Un estudio andaluz sobre el cannabis compensa con cheques a los participantes
El objetivo es analizar las estrategias de reducción de daños que utilizan quienes consumen regularmente cannabis
Instalación de cannabis medicinal de calidad farmacéutica en Toronto | Marcus Oleniuk (Zuma Press)
La Universidad de Huelva desarrolla un estudio llamado «Psicocann» sobre el consumo de cannabis en jóvenes de entre 18 y 25 años. La investigación es longitudinal. Se realiza una primera entrevista y en los 15 meses posteriores se ejecutan otras dos. Los jóvenes que participan en el estudio son compensados con cheques regalo de 15 euros. Según ha explicado a THE OBJECTIVE el profesor titular del Departamento de Psicología Clínica y Experimental en la Universidad de Huelva, Fermín Fernández, es una manera de «compensar el tiempo de los chicos y chicas dedicados a la investigación».
El estudio tiene fundamentalmente dos objetivos bien marcados. En primer lugar, se pretende analizar los factores que predicen el consumo de cannabis. A través de las entrevistas durante un año y tres meses se observan las variables que predicen que alguien tenga un patrón más severo de consumo. Entre estos factores, el estudio se centra en los psicosociales.
El segundo objetivo es trabajar sobre las estrategias de reducción de daños utilizadas por las personas que consumen cannabis. Es decir, el estudio plantea analizar aquellas cosas que minimizan las potenciales consecuencias negativas en aquellas personas que deciden consumir aun conociendo los efectos adversos: «Las preguntas que queremos responder básicamente serían: ¿de qué depende que alguien decida utilizar estas estrategias? ¿Qué factores son los que predicen que alguien se proteja?», explica Fermín Fernández.
La implicación de los participantes ha sido bastante buena hasta el momento. La muestra estimada era de 605 personas. Actualmente, la cifra asciende hasta los 615 jóvenes. La muestra es amplia y se pretende que sea lo más representativa posible de la juventud española. Según Fermín Fernández, la población recogida no solo se centra en estudiantes universitarios, – como ocurre con otros estudios – sino que el estudio se realiza con jóvenes reclutados en contextos comunitarios con perfiles diversos.
Una de las cuestiones que se analiza dentro del estudio es la diferencia psicosocial entre sexos: «Tenemos en cuenta las normas de género. En el caso de los hombres, fomentan más las actividades riesgosas. Los chicos que asumen más riesgos son más valorados entre sus iguales. Entre las chicas, lo que se espera son comportamientos menos riesgosos. Por ello, las mujeres se protegen en mayor medida ante el consumo de sustancias, y experimentan menos consecuencias negativas», ha explicado el profesor titular del Departamento de Psicología Clínica y Experimental en la Universidad de Huelva, Fermín Fernández.
El estudio ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación con una cantidad superior a 80.000€. El protocolo de investigación fue aprobado por el Comité de Bioética de la Junta de Andalucía y gran parte de la financiación es destinada a los participantes. Por cada encuentro cara a cara, los jóvenes reciben un cheque regalo de Amazon valorado en 15€.
Según asegura Fermín Fernández, ese tipo de estudios son caros debido a su carácter longitudinal. Además, la investigación ofrecerá una gran cantidad de datos de mucho valor que permitirán obtener conclusiones relevantes.
Psicocann ha publicado un pequeño informe preliminar en el que se ha recogido un primer resultado de 460 participantes. La primera entrevista ya ha concluido con un total de 615 personas como muestra. El siguiente paso será realizar diferentes encuentros durante un año y tres meses. Se estima que en unos 15 meses se habrán obtenido todos los datos. Los resultados se irán publicando a través de informes y artículos científicos en revistas especializadas. La primera publicación se espera para inicios de 2024.
Los investigadores de la Universidad de Huelva ya piensan en el siguiente proyecto a realizar. En este caso, se plantea un proyecto de intervención en el que trabajar con jóvenes que mantienen un consumo intensivo de cannabis. A partir de esos resultados, se pretende diseñar intervenciones y estudios donde se compruebe regularmente la eficacia de las diferentes intervenciones.
Según el Ministerio de Sanidad, el consumo de cannabis se ha casi duplicado entre el consumo de sustancias psicoactivas en España. Si en 1997, el consumo era de un 4,60%, en el año 2022, la cifra asciende hasta el 8,60%. Las consecuencias nocivas del consumo frecuente de cannabis han sido demostradas en numerosos estudios. El Ministerio de Sanidad asegura que el cannabis altera principalmente el sistema cardio-circulatorio e impacta a nivel psicológico. El consumo de cannabis puede disminuir la concentración, la memoria o puede producir insomnio. También está relacionado con la ansiedad o con la predisposición a padecer trastornos mentales.
Según asegura Fermín Fernández, aunque los consumidores son, en general, conscientes del efecto nocivo que estas sustancias tienen para la salud, los profesionales mantienen un rol fundamental en la sociedad a la hora de transmitir cada uno de los efectos perjudiciales de las sustancias psicoactivas. Para ello, según reconoce el investigador, es una «tarea indispensable llegar a las motivaciones de los más jóvenes para poder ofrecer una perspectiva más balanceada entre los efectos positivos que experimentan y las consecuencias negativas a que se exponen».
