Polémica en la Universidad de Sevilla por la posible influencia china en el Instituto Confucio
Una profesora y un egresado irrumpieron en la presentación del nuevo proyecto en Sevilla para mostrar su rechazo
La Universidad de Sevilla (US) será la sede de un proyecto internacional chino de gran calibre. El Instituto Confucio, en colaboración con la Universidad Lanzhou Jiaotong, presenta como principales objetivos difundir el idioma y la cultura china. La relación amistosa entre la comunidad académica china y la US no ha sido una buena noticia para todos.
Así lo expresaron dos miembros de la comunidad universitaria en la presentación del instituto que tuvo lugar en el Paraninfo del Rectorado de la US. Los activistas subieron al estrado, donde se encontraban representantes de ambas instituciones, y de forma silenciosa, mostraron a la audiencia dos carteles en contra de la vinculación que se estaba predicando en el acto.
Según un comunicado al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, los manifestantes han expresado su resistencia al convenio de colaboración entre la Universidad de Sevilla y la Universidad de Lanzhou Jiaotong, al considerar que podría vulnerar los principios expresados en el Art 2.1, 2.2 y 2.3 del estatuto universitario.
Los artículos citados se refieren principalmente a principios básicos que deben regir la institución como son la autonomía, libertad académica, defensa de los derechos humanos y la paz. Los activistas avisan sobre los perjuicios que podrían recaer sobre estos pilares teniendo en cuenta las relaciones del Instituto Confucio con el Gobierno de la República Popular China.
Miguel Ángel Castro, rector de la Universidad de Sevilla, quiso responder a la protesta subrayando que el acuerdo era un ejercicio de «fraternidad, respeto mutuo, templanza académica y tolerancia», por lo que se rechaza desde la institución todo tipo de «conductas contrarias a estos principios». Los vigilantes de seguridad de la sala se encargaron de invitar a los manifestantes a abandonar el estrado para poder continuar con normalidad la ceremonia.
Los protagonistas de la protesta
Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, los manifestantes son una profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla y un egresado de la comunidad académica. Ambos son conocedores de la realidad china. En enero, los investigadores participaron en una misión de observadores internacionales con algunos objetivos como el análisis de la democracia en Taiwán y Hong Kong.
Una de las principales líneas de actuación, según una publicación oficial de la US, fue el estudio de «las interferencias de dictaduras como la china de las democracias liberales». A partir de investigaciones y publicaciones en revistas especializadas, el mayor aspiración de la docente ha sido «poner la facultad en contacto con la sociedad».
No es la primera vez que estos manifestantes han exteriorizado su rechazo a las relaciones vinculantes entre la US y el Instituto Confucio. En 2022, una veintena de profesores y estudiantes respaldaron una misiva al rector en oposición a la apertura de este centro chino en la ciudad hispalense.
Papel geopolítico en cuestión
El cartel portado por la profesora universitaria que irrumpió el acto exponía una imagen en la que el presidente chino Xi Jinping tendía su beneplácito a Vladimir Putin. Según el manifiesto de los activistas, China está marcada a nivel geopolítico por una «calculada ambigüedad», destacando por su coyuntura internacional en la «agresión de Rusia a Ucrania».
Además, el póster del egresado a la audiencia que asistió al evento remarcaba los avisos de las autoridades sobre esta vinculación: «Servicios de inteligencia europeos y españoles han advertido sobre los Institutos Confucio como ‘amenaza para la seguridad nacional’».
Los investigadores, en su manifiesto, invitan a la comunidad académica a reflexionar sobre estos nexos de unión entre los centros educativos y el Gobierno de China: «Existen abundantes evidencias de que el actual régimen chino se está sirviendo de las universidades y sus redes internacionales para avanzar de sus propósitos militares a través de una estrategia de ‘fusión’ entre los ámbitos civil y militar’».
Transversalidad china
La Universidad de Sevilla explicó los privilegios que provocaría la relación académica. A las actividades se suma el acuerdo de cooperación en la que se facilitará el intercambio de docentes, investigadores y estudiantes para seguir avanzando en metodologías de enseñanzas culturales y proyecciones tecnológicas avanzadas.
La Universidad de Sevilla no es la única que cuenta con representación china en el ámbito académico. El Instituto Confucio tiene más de 600 sedes repartidas por todo el mundo y diez de ellas son universidades españolas.
La carta respaldada por académicos y figuras relevantes de diversos sectores explica que, en los últimos años, numerosos centros del Instituto Confucio se han visto obligados a echar el cierre tras la «constatación de prácticas de espionaje, robo de propiedad intelectual, censuras y violaciones contra los derechos fundamentales de sus trabajadores».