La cumbre de la ONU en Sevilla obliga a un despliegue de seguridad sin precedentes
El evento pondrá a prueba la capacidad de respuesta del Ayuntamiento ante cortes de tráfico y refuerzos policiales

Controles de circulación en Sevilla. | María José López / Europa Press
Sevilla se prepara para acoger, entre el 30 de junio y el 3 de julio, la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU, una cita de gran trascendencia diplomática que transformará la capital andaluza. El evento reunirá a más de 10.000 asistentes, incluyendo unos setenta altos mandatarios internacionales. Una movilización que supone no solo un desafío logístico de envergadura, sino también un punto de tensión para la movilidad urbana, especialmente en zonas como Sevilla Este, donde se ubica el Palacio de Exposiciones y Congresos (Fibes), sede de la cumbre.
Desde el Ayuntamiento se ha puesto en marcha un dispositivo de organización de alto nivel para coordinar los distintos aspectos que confluyen en un evento de esta magnitud. La seguridad, el transporte público, la información ciudadana y el mantenimiento de los servicios básicos se están abordando desde múltiples frentes, con reuniones constantes entre el consistorio, la Delegación del Gobierno en Andalucía y los cuerpos de seguridad del Estado.
Pero este despliegue ha encendido las alarmas entre la ciudadanía. La previsión de desplazamientos masivos de delegaciones diplomáticas, muchas de ellas escoltadas por caravanas de vehículos oficiales, ha hecho que el propio alcalde, José Luis Sanz, anticipe un escenario de colapso circulatorio.
Según explican fuentes del Consistorio a THE OBJECTIVE, aunque Sevilla ha sido anfitriona de grandes eventos internacionales como por ejemplo los recientes Latin Grammy, Sevilla se enfrentará a una de las mayores alteraciones en su tráfico urbano desde la Exposición Universal de 1992. La advertencia no es menor: el tránsito de comitivas oficiales desde sus alojamientos hacia Fibes y otros puntos emblemáticos de la ciudad implicará cortes de calles y desvíos a lo largo y ancho de la ciudad hispalense.
Puesta en marcha
Para mitigar los efectos de este congestionamiento programado, el Ayuntamiento ha instado a los vecinos de las zonas más sensibles, especialmente Sevilla Este, a evitar desplazamientos innecesarios y, si es posible, recurrir al teletrabajo o solicitar días libres. Aunque esta recomendación ha generado reacciones encontradas, como la del sindicato CSIF, que ha denunciado la negativa de la dirección de Tussam a aplicar el teletrabajo en áreas administrativas de la propia empresa municipal, la intención del Consistorio es reducir al máximo la presencia de vehículos particulares en la vía pública durante esos días críticos.
El refuerzo del transporte público figura entre las medidas más destacadas del plan municipal. Se prevé aumentar la frecuencia de autobuses, reconfigurar itinerarios y, en algunos casos, establecer la gratuidad de líneas que atraviesan las zonas más afectadas. A ello se sumará la participación de aproximadamente 300 agentes de la Policía Local por jornada, lo que implica un importante desembolso económico para las arcas municipales y un esfuerzo organizativo notable.
El dispositivo de seguridad, cuya coordinación se encuentra en fase final, implica a todas las fuerzas y cuerpos del Estado, incluidos servicios de inteligencia, la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Casa Real. Las reuniones entre las distintas administraciones llevan meses en marcha, con el objetivo de garantizar la seguridad sin paralizar por completo el funcionamiento cotidiano de la ciudad. No obstante, las autoridades reconocen que habrá incomodidades inevitables.
Avisos a la ciudadanía
El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, ha subrayado la necesidad de una comunicación clara y anticipada con la población. Se trabaja para que los ciudadanos estén informados con suficiente antelación sobre los cortes de tráfico, desvíos y tiempos de espera, de manera que puedan organizar sus desplazamientos con margen. Se prevé que la afectación no se limite solo a Sevilla Este, sino que se extienda a otros puntos clave, como el centro histórico y los accesos a la ciudad.
Más allá del impacto inmediato, esta cumbre sitúa a Sevilla en el foco de la comunidad internacional. La ciudad sucede a Adís Abeba, Doha y Monterrey como sede de un evento donde se debatirán cuestiones sobre la financiación global del desarrollo sostenible.
El contexto no es del todo favorable: las obras del tranvibús en una arteria de la ciudad, próximas al área de Fibes, ya están dificultando el tránsito habitual. Esto, sumado al volumen de visitantes y el protocolo de seguridad, complica aún más la movilidad. El alcalde ha reconocido que, pese al esfuerzo por reforzar los servicios de transporte, «será difícil evitar el caos en determinadas franjas horarias».
En paralelo, la ciudad vive otros desafíos relacionados con su gestión urbana que aumentan la dificultad de gestión: desde los problemas de limpieza hasta la remodelación de espacios clave como la Plaza Nueva, pasando por el impulso a la construcción de viviendas públicas y la regulación de los apartamentos turísticos. Aunque el descontento vecinal se asume como una consecuencia esperada, el Ayuntamiento subraya la oportunidad de visibilidad global que este evento representa para la ciudad.