Ceuta continúa como la única región sin eutanasia después de tres años de vigencia
Las ciudades autónomas no registraron solicitudes de eutanasia en 2023, mientras Cataluña lidera la lista con 219
El Ministerio de Sanidad ha publicado recientemente el Informe Anual 2023 sobre la prestación de ayuda para morir, que recoge las cifras y características relacionadas con la Ley Orgánica 3/2021 de regulación de la eutanasia. Según los datos oficiales, Ceuta y Melilla son los únicos territorios de España donde no se registraron solicitudes ni casos de aplicación de esta prestación a lo largo del año pasado.
Desde que la normativa entró en vigor el 25 de junio de 2021, Ceuta no ha presentado ninguna solicitud para el procedimiento. Por su parte, Melilla contabilizó una petición en 2021, aunque esta no llegó a ejecutarse. En contraste, el resto del país ha experimentado un notable crecimiento en el número de solicitudes y prestaciones realizadas, reflejando una tendencia al alza en los últimos años.
Aumento del 25% en solicitudes en España
El informe revela que, en 2023, se recibieron un total de 766 solicitudes de eutanasia, un aumento del 24,8% respecto a las 576 registradas en 2022. De las solicitudes realizadas, se autorizaron y completaron 334 prestaciones, lo que supone aproximadamente el 44% del total. Desde que la ley se puso en marcha en 2021, 1.515 personas han solicitado la eutanasia, de las cuales 697 la recibieron.
Cabe destacar que un 25% de los solicitantes fallecieron antes de que se resolviera su petición, debido principalmente a la gravedad y el estado avanzado de las enfermedades que padecían. El tiempo medio desde la solicitud hasta la realización de la prestación en 2023 fue de 67 días, con una mediana de 54 días, cifras que indican la complejidad y las garantías del proceso.
Perfil y causas
Según el informe, la mayoría de las personas que solicitan esta prestación son hombres entre 70 y 79 años. Sin embargo, las diferencias de género son mínimas, con un 50,7% de solicitudes realizadas por hombres y un 49,3% por mujeres.
Las enfermedades oncológicas y las neurológicas constituyen las principales causas que llevan a los pacientes a optar por la eutanasia. Ambas representaron el 35% de las solicitudes durante el año 2023. Le siguen la pluripatología orgánica severa (6%) y, en menor medida, enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Cataluña, la región con más solicitudes
Por territorios, Cataluña lidera la lista con 219 solicitudes en 2023, seguida por la Comunidad de Madrid con 89, y las Islas Canarias, con 62. El País Vasco, con 58 peticiones, y la Comunidad Valenciana, con 56, completan las cinco primeras posiciones. Estas cifras confirman una notable desigualdad territorial en la implementación de la prestación de ayuda para morir.
En el extremo opuesto se encuentran Ceuta y Melilla, donde no hubo solicitudes en 2023. Además, Extremadura y Murcia solo registraron dos peticiones cada una, siendo las comunidades con menor actividad en esta práctica.
Por su parte, Andalucía, a pesar de ser una de las comunidades más pobladas, registró 43 solicitudes en 2023, lo que la sitúa en una posición intermedia en comparación con el resto del país. De ellas, 24 solicitudes se convirtieron en efectivas, lo que supone un 56% de las peticiones.
Eutanasia en el sistema sanitario público
El informe del Ministerio también señala que la eutanasia se lleva a cabo, en su gran mayoría, en el ámbito de la sanidad pública, principalmente en hospitales y en domicilios de los pacientes. Durante 2023, el 47% de las prestaciones se realizaron en centros hospitalarios, mientras que un 44% tuvieron lugar en el hogar del solicitante. Solo un 8,38% de las eutanasias se llevaron a cabo en centros privados.
Dificultades legislativas
El informe también recoge algunos retos importantes en la aplicación de la ley, entre ellos, los tiempos de tramitación del procedimiento y la disparidad en su implementación entre comunidades autónomas. El caso de Ceuta y Melilla resulta llamativo, al ser las únicas regiones donde la eutanasia no ha tenido ninguna aplicación efectiva. Aunque algunos señalan factores como el desconocimiento del procedimiento o posibles barreras de acceso, cabe también considerar que la falta de solicitudes puede reflejar un rechazo social a la aplicación de esta práctica en dichas regiones.
A nivel nacional, la eutanasia sigue siendo una opción minoritaria dentro del contexto de los fallecimientos en el país. En 2023, esta prestación representó apenas el 0,076% del total de defunciones, lo que podría interpretarse como una limitada aceptación de la medida entre la población o, en su defecto, como un uso extremadamente puntual de una práctica recientemente reconocida.