Agricultores piden a las cooperativas defender el precio del aceite por encima de los costes
La UPA alerta sobre los riesgos de una espiral bajista y la importancia de mantener precios justos en la comercialización
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha emitido un llamamiento dirigido a las cooperativas de aceite de oliva, instándolas a actuar con prudencia en la comercialización del producto. La organización agraria subraya la necesidad de mantener precios que superen los costes de producción, especialmente en el caso del aceite proveniente del olivar tradicional, cuyos costes superan los 4,70 euros por kilo, según el informe más reciente de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO).
En el marco de un análisis que abarca las diez últimas campañas de aceite de oliva consultado por THE OBJECTIVE, la UPA destaca un aumento sostenido en la comercialización, mientras que la producción tiene mayores desafíos, principalmente atribuibles, aseguran, a la inestabilidad climática.
De acuerdo con el análisis, la producción media en este periodo ha sido de 1.212.070 toneladas anuales, con una comercialización promedio de 1.420.330 toneladas. Este incremento en las ventas ha superado la producción nacional en la mayoría de las campañas, compensado por un aumento en las importaciones.
El informe también subraya que España sigue siendo el actor principal en el mercado global del aceite de oliva, representando en la campaña actual el 40% de la producción mundial. El país más cercano en términos de producción aporta apenas el 7%, y toda la Unión Europea producirá menos de la mitad que España.
Dificultades de producción
La UPA señala varios obstáculos que dificultan la mejora de la disponibilidad de aceite de oliva. Entre ellos se encuentran el cambio climático, la baja rentabilidad del cultivo y el envejecimiento de los agricultores que gestionan estas explotaciones. Además, se destaca que la mayor parte del olivar en España pertenece a la categoría de olivar tradicional, caracterizado por parcelas con elevada pendiente, difícil mecanización y altos costes de producción. Estas condiciones limitan las inversiones necesarias para aumentar los rendimientos.
La disponibilidad de agua es otro factor crítico que afecta tanto a los olivares tradicionales como a los sistemas más intensivos. La UPA enfatiza que este es un desafío actual y no un problema a futuro, ya que la escasez hídrica impacta directamente en la capacidad productiva.
El rol de España en el escenario internacional
España desempeña un papel clave en la determinación de las condiciones del mercado global del aceite de oliva. Según la UPA, los bajos precios en origen no responden a factores internacionales, sino a operaciones especulativas hechas dentro del país. Los agricultores andaluces aseguran que el volumen ofertado por parte de otros países no pone en peligro el posicionamiento de España. Esta situación, a juicio de la Unión, no solo perjudica a los productores locales, sino que también beneficia a los especuladores.
A pesar de los desafíos, el consumidor ha demostrado su fidelidad al aceite de oliva, considerado «la grasa vegetal más sana y saludable». Según la UPA, incluso en un contexto de aumento de precios, la totalidad del aceite disponible se ha vendido, sin que se incrementen los stocks finales.
Fuerza común
En este contexto, la Unión insta a las cooperativas a mantener la calma en la comercialización del aceite y evitar contribuir a una «espiral bajista» en los precios. Los pequeños agricultores destacan en su llamamiento a defender un precio razonable por encima de los costes de producción, siendo necesario no solo para la sostenibilidad económica del sector, sino también para garantizar su viabilidad a largo plazo.
La UPA respalda su mensaje con datos provenientes de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), que reflejan un aumento en las importaciones de aceite de oliva en la última década, pasando de un promedio anual de 135.420 toneladas en el primer quinquenio del período analizado a 218.180 toneladas en el segundo. A pesar de estas cifras, las tendencias de consumo y comercialización muestran un apoyo constante al aceite de oliva, tanto en España como en otros países.
La organización agraria reitera que estos aspectos deben ser atendidos con urgencia para asegurar el futuro de uno de los productos más representativos de la agricultura española. Según defienden, esta apelación a los agentes del sector busca solo proteger a los productores de aceite de oliva tradicional, al mismo tiempo que fortalecer la posición de España como líder indiscutible en el mercado mundial de este preciado producto.