Las floristas denuncian pérdidas del 60% tras la prohibición de introducir flores en los hospitales
Varias floristerías de Sevilla cercanas a los hospitales públicos se han visto obligadas a cerrar
Las floristerías en Sevilla se aúnan ante una situación «insostenible». La prohibición que impide introducir flores en los hospitales ha generado un impacto muy negativo en el sector. La pérdida de ingresos oscila entre el 60% y 70% para los negocios más afectados y cercanos a los centros.
Debido al efecto de esta medida, varias floristerías se han visto obligadas a echar el cierre. Los comerciantes de la zona recuerdan que esta normativa entró en vigor un poco antes de la pandemia y que hasta hoy se mantiene en gran parte de los hospitales públicos andaluces.
«¿Por qué motivo no dejan introducir flores en los hospitales? No lo sabemos. Queremos algún tipo de respuesta. ¿Por qué en los hospitales concertados sí dejan y en los públicos no? No tiene sentido», explica a THE OBJECTIVE Ricardo Fernández, dueño de Floristería Ricardo.
Las floristerías de las inmediaciones consideran incongruente que en muchos de los hospitales del Servicio de Salud de Andalucía no permitan el acceso de flores ni regalos, mientras que en los centros privados y concertados no haya ningún problema.
Desesperación en el sector
«No sabemos dónde acudir. Pedimos cita con directivos de salud de la zona y nadie sabe nada sobre el tema. Lo único que sí sabemos es que cuando llegamos a la puerta del centro, los agentes de seguridad no nos dejan subir con los pedidos y ellos se remiten a cumplir con unas órdenes que les han dado desde arriba», expresa Ricardo Fernández.
Una de las razones que podría motivar la utilidad de esta restricción es el cuidado de la higiene ante los enfermos, los cuales se encuentran en ocasiones en situaciones vulnerables. Sin embargo, los floristas expresan que sus productos han superado exitosamente los controles de la Unión Europea, siendo «aptos para su manipulación».
Las floristerías más afectadas son las ubicadas alrededor de los hospitales. Las que están más cercanas al centro de la ciudad también registran unas pérdidas que se aproximan al 40%. Gran parte de los familiares y amigos envían flores a la casa del paciente una vez que recibe el alta, pero esto no compensa a los ingresos obtenidos cuando el enfermo recibe los regalos en el hospital.
«Desde siempre, en el ala maternal le han enseñado al paciente las flores y los celadores las han sacado posteriormente al pasillo. Los pasillos del maternal siempre han estado llenos de flores y nunca ha pasado nada», recuerda Ricardo Fernández.
Fuentes cercanas al Servicio Andaluz de Sanidad consultadas por THE OBJECTIVE explican que la razón principal es la protección hacia los pacientes más vulnerables. Este medio también espera la respuesta de la dirección de hospitales pertenecientes al SAS.
Los floristas entrevistados por THE OBJECTIVE denuncian que si esta medida está impulsada por una cuestión de higiene, también deberían retirarse productos como las revistas «que van de paciente en paciente» o los productos ubicados en las máquinas expendedoras, los cuales han pasado por almacenes con «condiciones de salubridad cuestionables».
Además, exigen una solución equilibrada como permitir la entrada en algunas zonas del hospital dependiendo del área de especialización o el estado del paciente. El problema se extiende por Andalucía y son muchos centros pertenecientes al SAS los que han aplicado esta normativa. La medida tomó fuerza tras las numerosas medidas de seguridad que se impusieron tras la pandemia en el año 2020.
Un sector tocado
La industria de la flor cortada se duele desde hace meses. Como adelantó THE OBJECTIVE, los empresarios llevan soportados numerosos golpes que hacen tambalear el negocio. En 2023, los productores en floricultura se vieron obligados a vender parte de su mercancía a un precio inferior al coste de producción. El incremento en los precios ha generado una reducción notable en las ganancias.
Andalucía ha sido considerada como una de las mejores zonas para la producción y comercialización de la flor cortada. La climatología o la cultura han propiciado un escenario favorable para el sector. Sin embargo, la inflación o la potente importación que protagonizan otros países también provocan parte de desestabilización desde la producción en el campo.
Las pérdidas que se viven a nivel general son lastradas por esta prohibición en los hospitales. Negocios tradicionales y familiares han colgado el cartel de cerrado o plantean hacerlo, al considerar que un sector históricamente referente va perdiendo fuerza con las numerosas trabas a las que se enfrenta.