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Andalucía

Las infecciones de transmisión sexual aumentan un 76% en Andalucía en dos años

El incremento ha sido especialmente acusado entre mujeres jóvenes, con un 101,6% más de casos entre 2022 y 2024

Las infecciones de transmisión sexual aumentan un 76% en Andalucía en dos años

Joven abre un preservativo. | La Nación / Zuma Press

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) siguen creciendo de forma preocupante en Andalucía. En tan solo dos años, entre 2022 y 2024, los casos registrados han pasado de 8.278 a 14.607, lo que representa un incremento del 76,4%, según datos de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía. Este aumento, que afecta a todas las provincias andaluzas, refleja una tendencia al alza que se ha mantenido durante la última década, aunque el salto más pronunciado se ha producido recientemente, con las técnicas diagnósticas ya consolidadas en el sistema sanitario.

El repunte de las ITS no distingue edades ni géneros, pero se manifiesta con especial intensidad entre los jóvenes y en la población femenina. En la franja de edad entre los 15 y los 25 años, el crecimiento de los contagios ha sido especialmente acusado, con un aumento del 80,9%. Este grupo pasó de 2.091 casos en 2022 a 3.784 en 2024, siendo 2023 el año en el que se produjo el mayor salto. Las mujeres jóvenes han sido particularmente afectadas: los contagios entre ellas se duplicaron en ese periodo, de 806 a 1.700 casos.

En el grupo de edad de 25 a 45 años, que representa una parte considerable de la población sexualmente activa, el incremento fue del 73,6%, alcanzando los 8.198 diagnósticos en 2024. También en este segmento, las mujeres vieron un incremento más acusado que los hombres, con un crecimiento del 101,6% en los casos detectados.

Otras franjas de edad

Las cifras también crecen en edades más avanzadas. Entre los 45 y los 65 años, los casos de ITS subieron un 78,4% en el conjunto andaluz. Este dato es resaltado por los expertos al tratarse de una generación que creció con un mayor conocimiento del VIH y de las campañas de concienciación que marcaron las décadas anteriores. A pesar de ello, en este grupo también se observó una multiplicación de los casos en mujeres, que pasaron de 177 a 400 diagnósticos.

Incluso entre la población de mayor edad, el incremento es notorio. En la franja de mayores de 65 años, los registros se incrementaron en un 66,6% en los últimos dos años. Si bien el número absoluto de casos es más reducido, el crecimiento porcentual refleja una pérdida de percepción del riesgo también en este sector de la población.

Cifras en el radar

La provincia de Cádiz ofrece un reflejo de esta tendencia general. Allí, los contagios por ITS han aumentado un 66,8% en dos años, al pasar de 1.444 casos en 2022 a 2.410 en 2024. Aunque el porcentaje es algo menor al promedio andaluz, el crecimiento se distribuye de forma similar entre los distintos grupos de edad y géneros. Así, Cádiz ha seguido una evolución que se alinea con la dinámica regional, consolidando la preocupación sanitaria.

Detrás de este crecimiento hay múltiples factores. Por un lado, la mejora en las técnicas diagnósticas permite hoy detectar más infecciones que hace una década. Desde la implantación de análisis moleculares en los laboratorios hospitalarios, la sensibilidad de las pruebas ha mejorado significativamente, facilitando la detección incluso en casos asintomáticos. Sin embargo, los expertos explican a THE OBJECTIVE que esta mejora tecnológica por sí sola no explica el aumento abrupto de casos en tan poco tiempo, especialmente entre 2022 y 2024, cuando estas herramientas ya estaban plenamente operativas.

Cambios sociales

Otro factor determinante es el cambio en los hábitos sexuales. Así lo muestran los estudios más recientes. Se detecta una disminución en el uso del preservativo, especialmente entre los más jóvenes, junto con un inicio más temprano de la actividad sexual y un mayor número de parejas. La percepción del riesgo parece haberse diluido, en parte por la confianza depositada en la pareja o la falta de síntomas en muchas infecciones. Todo ello contribuye a una mayor propagación de enfermedades como la clamidia, la gonorrea o el herpes genital, que se encuentran entre las ITS más comunes actualmente en Andalucía.

La clamidia, por ejemplo, casi ha duplicado su presencia desde 2022, pasando de 502 a 973 casos en Cádiz. La gonorrea subió de 526 a 807 diagnósticos, y el herpes genital, de 95 a 250. Otras infecciones menos frecuentes pero significativas, como el linfogranuloma venéreo, también han registrado un repunte, al pasar de 15 a 43 casos.

Una menor percepción de riesgo

En Andalucía, la sífilis ha experimentado un aumento preocupante del 10% entre las personas mayores de 55 años, un grupo que tradicionalmente no ha sido considerado de riesgo. Este repunte, reflejado en los últimos datos del Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta, evidencia un cambio silencioso en los patrones epidemiológicos que aún no ha calado en la conciencia colectiva ni en las políticas de salud pública.

El dato no es menor: más del 10% de los mayores andaluces que se han realizado pruebas han dado positivo en sífilis. Y en el caso de las mujeres, el porcentaje se dispara hasta el 13,64%. Estas cifras rompen el estigma generacional y alertan sobre una realidad que avanza sin hacer ruido.

Medidas gubernamentales

Frente a este escenario, el Ministerio de Sanidad ha lanzado una campaña nacional de prevención, especialmente dirigida a la juventud. La iniciativa busca desmontar mitos en torno a las ITS, combatir la desinformación y promover la realización periódica de pruebas. Uno de los pilares clave es abordar la falsa sensación de seguridad que existe en muchas relaciones sexuales, incluso en contextos de aparente confianza, donde el riesgo sigue presente.

La estrategia se enmarca dentro del Plan Estratégico de Prevención y Control del VIH y las ITS 2021-2030, que aspira a eliminar estas infecciones como un problema de salud pública antes de que finalice la década. Con las cifras actuales, Andalucía enfrenta el reto de reforzar sus políticas de salud pública en torno a las ITS, priorizando la información clara, el acceso a preservativos y el fomento de hábitos sexuales responsables.

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