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España

Prisiones destituye al director de Estremera tras las denuncias por el trato de favor a su mujer

THE OBJECTIVE reveló que el responsable hizo jefa a su esposa y la distinguió honoríficamente en menos de un año

Prisiones destituye al director de Estremera tras las denuncias por el trato de favor a su mujer

La prisión de Estremera, en una imagen de archivo. | EP

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha destituido a José Ángel Laso como director de la prisión de Madrid VII, situada en la localidad madrileña de Estremera. Según confirman a THE OBJECTIVE fuentes penitenciarias, el departamento dirigido por Ángel Luis Ortiz comunicó esta decisión a Laso en la mañana del pasado viernes. El funcionario, que había sido previamente subdirector de régimen en la cárcel de Topas (Salamanca), llegó a la dirección del penal en mayo de 2024. Su destitución se produce después de varias semanas en las que este periódico ha publicado diversos escándalos protagonizados por el máximo responsable del centro, entre ellos, un trato de favor a su esposa, a la que dio un puesto como jefa de servicios, así como otros de responsabilidad, a los pocos meses de que esta última llegase a la prisión.

Por ahora, Instituciones Penitenciarias no ha designado a un sustituto, pero esta previsto que lo haga en las próximas semanas, sostienen las mismas fuentes. En octubre, este periódico publicó que Laso resolvió la comisión de servicios para la citada jefatura en favor de su mujer, también funcionaria de prisiones, en contra del criterio que había aplicado hasta ese momento en el centro. Fuentes penitenciarias señalaron que lo común en ese tipo de casos es que una vez se convocaba la plaza, se adjudicaba a la persona que desempeñaba previamente ese cargo. En este caso, la responsable llevaba dos años como jefa de servicios. Sin embargo, el director decidió darle el puesto a su esposa. 

En cualquier caso, esa jefatura no ha sido el único cargo que la citada funcionaria ha ostentado en la prisión de Estremera en el último año. También ha sido jefa de gabinete del director —esto es, de su marido— durante unos meses, cuando el puesto estaba vacante, así como otros en el área de administración. Según denunciaron las mismas fuentes, el director acostumbraba a poner a su esposa «a cubrir bajas en los días libres» y así alternaba distintos puestos en la prisión de Madrid VII en función de cuando trabajaba. «Todo como si fuera su empresa y no una institución pública. Así va la cárcel…», censuraban fuentes internas del penal madrileño.

Mención honorífica

Por si fuera poco, Laso distinguió el pasado mes de septiembre a su mujer con una «mención honorífica» por su labor en el centro en el Día de La Merced, la patrona de instituciones penitenciarias. Una distinción que no lleva aparejado ningún beneficio profesional, pero que, advirtieron fuentes del centro penitenciario, «fue la puntilla de una situación del todo surrealista» cuando ella apenas llevaba 12 meses en la prisión. Las concesiones del director generaron «gran enfado e indignación» entre la plantilla. Aunque este no era el único motivo de descontento, los funcionarios de la prisión madrileña también denunciaban un mal trato sistemático por parte del director hacia la plantilla. Una situación que había empujado a numerosos trabajadores a solicitar la baja médica y a otros, como el subdirector de Tratamiento, a solicitar su traslado a otra prisión.

«Todo el mundo quiere irse, hay cada vez más bajas y muy mal ambiente con la dirección», denunciaban distintas fuentes del penal. Por otro lado, la política penitenciaria que había puesto en marcha Laso también despertó enfado entre gran parte de la población reclusa. Las quejas de los presos se multiplicaron desde que aprobó diversas reglas. Entre ellas, la de cerrar el patio durante el desayuno, la comida y la cena. Una decisión que fue interpretada como una «provocación» por los internos, que denunciaban a los funcionarios «sentirse encerrados» por «capricho del director».

Denuncia ante el Seprona

Hace unas semanas, por otro lado, denunciaron al director de Estremera ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil por ordenar destruir supuestamente varios nidos de una especie de ave protegida del edificio de jefatura de la prisión. El escrito, al que tuvo acceso este diario, revelaba que los hechos ocurrieron el mismo día de la celebración de Instituciones Penitenciarias. El responsable mandó presuntamente limpiar las citadas instalaciones y en concreto varios nidos de golondrinas «porque ensuciaban los cristales». Una orden que se ejecutó poco después «usando una manguera contraincendios» y que provocó la eliminación de la mayoría de esas nidificaciones. Varios trabajadores, según detallaba la denuncia, fueron testigos.

La destrucción de estos nidos está prohibida por las legislaciones europea y nacional, y puede acarrear multas de hasta 200.000 euros, incluso si se encuentran deshabitados. Estas nidificaciones están protegidas por la Directiva Europea de Aves, así como distintas normas españolas, entre ellas la ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. La orden del director del centro agravó aún más el malestar entre la plantilla del centro que «presenció como, con total impunidad, se han eliminado los nidos, que llevaban en la cárcel casi desde su apertura», censuraron fuentes penitenciarias. 




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