aquellos que hubiesen superado el curso de ascenso a generalato. El coronel Rafael Yuste no solo había aprobado el curso sino que era el primero de su promoción, por lo que tenía muchas opciones de ser finalmente uno de los elegidos.
Una vez que se crea la vacante, los aspirantes se presentan a la misma, y un órgano integrado por altos mandos del Instituto Armado evalúa y elabora una lista con el orden de preferencia final de los candidatos. Se tienen en cuenta méritos, condecoraciones, estudios y destinos durante la carrera profesional, que se presentan a la Dirección General. Ese orden, a su vez, se remite después al ministro del Interior y a la de Defensa, que deben acordar los nombramientos. Por lo general, los titulares suelen respetar las decisiones del comité colegiado. Si no lo hacen, deben justificarlo.
La excepción de Pérez de los Cobos
La única excepción ha sido el coronel Diego Pérez de los Cobos, al que el ministro Fernando Grande-Marlaska se saltó para ascender a otros oficiales de su promoción, pese a que el ex jefe la Comandancia de Madrid era el primero de la promoción. Una decisión que el Tribunal Supremo tumbó, dándole la razón a Pérez de los Cobos apenas unos meses antes de que se jubilase. En el caso del exjefe de la UCO, Marlaska sí ha respetado el orden de preferencia y lo ha ascendido a general de brigada. «Si se sigue la lista es para premiar a los mandos, no para castigarlos, como se está dejando ver. El objetivo de todos los mandos es ascender», recuerdan fuentes de la Guardia Civil.
Lo que tal vez no se esperaba es que el ascenso de Yuste se produjese en diciembre, sino en los primeros meses del próximo año. Aun así, explican las mismas fuentes, está dentro del plazo que permite la norma. Ahora queda por saber a quién pondrá Interior al frente de la unidad de élite. Al tratarse de un cargo de libre designación —esto es, a dedo—, la única limitación del ministro y de la directora de la Guardia Civil es que la persona elegida debe ser un coronel. Por ahora, la que parte favorita en las quinielas es la teniente coronel María Dolores Gimeno Durán, una de las oficiales más brillantes de su promoción y ahora asesora del ministro del Interior para asuntos del Instituto Armado. No obstante, su ascenso a coronel está previsto para la próxima primavera, por lo que su salto a la UCO podría retrasarse.
Temor entre los agentes
Al margen de la promoción de Rafael Yuste, en la Guardia Civil existe cierto temor por el relevo que se producirá en la jefatura de la unidad de élite, así como en uno de sus departamentos clave, el de Delitos Económicos y Contra la Corrupción, que dirige el teniente coronel Antonio Balas. Este mando, al frente de las investigaciones que cercan al Gobierno, también ascenderá a coronel en la primavera de 2026 y, salvo sorpresa de última hora, dejará vacante este puesto clave. Por este motivo, hay miedo de que el Ejecutivo busque maniatar y desmantelar la UCO con ese nuevo nombramiento, también de libre designación, después de todos los intentos por desacreditar el trabajo de los investigadores, a quienes ha llegado a poner en la diana por supuestas filtraciones.
Las grabaciones que salieron a la luz de Leire Díez, más conocida como la fontanera de Ferraz, también crearon desasosiego después de que la militante socialista y otro empresario, Javier Pérez Dolset, intentaran convencer a un investigado en una causa de la trama del fuel para obtener información comprometedora contra el teniente coronel Antonio Balas. «Si Balas está muerto, mejor», llegaba a decir Díez en una de las conversaciones, que ahora investiga el Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid.
«El trabajo va rodado»
Fuentes de la Guardia Civil, no obstante, evitan dibujar un panorama tan alarmista en la Unidad Central Operativa (UCO). Por un lado, advierten que si bien el departamento va a perder a dos de sus mandos —Yuste y Balas— más respetados internamente y que, en el caso del primero, defendía a los investigadores frente a las injerencias del Gobierno, esto no implica que la UCO deje de hacer el trabajo que hacía hasta ahora. Las fuentes consultadas resaltan el papel de los agentes que integran el cuerpo de élite, que han demostrado durante décadas la independencia del poder. «La maquinaría esta bien engrasada. Nosotros trabajamos solos, los que sobran son oficiales. Además, cuando todo esta judicializado, el trabajo va rodado».
Por otro lado, estas fuentes explican que quien dirige la UCO raramente conoce detalles concretos de la mayoría de las investigaciones, más allá de los aspectos generales. Menos aún cuando se trata de un asunto judicializado bajo secreto de sumario. Si es así, la información solo se comparte entre el instructor policial y la autoridad judicial. «Al final, lo que hace el coronel jefe es gestionar la unidad: pedir medios si se necesitan y la relación con los departamentos y los tenientes coroneles».
A la espera de que se conozca al sustituto de Rafael Yuste que designe Interior, también conviene recordar el papel clave que sigue jugando el general de Policía Judicial, Alfonso López Malo, a quien Yuste reportaba hasta hace unos días y bajo cuyo paraguas está Unidad Central Operativa. Este mando, que dirigió la unidad de élite hasta que ascendió en 2023, es uno de los altos mandos del cuerpo más respetados y también ha protegido en los últimos años el trabajo del teniente coronel Balas y de su equipo. López Malo puede estar en el cargo dos años más, si no asciende a general de división. En el Cuerpo, sin embargo, dan por hecho que será así. «Llegará a lo más alto».
