La rápida expansión del avispón oriental preocupa a los apicultores andaluces
Málaga y Cádiz, las más afectadas, han perdido al menos el 30% de sus colmenas debido al avance de la especie invasora
Ejemplar de 'Vespa orientalis' | Nasser Halaweh (iNaturalist)
En los últimos años, y de manera cada vez más alarmante en la actualidad, la expansión del avispón oriental (Vespa orientalis) se ha convertido en una grave preocupación para los apicultores de las provincias de Málaga y Cádiz, así como para el equilibrio ecológico en toda Andalucía. Aunque la presencia de este insecto invasor no es nueva, en los últimos meses ha intensificado su impacto, devastando cientos de colmenas y poniendo en riesgo no solo la producción apícola, sino también la biodiversidad de la región.
La Vespa orientalis es nativa del Mediterráneo oriental y algunas regiones de Asia. Su tamaño es significativamente mayor que el de las abejas melíferas, y su reina puede llegar a medir hasta 30 milímetros. Aunque inicialmente se alimenta de abejas y miel, este avispón también ataca a otros insectos y frutas ricas en azúcar, lo que agrava su impacto en la agricultura. El avispón oriental se detectó por primera vez en España en 2013 en Valencia, y cinco años después apareció en Algeciras, probablemente traído en algún cargamento a través del puerto. Desde entonces, su propagación ha sido vertiginosa.
En la actualidad, las provincias de Málaga y Cádiz son las más afectadas, donde se estima que al menos el 30% de las colmenas han sido destruidas. En Málaga, más de 500 colmenas han sido completamente devastadas, según datos proporcionados por la organización agraria COAG Andalucía. A medida que la especie se expande rápidamente por la región, las autoridades locales y los apicultores temen que en dos años este insecto invasor se asiente en toda Andalucía, con efectos desastrosos para el sector apícola y el ecosistema.
La intranquilidad de los apicultores
Los apicultores se encuentran en una situación desesperada ante el avance de este peligroso depredador. Sin el apoyo suficiente de las autoridades y con una limitada capacidad para combatir la plaga, muchos se enfrentan a la pérdida de sus medios de subsistencia.
Antonio Vázquez, representante del sector apícola de COAG en Andalucía, ha expresado su frustración por la falta de acción por parte de las instituciones. Aunque los apicultores han solicitado medidas, como la autorización para colocar trampas destinadas a capturar a las reinas del avispón, las respuestas han sido lentas e insuficientes.
Según cuentan apicultores sevillanos a THE OBJECTIVE, los ataques de la Vespa orientalis son especialmente dañinos para las colmenas. El avispón no solo mata a las abejas, sino que su presencia intimida a las colonias, lo que impide que las abejas salgan a recolectar néctar, agua o polen. Este comportamiento reduce la población de la colmena, hasta llegar a su completa desaparición.
Además, la producción de miel se ve gravemente afectada: se calcula que por cada colmena perdida, los apicultores pierden alrededor de diez kilos de miel al año. En la provincia de Cádiz, donde cerca de 300 apicultores dependen de esta actividad, el impacto es devastador. La sierra gaditana, donde se concentra alrededor del 70% de las colmenas de la provincia, es una de las zonas más afectadas.
Un peligro a gran escala
El problema del avispón oriental no solo afecta a la apicultura, sino que también representa un grave riesgo ecológico. Este insecto depreda una gran variedad de insectos nativos, lo que afecta negativamente a la biodiversidad local y al ciclo de polinización. Los expertos advierten de que la desaparición de insectos clave puede alterar significativamente el equilibrio del ecosistema, lo que a largo plazo podría tener consecuencias impredecibles para la región.
Por otro lado, la presencia de nidos de Vespa orientalis en zonas habitadas aumenta el riesgo para las personas. Este avispón, que suele anidar en el suelo o en oquedades cercanas a áreas urbanas, puede ser extremadamente agresivo cuando su nido es perturbado. Los ataques en grupo son comunes, y su picadura, además de dolorosa, puede desencadenar graves reacciones alérgicas en algunas personas.
Este verano, se ha informado de numerosos avistamientos en Cádiz, incluyendo la detección de nidos en áreas urbanas y rurales. En casos recientes, vecinos de Jerez y El Puerto de Santa María se vieron obligados a cerrar puertas y ventanas debido a la presencia de estos insectos.
Respuesta insuficiente
Los apicultores y expertos coinciden en que la respuesta de las autoridades ha sido insuficiente. A pesar de los múltiples llamados de atención y las peticiones de apoyo, no se ha implementado un plan eficaz para detener la expansión del avispón oriental. COAG Andalucía ha solicitado en reiteradas ocasiones más recursos para localizar y destruir nidos, así como para estudiar métodos efectivos para controlar la plaga. Sin embargo, los esfuerzos por parte de las instituciones competentes han sido lentos, y la situación parece estar fuera de control en muchas áreas.
Los bomberos de Málaga, que se han visto obligados a intervenir en numerosas ocasiones para eliminar nidos, también han advertido que la situación está desbordando su capacidad de respuesta. La proliferación de nidos aumenta con el paso de los meses, y la falta de medidas efectivas para frenar la invasión sugiere que las próximas temporadas serán aún más complicadas.
