Organizar la cumbre de la ONU en Sevilla tiene un coste de tres millones para España
El Ejecutivo asume los gastos logísticos y técnicos de una cita con amplio despliegue internacional

Preparativos de la Cumbre de la ONU en Sevilla | Rocía Ruz (Europa Press)
El Gobierno español afrontará un gasto extraordinario estimado en algo menos de tres millones de euros por acoger en Sevilla la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, organizada por Naciones Unidas. Esta cifra aproximada, correspondiente a costes adicionales derivados de la celebración del evento fuera de la sede habitual de la ONU en Nueva York, cubre principalmente el desplazamiento, el alojamiento y otros gastos logísticos del personal internacional encargado de preparar y participar en la cumbre.
La conferencia, que tiene lugar en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (FIBES), reúne a representantes de alto nivel, incluidos más de 50 jefes de Estado y de Gobierno. España, en virtud del acuerdo firmado con la ONU, asume íntegramente la financiación de la organización, ejecución y logística del evento. El compromiso incluye el acondicionamiento de instalaciones, provisión de medios técnicos, recursos humanos y servicios para garantizar su adecuado desarrollo.
Las obligaciones contraídas por España abarcan desde la cesión y equipamiento de las instalaciones necesarias como salas de reuniones y zonas de trabajo hasta espacios de prensa, estudios de radio y televisión, entre otros. También se incluye el mantenimiento de los recintos, los suministros técnicos y la dotación de servicios de telefonía, internet y restauración. También se compromete a sufragar el coste de los servicios públicos utilizados por la Secretaría de la Conferencia, incluidos los sistemas de comunicación y conectividad entre Sevilla y la sede central de la ONU.
Responsabilidad nacional
En el capítulo logístico, el Gobierno debe ser el garante de un servicio de transporte eficaz para los participantes, desde su llegada hasta su salida del país. Esto incluye traslados desde el aeropuerto de Madrid-Barajas para el personal de Naciones Unidas, así como desde el aeropuerto de Sevilla para delegaciones y asistentes. También se han habilitado vehículos oficiales con chófer para los altos funcionarios, según lo requiera la secretaría de la conferencia.
Asimismo, España es la encargada de cubrir el transporte e instalación de los equipos y suministros necesarios desde las oficinas de la ONU hasta el lugar del evento, además de procurar alojamiento suficiente a precios razonables para los asistentes mediante acuerdos con el sector hotelero local.
Seguridad sin precedentes
En lo relativo a la seguridad, como informó previamente THE OBJECTIVE, el operativo diseñado para el evento es de una envergadura excepcional. Bajo la supervisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha desplegado un dispositivo que supera los 7.700 efectivos entre Policía Nacional y Guardia Civil, a los que se suman miembros de las Fuerzas Armadas, policías locales, bomberos y voluntarios de Protección Civil. Este operativo representa un incremento del 50% respecto al que se activa en eventos multitudinarios como la Semana Santa sevillana, y triplica el de la última final de la Copa del Rey.
El plan de seguridad, elaborado tras más de 70 reuniones de coordinación, contempla dos niveles de actuación: dentro del recinto, donde la seguridad quedará bajo la autoridad de la ONU; y en el exterior, donde será responsabilidad directa del Gobierno español. Ambas partes han definido claramente sus respectivas competencias y han establecido protocolos de colaboración claros que se llevan gestionando desde antes del inicio formal de la conferencia.
Además, España facilita el personal necesario para tareas operativas, como secretariado, atención a delegaciones, soporte técnico y logístico, y asistencia a medios de comunicación, tanto de día como en turnos nocturnos, según las necesidades de la organización.
El evento está amparado por el marco legal de la Convención sobre Prerrogativas e Inmunidades de Naciones Unidas de la que España forma parte. Esto implica que tanto los representantes oficiales como el personal vinculado a la conferencia gozarán de inmunidades judiciales respecto de sus funciones, declaraciones y desplazamientos. Durante el transcurso del evento, las instalaciones en las que se celebra pasarán a considerarse territorio bajo autoridad de la ONU, inviolables según lo estipulado por dicha Convención.
Una cita marcada por la tensión
La cumbre, que busca dar respuesta a los desafíos globales en materia de financiación para el desarrollo sostenible, se celebra en un contexto geopolítico complejo, marcado por tensiones internacionales y la escasa participación de algunas potencias, como Estados Unidos. Durante la inauguración, el rey Felipe VI defendió la cooperación internacional como una herramienta esencial para restaurar la confianza global y contrarrestar las tensiones que fragmentan el mundo.
Sánchez ha subrayado la importancia de reforzar la cooperación internacional en un momento de crisis y de creciente desigualdad. Durante las primeras horas se ha hecho un llamamiento a movilizar más recursos para el desarrollo, aliviar la carga de la deuda de los países empobrecidos y reformar los sistemas fiscales globales para garantizar una mayor justicia tributaria.